Conciertos

«El Chukputuamismo ha llegado a nuestras vidas. El Profeta nos guía por la senda del rocanrol. Su único mandamiento es «amarás al rock sobre todas las cosas». Esa es la religión verdadera, la única, la del rock, la de la salvación. Alabado sea el Profeta!!!»

En pleno siglo 21 presenciamos el nacimiento de una nueva religión, la que predica el profeta Chuck, el Chuckputoamismo. No es novedad pues hace mucho tiempo que nos va mostrando el camino pero creo que ha llegado el momento de rendirnos a él sin remisión, y no creo que le haga falta separar las aguas, ni traer 12 plagas al mundo, ni obrar milagros de panes y peces, los milagros él los hace casi cada día en sus giras y casi cada año con sus discos. Su único mandamiento es «amarás al rock sobre todas las cosas» y lo debes hacer con pasión porque como todos sabéis, pasión no es una palabra cualquiera. Admito conocer a Chuck hace bien poquito. Un lustro más o menos, aunque vi la luz cuando visité su templo, su maravilloso templo allá por 2012. «Temple Beautiful» me atravesó la cabeza. Fue demoledor. Fue un haz salvador de luz en medio de la oscuridad. El rock no había muerto, larga vida al rock! Aquel disco parecía insuperable para un recién apóstol de la congregación pero al redescubrir sus enseñanzas acabé a sus pies, sobretodo con «Soap and water» y «Homemade blood». Luego todo fue más sencillo, y acabé por dejar a muchos de mis ídolos musicales por el único y verdadero al asistir a una de sus misas donde congregó a buena parte de sus seguidores para decirnos una y otra vez que volviésemos a tocar esa canción otra vez. En mi caso fue en la sala Apolo2 donde Chuck dejó su traje de profeta y se convirtió en Dios, en Apolo Chuck. Esa experiencia mística me hizo ver todo más claro, y a partir de entonces beso donde él pisa. Y estábamos avisados que superar aquello era difícil pero con «Night Surfer» creo sin duda que lo ha conseguido. Ayer, tocaba misa. Y allí estuvimos mi archienemigo Don Guzz y mi hermano Black Meeple. Y estábamos avisados de lo bueno que iba ser el sermón porque nuestros hermanos exiliados de la congregación del Chukputoamismo nos lo habían avisado, tanto Chals, Savoy Truffle como Johnny JJ (tanto en sus casas como en el Exilio) habían explicado las sensaciones mágicas de los eventos en Madrid y Valencia, pero esto había que verlo y escucharlo por uno mismo, y esto, lo que pasó en Barcelona con el profeta es lo que os vengo a contar hoy.

Esta crónica acabará en el Exilio lógicamente aunque todos mis compañeros ya lo hayan hecho también. Sentimos ser pesados pero es que el Profeta es único. Pensaba yo que acabaría perdiéndome el oficio santo pues un fin de semana con gastroenteritis y una contractura cervical prometían lo peor, pero no, al final con mis drogas y mi eau de reflex pude asistir y disfrutar a lo grande. Además al final, el profeta me tocó y me libró de todos los males, hallelujah!!! Salí pintando del trabajo para quedar con mi archienemigo Don Guzz en el subway y con mi hermano Black Meeple ya en la sala Sidecar que no es del todo de mi agrado por su incomodidad pero que ayer tuvo un sonido de esos de puro rocanrol. El telonero sonaba bastante bien aunque aprovechamos su actuación para tomar unas cervezas y ver que merchandising traía el bueno de Chuck. Acabé con su disco y una bonita camiseta, ah! y una instantánea junto al profeta!!! Lujazo! Jonah Tolchin era el telonero y antes de finalizar subieron junto a él los Mission Express que son la banda de Chuck para deleitarnos con una versión del «Factory Girl» Stoniano… la noche pintaba bien. Además, y sorprendentemente, y la verdad, desconozco la razón, Chuck no venía con su damisela, la excelente teclista Stephanie Finch lo que vislumbraba, como así fue, unos arreglos menos pop, más caña guitarrera, más nervio, más rocanrol…

… y con ese rocanrol, con el corazón de rocanrol de Lou Reed (Lou, we miss you!!!) abrió el concierto con una calidad aplastante para enlazar con la stoniana «Countrified Inner City» que nos la puso dura en un satiamén. Aquello prometía la de Dios y siguió enlazando tema tras tema, joya tras joya, sin casi sorpresas respecto al cancionero de las otras citas españolas, sonaron aunque no en este orden: «Wish me luck» con la intro del «Lodi» de la Creedence, «Ford econoline», «Tell me anything», «Temple beautiful», «Castro Halloween», «Willie mays is up a bat», «Who shot John», «White Night Big City», «The left hand and the right hand», «I bow down and pray to every woman i see»…. y no sé si alguna más, ya no lo recuerdo, eso de la vejez… Mención especial para tres momentazos de la noche. Primero la espectacular «Summertime thing» que puso de patas arriba la sala Sidecar, segundo la versión de Alex Chilton de «Bangkok» que sonó a garage guatequero rompecaderas, qué lujazo! y tercero, el final apoteósico con «You did (bomb shooby dooby bomp)». Tremebundo!! Nos quedamos con ganas del «Shake some action» de los Groovies pero joder, no podemos quejarnos. Como digo, con oficios de esta índole la nueva religión del Chuckputoamismo estará llena de adeptos y devotos, es la religión verdadera, la única, la del rock, la de la salvación. Alabado sea el Profeta!!!

*post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan


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