Críticas Discos

«… the deconstruction has begun…»

Cuatro años después de sus cuentos con moraleja, Mark Oliver Everett y sus anguilas se han roto en mil y un pedacitos para volver a montarse de igual manera pero diferente. Así que Mr E ha llegado a la conclusión que la deconstrucción era sin duda su única salida para volver a ser quién era y no convertirse en una sombra de lo que fue. Su nueva colección de canciones es estupenda que nadie se lleve a engaño. Suena a Eels porque es puro Eels. No quiere sonar a nada más pero tal vez necesitaba de un reinicio, de un nuevo comienzo, y tal vez por eso todo lo que escucharemos en este disco tiene ese aroma a déjà vu, a auto-homenaje pero para nada a piloto automático. Encontramos todas sus señas de identidad, todos sus trucos y todo su romanticismo a la hora de escribir. No encontraremos otro «Electro-Shock blues» (1998) pero es que eso es francamente imposible, pero sí que el resultado final no está lejos de «Daisies of the Galaxy«, «Hombre Lobo», «Wonderful, Glorious» o «The Cautionary Tales«, tal vez no llegue al nivel de ellos o tal vez sí puesto que cada vez que lo escucho me atrapa más y más, pero desde luego tiene un poquito de cada uno de ellos y es por eso que muchos les acusan de repetitivos o faltos de ideas. No es mi caso. Yo lo veo como una deconstrucción en toda regla. Deconstrucción que ha tenido lugar en el estudio The Compound en Los Feliz, California, junto a sus compinches Koool G Murder al bajo y P-Boo  (guitarra, teclados, percusión…) quienes por separado colaboran con Mr E en la composición de los temas, más el añadido de la orquesta y coro de la deconstrucción. Todo excelente. Quince temas como quince soles que conforman un disco sensacional que te va ganando con cada escucha, un disco que comienza con la espléndida canción que da nombre al disco. «The deconstruction» tiene esos arreglos orquestales futuristas que recuerdan muy mucho al inicio del maravilloso disco de Damon Albarn en solitario del 2014, aquel «Everyday Robots» que para mi es ya un clásico moderno y que empiezo a ver que está influyendo muy mucho en discos presentes. En aquel disco Albarn estaba ayudado por Brian Eno quién claramente dejaba su huella, y aquí E se lo guisa y se lo come a su estilo, con su positiva melancolía y su extraño romanticismo. La canción inicial es una delicia. No hay duda. Con su pausada melodía y su instrumentación orquestal, añadiendo un Mr.E fantástico en la parte vocal. La deconstrucción ha comenzado y la apreciamos claramente con el segundo tema, y también segundo single del disco. «Bone dry» es puro Eels. De popa a proa y de la quilla a la perilla. Un inicio marca de la casa y unas guitarras que encajarían en cualquiera de sus discos menos tristones, ya sea «Soul Jacker», «Hombre Lobo» o «Wonderful Glorious». Un temazo. Un single en toda regla. Shouby dooby dooby doo. Shouby dooby. Shouby dooby dooby dooo….. 
«.. I had a premonition. It’s all gonna be fine..»
Hasta el momento Eels tampoco parecen haberse movido tanto de su estilo pero claro, esa no es su intención. Mr.E no es Beck. No se pondrá a cambiar de estilo con cada disco porque corre el peligro de darnos un discón como «Morning Phase» o una grandísima y soberana mierda como «Colors». Puede que un día estuviese escuchando «Colors» y tuviese una premonición, o puede que estuviese escuchando a sus adorados Kinks (dice que Village Green es uno de los discos de su vida) y se acordase de aquel lema suyo setentero: Give the people what they want, y se pusiese a ello. Gracias E. Antes de esa maravilla llamada «The Premonition» nos encontramos con «The quandary» una instrumental bonica del to que no llega al minuto. Volviendo al cuarto tema, «The Premonition», uno solo puede sentarse y disfrutar. Tema precioso donde reina una excelente y adormilada guitarra que da paso a otra canción sobresaliente. «Rusty pipes» podría estar con otras vestimentas, o casi las mismas, en el «Daisies», es decir, ese es el nivel. Enlaza después con otra joya que repite la orquesta de «Premonition». La epifanía de Mr.E  es sensacional, en «The Epiphany» E se pone sentimental y le invade la saudade por otros tiempos a los que le gustaría volver. Simplemente maravillosa. «Today is the day» es pura energía anguilosa. Es una pequeña píldora de felicidad. Es pura orfebrería marca de la casa. Justo primer single, y sí, puede que sea más de lo mismo, puede que justifique esa crítica feroz de auto-plagio pero y qué?

«.. It’s you and me forever, together. For all that it’s worth…»

La delicada, bella y eterna «Sweet scorched earth» ahonda en la idea del disco sobre el amor, el afecto, la felicidad… Los arreglos orquestales le sientan de maravilla y la voz rasgada y rota de E brilla para darnos desde la sencillez una grandiosa canción. Los pajaritos vuelven al redil en «Coming Back» con su sonido a feria y su aroma a nube de caramelo. Minuto instrumental glorioso que nos conduce a «Be hurt», una de mis favoritas del disco, que expresa muy bien ese dolor que sientes cuando la has cagado muy mucho, ese dolor necesario que te hace madurar y ser mejor persona. Es entonces cuando los Eels deciden volver a darnos energía de la buena, con las palmaditas de «Today is the day» y la guitarra de «Bone dry», un mix de todo eso llamado «You are the shining light», un tema muy lennoniano en su base, en su esqueleto. Nos encontramos justo después con «There I said it», otra exquisita melodía melancólica de E, melodía randynewmana, melodía excelente, bonita, dolorosa, triste. Positiva melancolía. Belleza absoluta: I love you, there I said it…. 
 

«.. We are safe. We are free. Always were and will be..»

Llegando al final Mr E nos regala una pequeña joya que no llega al minuto. «Archie Goodnight» es un caramelito. Una delicatessen que me recuerda muy mucho a lo hecho hace unos años por Conor Oberst en su «Ruminations» y la enlaza con otro tema, instrumental en este caso, que es de una belleza exultante. La tripleta melancólica final se cierra con un temazo espectacular. «In our Cathedral» donde tal vez la presencia de Randy Newman esté más presente que nunca, donde resume muy bien toda la idea del disco, de esa deconstrucción como artista pero sobretodo como persona. Deconstrucción que todos deberíamos hacer. Rompernos en trocitos y reconstruirnos de nuevo, sin vicios ni manías, sin perjuicios, sin estúpidas y falsas convicciones, y así poder vivir tranquilamente y en paz en nuestra catedral, en nuestro mundo, en nuestra casa con los nuestros que son todos aquellos que nos aman y con aquellos que nos encontramos a salvo. Gracias Mr E por este magnífico disco, otro más, gracias por darnos todo lo que necesitábamos, ni más ni menos. Gracias por ser el más grande, genuino, puro y sincero artista de su generación.

Eels – The Deconstruction (2018)

01.- The Deconstruction/ 02.- Bone Dry/ 03.- The Quandary/ 04.- Premonition/ 05.- Rusty Pipes/ 06.- The Epiphany/ 07.- Today Is The Day/ 08.- Sweet Scorched Earth/ 09.- Coming Back/ 10.- Be Hurt/ 11.- You Are The Shining Light/ 12.- There I Said It/ 13.- Archie Goodnight/ 14.- The Unanswerable/ 15.- In Our Cathedral.

*Por Nikochan


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