The Empty Hearts - The Second Album

Críticas Discos

La superbanda The Empty Hearts vuelve con su segundo disco.

…un conglomerado de pop de melodías perfiladas y armonías vocales, efervescentes anabolizantes de power-pop incisivo y eufórico…

Si planteamos una ecuación musical en la que los términos incluyesen a miembros de Blondie (Clem Burke, batería), The Romantics (Wally Palmar, voz-armónica), The Chesterfield Kings (Andy Babiuk, bajo) y The Cars (Elliot Easton, guitarra), la resolución de la incógnita posiblemente fuese un conglomerado de pop de melodías perfiladas y armonías vocales, efervescentes anabolizantes de power-pop incisivo y eufórico, esencias sesenteras, setenteras y ochenteras, fibrosos riffs y punteos guitarreros e incluso incendiarias líneas de armónica; en resumen, un festín de sonidos energizantes, optimistas, vibrantes y sumamente apetecibles.  

Se comprueba una vez más que las matemáticas son una ciencia exacta que no sucumbe a los caprichosos vaivenes del azar, ya que estos efluvios sonoros son precisamente los que se escapan de los surcos del segundo disco de The Empty Hearts, banda formada por los mencionados artistas, y que lleva por título «The second album».


Para este segundo disco se asocian con el sello de Steve Van ZandtWicked Cool Records y cuentan nuevamente con la producción de Ed Stasium, mítico productor de Ramones, Talking Heads o The Smithereens. A lo largo de este 2020 han ido ofreciendo varios adelantos, el primero de los cuales fue curiosamente la cara B del primer single «Coat tailer», un tema que no aparece en el tracklist definitivo del álbum, que suena a Byrds y a gloria; y que se titula «Run and hide from you».

Pero el disco no da respiro al oyente, y dentro de su eclecticismo podremos encontrar piezas de voluptuosas armonías vocales como «Remember days like these», con Ringo Starr en la batería; piezas ochenteras de expansiva sonoridad en vientos como «Well, Look at you» de impagable estribillo o encendidos temas power pop con aspecto de boogie como la estupenda «Shit happens».

Momentos más rockeros como «The best that I can», con profusión de guitarras y la incorruptible armónica de Wally Palmar, que también retumba en «If I could change your mind».

Baladas en la tradición Beatle como «The world as we know it» que contrastan con musculados temas de guitarras y tensión hard-rockera (de nuevo con la armónica de Palmar), como «Insomnia» o hieráticos y explosivos trallazos power-poperos como el nuevo single «World’s going insane», todos ellos se postulan como instantes célebres de «The second album».

También destaca el precioso colofón de corte acústico titulado «Dusk to night» o la que tal vez sea mi canción preferida del lote, la extraordinaria «Jonathan Harkers journal», con la armónica de nuevo y una atmósfera que me recuerda a los mejores The Cars.

«The second album» apareció de puntillas y tras alguna escucha en la que no me esforcé demasiado en profundizar, el propio cancionero se ha encargado de ganarme, cosa que ha hecho estos últimos días, convirtiéndose en un favorito personal de la presente añada, por lo cual lo recomiendo sin reservas.


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