Discos Críticas

un regreso sin hits tan rotundos como sus clásicos pero cargado de lo que mejor saben hacer: energía, inmediatez, pasión, descaro, fantásticas melodías, riffs explosivos, estribillos embriagadores

Disertar sobre los Long Ryders a estas alturas de la vida siempre supone evocar viejos tiempos, cuando entre una escasa minoría de amiguetes que apreciaban la música alternativa americana de los 80’s me lanzaba como un defensor a ultranza de estos forajidos que apuntaban para legendarios, nunca mejor dicho.
The Long Ryders - Psychedelic Country Soul (2019) 2

Unos tienen la fama (relativa) y otros cardan la lana, esa era y es mi inalterable opinión al respecto. Ninguno de sus coetáneos parecía tan liberado, natural, rústico y autárquico en aquel Paisley Underground, aka Nuevo Rock Americano que nos llegó tarde pero que, por suerte, nos llegó. Maravillosas bandas de la época como Violent Femmes, Dream Syndicate, R.E.M., Rain Parade, Jason & The Scorchers… me parecían y me siguen pareciendo con una incuestionable calidad, pero las veía más ceremoniosas y afectadas por la pasión y emoción de sus influencias respectivas. Los angelinos eran como un río bravo que bajaba muy caudaloso de las montañas de California. Digamos que de ese modo se forjó mi fascinación por una de las que considero «bandas de mi vida» .

Todo fue rápido, demasiado rápido e intenso. Entre el 83 y el 87 dejaron un legado que ha resistido el paso del tiempo con la cabeza bien alta, tanto que queda totalmente probado lo bien que envejece y lo mucho que ha influenciado en estos últimos 32 años. De hecho podemos afirmar sin margen para las dudas que son el gran eslabón y buena parte de fuente de inspiración del country alternativo.

The Long Ryders - Psychedelic Country Soul (2019) 3Sus inolvidables conciertos en las recientes giras del 2014 y 2016 me permitieron comprobar el gran incremento de una legión de admiradores hasta incluso conjeturar que era posible un retorno en estudio que pudiese estar a la altura de sus masterpieces, esas que estaban cargadas de maravillosos megatemazos como «Tell it to the jungle on the sunday», «I had a dream», «Looking for Lewis & Clark», «Gunslinger man», «I want your bad»…

Y visto lo visto, o mejor decir oído lo oído, estamos ante un regreso sin hits tan rotundos como sus clásicos pero cargado de lo que mejor saben hacer: energía, inmediatez, pasión, descaro, fantásticas melodías, riffs explosivos, estribillos embriagadores… Y todo ello con los cuatro pistoleros de su mítica formación (Sid Griffin y Stephen McCarthy  con las guitarras, Tom Stevens al bajo y Greg Sowders a la bateria) intercambiando el protagonismo dependiendo del tema en cuestión.
El disco comienza con el imbatible pepinazo «Greenville«, que además sirvió de adelanto a principios del año en curso. A través de la personalidad de McCarthy trota y cabalga entre el country clásico y el powerpop. Con esa clara identidad estilística también aparece después «Gonna make it real«.
The Long Ryders - Psychedelic Country Soul (2019) 4

Por supuesto destaca el acompañamiento vocal de Debbi y Vicky, las hermanas Peterson de las Bangles, tanto en la extraordinaria versión del «Walls« de Tom Petty como en «Let it fly«, aunque en esta última lo que de verdad sobresale es el soberbio cortejo de violín por Kerenza Peacock , al igual que en «If you to see me cry« o que en «California State line«.

La onda eléctrica más marca Griffin se distingue en la elaborada «Molly somebody«, en la apasionada «All aboard«, en el trallazo «What the eagle sees« o en una majestuosa «The Sound« que los suficientes ya conocimos a finales del pasado año gracias a la inclusión de la misma en el soberbio recopilatorio «Twelve string high, the last jingle jangle, vol.3» que editó el siempre recomendable sello «You are the cosmos».
Para consumar el disco de la forma más heterogénea asume el papel principal Tom Stevens en «Bell of August« hasta definitivamente rematar la jugada con «Psychedelic country soul«, un delicioso temazo lisérgico con el que se comprende el título, el criterio y la concepción de esta reaparición.
Podemos decir pues que otra vez, en un cruce de caminos de la vida, han aparecido los Long Ryders para mantener nuestro idilio. Están vivos, estamos vivos, ellos nos aportan calidad musical y nosotros debemos mostrarnos agradecidos.



4 comentarios

  1. ¡Qué gozada de disco! Por muchas razones. Una de ellas, quizá menor, es que, hoy, podemos decir sin vergüenza que siempre tuvieron más de Long que de Ryders.

    Gracias JJJ.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar