Elvis Costello: Mystery Dance (2014)

El visionado de este extraordinario rockumental debería ser obligatorio para cualquier ser humano que presuma de amar la música. Declan Patrick MacManus nacido un 24 de Agosto de 1954 nos hace participes de su historia, historia contada en primera persona desde sus primeros recuerdos musicales gracias a su padre, cantante de una banda, pasando por el recuerdo de su abuelo o de su Liverpool natal. Este grandísimo artista de una generación posterior a los más grandes nos explica como llegó a realizar su primer disco, como se inventó a Elvis Costello, como aborreció la rutina de hacer esos discos con los Attractions con los que dominaba listas y portadas de moda, y como le dio un giro a su carrera cosa que a partir de entonces ya no ha parado de realizar, convirtiéndose en un artista inquieto para nada aposentado ni mucho menos con el piloto automático. Reconozco con algo de vergüenza haber descubierto de manera tardía a este monstruo, gracia mi archienemigo Don Guzz, y nunca podré agradecérselo lo suficiente. De hecho, este documental llegó a mis manos gracias a él. Me encanta como el director Mark Kidel conduce la historia mediante la narración del propio Costello, como nos lleva de viaje por el pasado y presente, como enseña las colaboraciones y opiniones de artistas a los que venero como McCartney, Nick Lowe, Allen Toussaint, Ron Sexsmith, Jim Lauderdale, etc, etc… Anécdotas suculentas, divertidas… 60 minutos de historia del rock, de repaso a una de las figuras más importantes de nuestro tiempo, otro que el día que falte nos dejará en cueros. Su carrera es escandalosa, sus primeros años de nueva-olera y post-punk, asentado en las listas. Su Trust, su King of America, su disco country «Almost blue» (maravilloso), sus colaboraciones con Macca que se vieron plasmadas en su «Spike» y «Mighty like a rose», o en el «Flowers in the Dirt» del ex-beatle Paul, y que pagaría gustosamente por tener compiladas en un solo disco ya sean demos o no. Su colaboración con Bacharach o Toussaint o su acercamiento brutal a la Americana con los Sugarcanes de T-Bone Burnett, Lauderdale, y Emmylou Harris que hoy me parece indispensable. Nada más, como digo de obligado visionado. Pura historia, puro divertimento. Costello es un grande y así tenemos que reconocerlo.

Elvis Costello: Mystery Dance (2014)