"...es quizás esa falta de convencionalismo la que los aproxima al pop o al folk aunque... aquí la materia prima es otra cosa, se llama soul y procede del alma..."
Dicen que es indie folk. Si es indie por independiente pues bien pero si es por asociarse con lo que comulga desde hace años el tan cacareado y también cuestionado término indie pues la verdad es que no me lo parece. Y de folk pues no sé, tampoco veo que se acerque tanto al folk. Más bien relacionaría primordialmente el sonido de estos jovenzuelos de Fort Collins, ciudad del estado de Colorado, con el soul, un soul alternativo, diferente, pero soul al fin y al cabo.

Cuando mi amigo Borja me pedía opinión sobre un tema como “December sun” quedaba sorprendido y prendado al mismo tiempo. ¿El resto será más de lo mismo? ¿Será el enésimo revival interesante pero que no aporta mucho más? Había que darle una oportunidad, había que investigar.
Lo dicho, el registro vocal del carismático Cowles, tan repleto de tonalidades, es el que vertebra y cohesiona algunos fieros e implacables sonidos guitarreros que cohabitan en sus dulces melodías. Tal es el caso de “I don’t want to be loved”.

“Madeline” es punto y aparte, estamos ante una santa maravilla, intensa, gospeliana, los coros se salen, las permutas vocales juegan, retozan, pura emoción, quizás mi preferida, una canción que pone la carne de gallina, algo tan difícil a estas alturas de la vida.
Más cosas. Si las trompetas que inician “Open doors” no presagian la intensidad a la que va a derivar ese trallazo de rock alternativo americano de pura cepa, es más fácil, por otro lado, imaginar al Dios Otis bendiciendo un temazo de la talla de “Ghosts”.
Por otra parte si hablamos de la producción el nivel es también para tenerlo en cuenta. No en vano anda detrás Jeff Powell (ha trabajado con Dylan, Lucinda Williams, Big Star, Sharon Jones,…) y, para colmo, todo se ha cocido en los míticos Ardent Studios de Memphis. Finalmente, si analizamos como conjunto “Sweet honey” habría que recalcar su homogeneidad. Como él podemos encontrar rasgos actuales semejantes en bandas como Alabama Shakes aunque con matices que los acercan a ese toque despreocupado y sin prejuicios de, por ejemplo, Dr. Dog. Es quizás esa falta de convencionalismo la que los aproxima al pop o al folk aunque, insisto, aquí la materia prima es otra cosa, se llama soul y procede del alma.
* Texto: Johnny JJ. Publicado originalmente en el siguiente enlace del Espacio Woodyjaggeriano.
* Texto: Johnny JJ. Publicado originalmente en el siguiente enlace del Espacio Woodyjaggeriano.

===> You, Me & Apollo - Sweet honey (2014)
// Por
Juanjo Mestre
¡Qué grandes, JJJ!
ResponderEliminarUn pata negra, querido, bien lo sabes.
EliminarA mi me encanta el disco pero me da un no sé qué que sea un pequeño hype.... espero que no, en la lista de mis 20 favoritos del año estará con seguridad. Qué bien suenan los condenados!!!
ResponderEliminarNo creo que acabe siendo un producto mediático, my King. ¿Por qué digo esto? Porque nadie había escrito sobre ellos en este país según búsquedas que hice en google, y porque fuera de nuestras fronteras es escasísimo lo que se ha hablado de ellos. Estamos ante un caso de ninguneo flagrante, un rara avis, al menos por ahora. Por supuesto que también estará entre mis elegidos.
EliminarUna pequeña joya, sin duda, un grupo merecedor de más atención, incluso en aquellas revistas que presumen de alternativa. Y por cierto, ¿qué me dices de la portada? Sí señor, estupendo descubrimiento...Salud!
ResponderEliminarLa portada es fantástica, dice más, si cabe, del buen gusto de esta banda. Si no hablan de ellos será nuestro tesoro oculto, jejeje. Saludos.
EliminarAún lo tengo pendiente, creo que empezaremos el año con el, no me ha dado tiempo.
ResponderEliminarAbrazo.
Cuando puedas, mysuperfriend, a tu ritmo. Recíproco abrazo.
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