Discos Críticas

Estamos muy beatles en el Exile, tenemos en un altar a los fab4 y no es para menos, además con el postarro que se marcó Joserra de Let It Be, para enmarcar, imaginaros, todo el fin de semana estoy flipándolo across the universe. Así que no es mi intención entrar a comparar la obra en solitario de cualquiera de los beatles respecto a la banda madre, sería una desfachatez, es más, creo que ningún artista sobre la faz de la tierra saldrá bien parado en la misma ecuación. Si es verdad que todos ellos han tenido momentos lúcidos y de mucha calidad en sus carreras respectivas. De George Harrison quedará para los anales el All Things Must Pass (destripado en su día aquí por mister Savoy Truffle), aunque hoy quería traerme el Brainwashed al Exilio.

Un disco importante para mi, un gran disco que más allá del panegírico pasó de puntillas, un testamento con una vitalidad y una lucidez fuera de toda duda, y ya de paso me marco un homenaje a uno de los músicos que ha marcado la música del s.XX junto a sus compañeros, dispuso de poco espacio a nivel compositivo, cosa que llevó con entereza y agradecimiento, supo cual era su sitio y lo aceptó hasta que ya no pudo aceptarlo, ya sabéis, las sesiones de Let It Be.

George Harrison no ha sido un artista prolífico, siempre que ha podido se ha zafado del mundo de la farándula, y no tiene más LP’s reconocidos, más que por falta de talento que tenía a raudales, por su manera de desentenderse de la industria discográfica, cuando no ofreciendo en un segundo plano sus servicios a amigos y allegados. Pero decir que Harrison es mi beatle favorito tampoco sería del todo cierto, si es verdad que cuando supe de la grandeza de Lennon ya no estaba, en cambio la muerte de Harrison me impactó tanto como la de Strummer y como la más reciente de Reed, entonces fui consciente de la gran pérdida que suponía tener un beatle menos en el mundo, ya sé que esto puede resultar surrealista, o no, depende de como viva cada cuál la música. Y es que Harrison siempre me despertó una gran simpatía, una porque comparto con él cierta visión mística y campestre del mundo, de donde posiblemente me viene mi amor incondicional por la música de Ronnie Lane y, además y por supuesto, porque lo considero un músico muy coherente y humano, es una apreciación muy personal, pero es que siempre me transmitió su buen rollo, y además no se puede negar que en solitario demostró su verdadera grandeza en
discos históricos, y cuando no, siempre hizo canciones que sólo un
ex-beatle podría hacer, que luego fuera un tipo esquivo es algo que pertenece a su intimidad,
Cuando entró en el estudio para Brainwashed, Harrison llevaba casi desde finales de los años 80 fuera del negocio a un nivel de normalidad de disco+gira, una larga temporada retirado y componiendo canciones a su ritmo, sin presiones discográficas y sin ningún afán de relevancia, como a él le gustaba. Entonces se le diagnosticó un cáncer a finales de los 90, y decide ponerse manos a la obra con la motivación de saber que el tiempo se le acababa, tesitura ésta que dió otra dimensión al trabajo, y por la que ya hemos visto pasar a unos cuantos artistas, Warren Zevon, Cash. En 2001 la enfermedad pudo con él. Sus dos apoyos en la grabación, Jeff Lynne y su hijo Dhani, ya tenían para entonces las directrices de George Harrison para terminarlo tal y como diseñó. Y pese a que Harrison quería un disco que sonase austero con un sonido casi de demo, a Lynne se le fue un poco la mano, ricitos de oro no lo puede evitar y cuando ve unas teclas se le va la mano, pero la verdad es que no importa demasiado visto el resultado.
Any Road abre juguetona y desenfadada, recuperada de Cloud Nine. No falta su particular mística contrapuesta a las convenciones occidentales en P2 Vatican Blues (Last Saturday Night), ni tampoco falta su mensaje cabal, naturista y vital en Pisces Fish, Harrison como yo es un Piscis, así que es una de mis preferidas. Looking for my life es una de esas canciones emotivas con el espíritu de quien sabe que se acerca su hora y echa la vista atrás sin acritud y una mirada positiva. Y que medicinales resultan siempre canciones como Rising Sun, agridulces como la propia vida, pero siempre con el sol de cada día como punto de partida, muy beatle, y un solo melódico y perfecto, como lo es el interludio instrumental de Marwa Blues, puede oirse el pensamiento de Harrison.

Y por supuesto, el track nº 7 (su número) que siempre reservaba para su canción preferida en todos sus discos, su hijo Dhani puso Stuck Inside a Cloud, simplemente pone los pelos de punta y con el tiempo esta cadencia tan beatle y tan Harrison emociona simplemente porque además de genial en su musicalidad recoge algunas de sus últimas reflexiones. Run So Far es otra de mis debilidades, recuperada del Journeyman de Clapton, con su rickenbaker haciendo sonar las campanillas. Lynne mete baza pero no se desfasa, canciones como Never Get Over You conservan el encanto del Harrison de Everything Must Pass, otra de mis preferidas es la versión Between the Devil and the Deep Blue Sea original de Cab Calloway (a repasar la versión de Ella Fritzgerald) donde armado con un ukelele recuerda la época cuando los beatles se ponían en plan swing, una joya de canción, cerrando el disco, Rocking Chair in Hawaii es una bonita reflexión en clave folk-blues y de lenguaje simple sobre el amor y aprovechar las aportunidades, es muy Ronnie Lane, o mejor, puede que Ronnie Lane fuera muy Harrison. y no podía faltar su hachazo contra el capitalismo en Brainwahsed con mantra incluido junto a Dhani.

No sé si puede considerarse éste uno de sus mejores discos, el tiempo dará la perspectiva necesaria, lo que si tengo claro es que está por encima de la media, muy equilibrado, canciones que muestran a un Harrison inspirado, el que cabría esperar de un artista de su talla, con los tics propios de las producciones de Lynne, esos coros y arreglos, y esas secciones rítmicas a piño fijo, eso si, con el característico estilo de Harrison, atención a las partes de guitarra que son de una exquisitez absoluta y unas letras como siempre, entre místicas a la par que comprometidas y críticas. Disco que refleja muy bien su misma idiosincrasia, su manera de ser, ese halo de esperanza y positivismo sobrevolando cada uno de los temas, hasta en las baladas de amor que tan emotivas y sinceras suelen salir de su pluma.

Valía la pena reivindicar a George Harrison aprovechando como coartada uno de los discos que más ha ido ganando con el tiempo entre mis favoritos de la saga beatle, no hay que buscarle las vueltas sobre si supera o no supera cualquier otro disco, es el mejor Harrison que pudiera existir en este siglo, donde habla de tú a tú al oyente mostrando sus inquietudes al final de su trayecto con una mirada positiva y valiente. Dejo aquí mis respetos en el Exilio a este gran músico, contrapeso primordial del combo beatle, excelente músico. Brainwashed merece buena atención, es un gran disco en el fondo y en las formas.

Por Chals
Ampliado, lijado y remaqueado para el Exile desde On The Route,

George Harrison – Brainwashed (2002) 8/10
 1.- Any Road / 2.- P2 Vatican Blues (Last Saturday Night) / 3.- Pisces Fish / 4.- Looking for My Life / 5.- Rising Sun / 6.- Marwa Blues / 7.- Stuck Inside a Cloud / 8.- Run So Far / 9.- Never Get Over You / 10.- Between the Devil and the Deep Blue Sea / 11.- Rocking Chair in Hawaii / 12.- Brainwashed


0 comentarios

  1. Es cierto que como este disco salió justo después de su muerte, pues quizás no tuvo la repercusión merecida,
    pero desde luego que es un buen disco del bueno de George. Aunque ya sabes, mi favorito del que hablé aquí es
    All things must pass.

    Abrazos truferos.

    1. Desde luego, el All Things Must pass es un disco esencial, a mi en general me fascina la obra de Harrison hasta en sus momentos más espesos, pero lo cierto, como dices, es que esa visión de disco oportunista no era tal, las circunstancias mermaron su interés, seguro que una gira de este disco hubiera mejorado su imagen, otra gran pérdida de los últimos tiempos. Saludos Savoy

  2. Como si fuese su padre, me gustan hasta esos discos suyos catalogados como menores, y este, que no lo es, fue muy especial por el momento en que se publicó. A pesar de que el pobre apenas pudo participar en su producción, su hijo Dhani y su fiel amigo Lynne hicieron un gran trabajo con esas hermosas melodías infinitas, nunca mejor dicho, que George dejó.
    Gran post, Chals, como siempre…
    Abrazo giagnte.

    1. tampoco veo este un disco menor, es que suena muy muy bien! y las canciones son bonitas del to. Nunca entendí, por ejemplo, la baja puntuación de Dark Horse, me parece un disco muy bien hecho, yo no conozco todos sus discos Paco, pero tengo la sensación de que algo muy bueno se ha perdido por el camino. Gracias por pasar Paco, tu comentario ya da un valor añadido a este post. Saludos

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