Críticas Discos Especiales

«The songs are there. They exist all by themselves just waiting for someone to write them down. I just put them down on paper. If I didn’t do it, somebody else would.«
Con una carrera tan extensa y llena de matices, quizás «The Freewheelin’ Bob Dylan» no sé si se encuandra entre los discos preferidos a ojos expertos y/o en listas de los cinco o los diez, tarea difícil por otra parte teniendo en cuenta que hasta hace pocos meses sacó un gran disco. Por suerte para mí, filtré el «Blowin’ in the Wind» (junto a otras de Pete Seeger y Xesco Boix) a tierna edad gracias al cancionero de las acampadas de verano. Pensándolo en la distancia, me resulta curioso como en un contexto religioso brotarán todas aquellas canciones que hablaban de libertad y fraternidad, no sabía de donde venían, ni que las acampadas que viví de muy pequeño fueron los últimos vestigios del fenómeno de los centros de excursionista que tuvieron su foco en plena dictadura en los 60 en Cataluña, con artistas como el Grup de Folk como enlace a la contra-cultura estadounidense, y que en el País Valencià tuvo su momento en los 80, un poco menos en los 90.
Recuerdo cantar «Vull Ser lliure» de Xesco Boix, imaginad a un grupo de niños de 12 años cantando un himno que habla de romper la esclavitud que nos ata y ser realmente libres, algo impensable ahora mismo, también entonábamos la versión al catalán del «Blowin’ in the Wind» en «Escolt-ho en el Vent», popularizada en su momento por el Grup de Folk en su disco «Festival Folk» del 67, puede que sin yo saberlo empecé de muy pequeño a buscar el lado folkie de la vida. Puede que el «Blowin'» sea a las acampadas, lo que el «Imagine» de Lennon a las bodas, bautizos y comuniones, cosa que tampoco le quita ningún valor a las obras en cuestión, al menos para mí, como imaginaréis «The Freewheelin’ Bob Dylan» es uno de mis discos favoritos del maestro de maestros y de mi vida.

Las canciones contenidas aquí parecen no pertenecer a su autor, ya son universales, como dijo el propio Dylan, son canciones que ya estaban allí, él simplemente las recogió. Con este disco toda una generación creyó tener un salvador, y el joven Bob Dylan, además del mayor melómano que haya pisado la faz de la tierra, sólo (sólo?!) era el mejor artista salido de Greenwich Village de su generación, no es poco para su segundo disco. Incluso Johnny Cash, ya todo un superventas, quedó impresionado (entonces comenzó a cartearse con él), también hizo despertar a Sam Cooke del sueño pop del mejor soul de los 60, ‘estas canciones las debería haber escrito un negro‘, pensaba Cooke al tiempo que le inspiró «A Change Is Gonna Come». ¿A caso se había tragado el espíritu de Woody Guthrie en alguna de sus numerosas visitas al hospital? ¿o tal vez el alma de Blind Lemon Jefferson? sería una explicación lógica para «The Freewheelin’ Bob Dylan».
Mejor sería pisar tierra firme con un disco como éste, que por encima de todo muestra una capacidad de aprendizaje y síntesis sobre las cinco décadas anteriores fuera de lo habitual para un jóven de su edad. Con las «Crónicas Vol.1», uno ya se puede situar en contexto e imaginar la gran inquietud y la curiosidad musical infinita que atesoraba, pasión que aún le acompaña después de tantos años, pienso que es su mejor secreto artístico, junto a que es un currante de la música como pocos. Encontró su punto de partida apadrinado por Pete Seeger, quien creyó encontrar la piedra roseta del folk y la esperanza para toda una generación, no cayó en la cuenta que Bob Dylan era más poeta que político. Con Dylan y este disco como ejemplo, me doy cuenta ahora de dos cosas, la primera es que la música tiene el poder de cambiar las cosas, al menos materializar la esperanza, y la segunda, que las personas a veces somos como borreguillos necesitados de un cabeza de cartel, de alguien que te guíe y te diga cómo debes pensar y actuar, esto en ocasiones puede ser contraproducente, un gran error, y supongo que una de las razones por las que Dylan renunció a su cetro generacional. Cada día estoy más convencido de ello.

En su día Seeger identificó el espiritual «No More Action Block» en el «Blowin», al igual que «Masters of War» provenía de la tradicional inglesa «Nottamun Town«, todas las canciones en este disco ya habían sido cantadas con anterioridad, pero no como aquí. Si en algún momento alguien encontró pruebas irrefutables de que Dylan era el mayor farsante… no importa, y si fue empujado por el ambiente político que rodeaba a su pareja, Suze Rotolo en portada, menos aún, viéndolo con perspectiva, Dylan ya representaba al artista en estado puro más que al activista, un actor refinado que sabía mutar de piel, que buscó en su cultura y leyó entre líneas la esencia de sus antepasados​​, desmenuzó la espina dorsal de la canción popular y la volvió a montar a su aire, bebiendo directamente de fuentes como el capo del folk de New York, Dave Van Ronk, y por supuesto del mítico Woody Guthrie (entre muchos otros).
No es de extrañar que toda una generación confusa por los acontecimientos que se iban sucediendo a su alrededor le tomara como su portavoz, con las mismas canciones podría haberlo sido cuarenta años antes y cuarenta años después, canciones que parecen hablar desde la verdad, que inspiran confianza y abren con esperanza las pequeñas rendijas de luz por donde nada está dicho definitivamente. Es curioso como estas canciones han perdurado con los años, continúan vivas, aunque las ideas de aquellos que las hicieron suyas no, en ese aspecto Dylan ganó la partida. Hoy por hoy escucho, leo y releo canciones como «A Hard Rain’s A-Gonna Fall» y «A Girl From the North Country», y me siguen maravillando como el primer día, con sólo dos discos estaba a años luz de sus compañeros de profesión, aun lo está a nivel lírico. Poco más puedo contar de un disco mítico de la historia de la música, uno de mis favoritos de Dylan, si el folk en algún momento tuvo un punto alto, una cumbre, para mí es «The Freewheelin’ Bob Dylan», la esencia del folk’n’roll way of life.

Bob Dylan – «The Freewheelin’ Bob Dylan» (1963) 10/10
1.- Blowin’ in the Wind/ 2.- Girl from the North Country/ 3.- Masters of War/ 4.- Down the Highway/ 5.- Bob Dylan’s Blues/ 6.- A Hard Rain’s a-Gonna Fall/ 7.- Don’t Think Twice, It’s All Right/ 8.- Bob Dylan’s Dream/ 9.- Oxford Town/ 10.- Talkin’ World War III Blues/ 11.- Corrina, Corrina (Traditional)/ 12.- Honey, Just Allow Me One More Chance/ 13.- I Shall Be Free
Bob Dylan-A Hard Rain’s A-Gonna Fall  (1964)


Un comentario

  1. folk'n'roll way of life! Una perfecta definicion de un disco perfecto. Ademas, felicitaciones por un texto que reune todos los elementos para cautivar a antiguos amantes de esta obra maestra y para enamorar nuevos adictos…
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