Entrevistas

Entrevista a Juanma Pastor sobre Johnny B. Zero y su álbum ‘Metonymy of sound’. Por Juanjo Mestre. Imágenes de María Carbonell.

…tratamos las canciones, que son objetos tradicionales, de forma dinámica y con una intención musical concreta; las deformamos o dejamos inacabadas como haríamos en un directo, con el objetivo de que no pierdan ni la emoción ni la incomodidad sonoro/política… 

Con motivo de la reciente presentación del extraordinario ‘Metonymy of sound’ de JOHNNY B. ZERO nos hemos reunido con Juanma Pastor, su cantante, guitarra y compositor para realizar esta entrevista.

JJ. Hola Juanma, me sumo a las felicitaciones que apuesto te estarán llegando por vuestro nuevo álbum.

J.P.: Muchas gracias. Sí, está teniendo muy buena acogida.

JJ. Supongo que eres consciente de que cada vez se habla más y muy bien de Johnny B. Zero.

J.P.: Me parece genial, la verdad. Esto de la música es una forma de vida muy complicada. Los músicos hacemos muchos sacrificios y luchamos por nuestras pasiones para casi nunca ser correspondidos de manera plena. Cuando se abre una comunicación más directa con un público y tienes tu espacio es muy satisfactorio.

JJ. Inevitable que comentemos algo acerca de este complejo año. La pandemia, el confinamiento… ¿De qué forma más directa ha repercutido todo ello en Johnny B. Zero?

J.P.: Somos una banda que venía de tocar 2 o 3 conciertos a la semana y eso se ha paralizado totalmente. Esto supone un cambio radical en nuestras vidas tanto económica como emocionalmente. Hemos tenido que cambiar los planes y vivir como banda de los ahorros que teníamos. A nivel creativo nada ha cambiado porque tenemos muchas ideas que desarrollar preparadas, pero a nivel infraestructura, estamos remodelando para salir adelante. 

JJ. ¿Qué es realmente la metonimia del sonido? ¿Una especie de simbolismo para darle mayor importancia a los aspectos instrumentales de la música?

J.P.: Es el nombre que dimos a la lógica con la que grabamos las canciones en estudio, y hemos decidido llamar así el disco. Sí, tiene que ver con dar importancia a lo musical. Es decir, dar énfasis a la manera en cómo los músicos tocan los instrumentos en buenas canciones, y dejar de lado las producciones de moda y las consignas superficiales. Tratamos las canciones, que son objetos tradicionales, de forma dinámica y con una intención musical concreta; las deformamos o dejamos inacabadas como haríamos en un directo, con el objetivo de que no pierdan ni la emoción ni la incomodidad sonoro/política.

JJ. ¿Hacia dónde se inclina más la balanza de esta metonimia? ¿Hacia el hard-rock, el free-jazz, el avant-funk, la no wave, el rock progresivo…?

J.P.: Pues un poco de todo. Creo que en la banda tenemos ahora mismo un buen balance entre lo sensual y lo intelectual; hay algo de free, pero también pop, a la par que funk o rock. La razón de que vayamos a esos lugares es porque nos gusta bailar, leer, emborracharnos, amar y reírnos, pero también sufrimos y lloramos como tontos, y se nos da bien traducirlo a lo musical, porque el público nos suele decir que nuestras canciones les afectan en ese sentido. Hablamos de lo que nos interesa y tocamos lo que nos conmueve, y lo hacemos en una banda de rock con los instrumentos disponibles en el s. XXI. 

Juanma Pastor. Entrevista sobre Johnny B. Zero.
Johnny B. Zero.

JJ. ¿Y qué diferencias más visibles consideras que hay respecto a «Suicide watermelon stories»?

J.P.: Suicide Watermelon Stories fue un disco doble en el que tratamos de llevar nuestra poética musical hasta las últimas consecuencias. Trabajamos 16 canciones buscando nuestros propios límites hasta la extenuación. En cambio en Metonymy of Sound hemos ido directamente a hablar de lo que somos y lo que significamos. Musicalmente es más físico y menos lírico.

JJ. El amor en una dimensión amplia o sensual adquiere especial protagonismo en algunos temas del disco.

J.P.: El amor y la sensualidad son temas fundamentales en nuestra discografía porque tanto tenerlos en un momento de tu vida, como perderlos y carecer de ellos, son factores determinantes para volverse loco, estar eufórico de placer o simplemente vivir tranquilo. En ese sentido, al igual que en lo puramente musical, nos gusta afrontar nuestras preocupaciones directamente. 

JJ. Desde que se incorporó Pablo Perez en «Suicide watermalon histories» la banda ha adquirido un plus muy personal gracias a su aportación con el Ewi y con el saxo. ¿Estás de acuerdo?

J.P.: Absolutamente. Es así tanto por la sonoridad atípica del saxo o el EWI en el contexto del rock, como por la personalidad loca y genial de Pablo. Es un músico que se esfuerza por entender todo lo que le rodea, es curioso, y eso hace de él una persona tremendamente creativa. Sabe expresarse en el pop con lenguaje jazzístico, o tocar rock con el saxo como si fuera el guitarrista de la banda.

JJ. Y ahora también más estable el tema de la percusión con Ben Wirjosemito.

J.P.: Ben es un batería increíble. Tiene una gran sensibilidad que creo que él mismo desconoce. Sabe hacer sonar sencilla y con groove cualquier complicación rítmica.

Juanma Pastor. Entrevista sobre Johnny B. Zero.
Johnny B. Zero

JJ. En un par de composiciones estás en la cocina, una preparando unas galletas y en otra lavando los platos. ¿Cómo te manejas la cocina? ¿Hasta qué punto te inspira para componer?

J.P.: Me manejo en la cocina. La cocina inspira a hacer cualquier cosa, y para la música no es menos. Saciar el apetito con comida buena es tremendamente musical.

JJ. «Characters» me tiene atrapado. Parece una canción de la no wave neoyorkina de finales de los 70 con ese toque experimental, me recuerda a James Chance and The Contortions. ¿Fuiste consciente de que los tiros podían ir por ahí a la hora de componerla?

J.P.: Sí y no. La idea original era hacer una canción sin estribillo. Primero compuse un riff. Luego, escribí una línea vocal que tenía algo de rap pero que flirteaba con una melodía plagada de variaciones, y que daba a la linealidad de la base un desarrollo musical sofisticado. La letra habla de un grupo de personajes a los que me voy refiriendo con los pronombres personales (I, you, he, she… ) en cada verso.

La intención era darle un carácter funk pero muy free, y en ese sentido sí que había algo de no wave en origen. Pero, tampoco quería perder la actitud abiertamente vital a lo Prince. El momento en que Pablo y Julio llevaron los sintes a un rollo industrial terminó de generar la tensión adecuada, que gravitaba entre el groove más sensual y el free apoyado en el ritmo industrial más vanguardista.

JJ. Pues mucha suerte Juanma y nos vemos pronto. Aprovecho para invitar a todos nuestros lectores a escuchar el nuevo disco de Johnny B. Zero y para asistir a sus estupendísimos conciertos.

J.P.: ¡Un saludo y un abrazo fortísimo! 


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