companionship

Críticas Discos

Sarakula entrega una colección de canciones placenteras, con mucha clase y regusto setentero.

No nos andaremos con rodeos, iremos directos al grano y diremos sin tapujos que si os gustan Steely Dan y Todd Rundgren, si disfrutáis con el Costello más comedido y retro o con ese sonido tan delicioso de Hall & Oates, e incluso si sois fans del «1972» de Josh Rouse seguramente disfrutaréis muchísimo con «Companionship», el cuarto disco de estudio del australiano afincado en Londres Joel Sarakula.

No inventa la pólvora. No rompe las reglas ni por supuesto crea tendencia pero su disco es bonico, no sé si bonico del to pero sí es muy bonico. Agradable y amoroso. De otra época. Viendo la portada con esas gafotas setenteras y esas pintas pseudo-discotequeras uno ya se siente atraído por el nuevo artefacto, ya cuando le da unas vueltas ni os cuento… Mátame suavemente Mr Sarakula!

Elegante, sedoso, creador de atmósferas retro con su perfecto soft-pop aterciopelado… Sarakula realiza un disco muy reivindicable, de calidad pasmosa que con total seguridad pasará desapercibido para casi toda la humanidad, claro está que aquí en el Exilio nos parece justo e innegociable cederle un poquito de espacio y visibilidad porque su decena de canciones bien lo merecen.

Sarakula entrega una colección de canciones placenteras, con mucha clase y regusto setentero.
Sarakula

La inicial «Midnight Driver» marca el camino y nos pone en tesitura. Esas guitarras agustito total con pose californiano y referencias obvias. Es un temazo. No lo duden. «Indigo nights» nos traslada a otra época mientras que con «King of clowns» da totalmente en el clavo, fácilmente la imaginamos cantada por el otro Elvis ya que su estructura bien le recuerda pero también a todos los artistas que hemos citado como referentes sobretodo se nos vienen a la cabeza los Steely Dan.

La discotequera «I’m still winning» se gusta y nos gusta, esos arreglos a los que Rouse rindió tributo en su POM «1972» nos encantan, para qué mentir. Favoritísimas son «Sunshine makes me» y «London Road» (con unos guiños a Paul Weller evidentes), las dos maravillosas, las dos de lo mejor del disco junto al tema inicial… y eso provoca, tal vez, que «Harmony» que anda por allá en medio quede eclipsada.

A pesar de esto, creo que esta tripleta hace grande al disco y es su verdadero epicentro. De lo restante, hay soulecito simplón en «Reunion Island» (para mí de lo más flojito). Harina de otro costal es «Don’t give up on me» y el cierre con «Game of spies», pero claramente esta tripleta es inferior a todo el resto del disco, dejando la sensación que el disco podría haber sido mucho mejor, dejando un falso regusto a falta de pegada. Dicho esto, «Companionship» es un muy buen disco, una pequeña delicatessen a disfrutar y que sin duda crecerá con las escuchas.

Joel Sarakula – Companionship (2020)

Sarakula entrega una colección de canciones placenteras, con mucha clase y regusto setentero.
Companionship

01.- Midnight Driver/ 02.- Indigo Night/ 03.- King of Clowns/ 04.- I’m Still Winning/ 05.- Sunshine Makes Me/ 06.- Harmony/ 07.- London Road/ 08.- Reunion Island/ 09.- Don’t Give Up on Me/ 10.- Game of Spies


2 comentarios

  1. Le daré una escucha, parece que pinta bien, aunque no todas las referencias que apuntas en el inicio de la reseña son de mis favoritas.
    Abrazos.

  2. Me gusta descubrir los discos sin imágenes (así que no voy a pulsar el play del vídeo), me basta saber que se pueda guardar en la estantería junto al 1972 (puta obra maestra, digan lo que digan). No quiero inventores ni pioneros, quiero canciones (mejor si son colecciones) que disfrutes con los ojos cerrados o abiertos como platos. Le voy a dar una oportunidad porque la introducción promete…

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