Discos Críticas

Reseña y crítica de ‘The land that time forgot’, álbum de Chuck Prophet.

…el Profeta cerró una etapa con su anterior álbum. Ahora aparenta más sereno, más introspectivo, con los recuerdos existenciales como principal fuente de creatividad…

El pasado 15 de mayo fue el día designado definitivamente para poder escuchar y hacer pedidos por anticipado del «The land that time forgot«, el esperado nuevo trabajo discográfico de Chuck Prophet cuya fecha oficial de lanzamiento se había retrasado hasta el 21 de agosto. Gracias a esa modificación ya hemos podido catar suficientemente esta tierra olvidada de nuestro Profeta del rock favorito, dos años después de su último «Bobby fuller died for your sins».

Del álbum que nos ocupa hemos ido conociendo parte de lo que se avecinaba debido al sucesivo anticipo de singles, empezando por la sorpresa a finales del pasado 2019 de «High as Johnny Thunders«, una pieza de pausado rock alternativo que, a través de personajes como Bukowski, Napoleón, Juana de Arco, Shakespeare o Romeo y Julieta, nos introduce en un mundo imaginario mejor, donde no hubiera niños que pasan hambre y con un estribillo que en realidad es un homenaje a héroes musicales de culto como Johnny Thunders y los New York Dolls.

Como segundo adelanto nos deleitó con la acústica, corrosiva y mordaz «Get off the stage«, donde se incluye mención a John Prine mientras acentúa esa vida paralela junto a la banda y a la esposa en la furgoneta Econoline, vehículo al que por cierto ya dedicó una canción en el «Night surfer» del 2014.

Y llegó «Marathon«. Para abrazarse y bailar hasta el amanecer en la que indudablemente es una de las mejores canciones del disco gracias al dueto vocal con Stephanie Finch y a ese prodigioso ensamble de guitarras y teclados.

Chuck Prophet - The land that time forgot (2020)

En el último de los anticipos previos, «Nixonland«, tan «Sticky fingers», fantasea cual si estuviese en una máquina del tiempo con el ex-presidente estadounidense como protagonista de una de las canciones que se podrían considerar más intensas y profundas de su discografía. Asimismo aparecen otros recuerdos de la infancia en la que abre el disco «Best shirt on« —de esas melodías tan desinhibidas como alegres que también cohabitan en el universo de Prophet— y «Paying my respects to the train«, trascendente mirada al pasado y al transcurso de la vida.

Nos queda destacar el coro femenino que da mayor énfasis a ese cantar desde el corazón, a todo pulmón en «Willie and Nilli«, los aires stonianos en «Fast kid«, o los cañonazos de amor en «Love doesn’t come from the barrel of a gun«, «Meet me a roundabout« y «Womankid«. Podría incorporarse también a ellas la desgarradora «Waving goodbye«, donde el tiempo puede detener un corazón, donde se retrata un plan para escapar y donde hay una despedida porque ya no queda nada a lo que aferrarse.

A modo de síntesis creo que el Profeta cerró una etapa con su anterior álbum. Ahora aparenta más sereno, más introspectivo, con los recuerdos existenciales como principal fuente de creatividad. Seguramente no sea de tanto impacto súbito como sus predecesores pero, tal y como sucede con los mejores vinos, adquiera solera cuando se deje reposar.


2 comentarios

  1. Me está gustando bastante, el único pero (aunque es un pero pequeño) es que me resulta un tanto lineal, pero abundan las buenas canciones. Prophet saca un disco destacado dentro de este año sin despeinarse.
    Abrazos.

  2. Me parece un discazo.
    Pasan los años, pero la capacidad de este señor para firmar espléndidas canciones, es increible.
    Y tiene un merito tremendo que no decaiga. Para mi,a la altura de lo mejor de su carrera.
    Solo falta que podamos volver a verle pronto en vivo!!!

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