Conciertos

como si el tiempo no hubiese transcurrido, con la misma actitud y profesionalidad en directo que antaño, destilando rock’n’roll por los cuatro costados, dispuestos a terminar aquello que empezaron y convirtiéndose las plegarias de muchos en realidad...

Veinticuatro años desde su despedida y cuatro años después de su resurrección volvieron los Cero a València, como si el tiempo no hubiese transcurrido, con la misma actitud y profesionalidad en directo que antaño, destilando rock’n’roll por los cuatro costados, dispuestos a terminar aquello que empezaron y «convirtiéndose las plegarias de muchos en realidad», tal y como manifestó el Pitos en un intervalo de canciones.
Crónica concierto 091 (Sala Repvblicca de València, 14-2-2020) 2

A destacar que en esta ocasión Jose Antonio García, Jose Ignacio Lapido, Tacho González, Victor Lapido y Jacinto Ríos regresaron a la sala Repvblicca escoltados también por el teclista Raúl Bernal, habitual miembro y colaborador de la banda de Lapido en solitario.

Ineludiblemente la mayor curiosidad era comprobar cómo encajaban las nuevas canciones de esta «otra vida» con los viejos clásicos y doy fe que el acoplamiento resultó bastante logrado en directo, convirtiéndose en más intensas y roqueras las más recientes melodías que desfilaron de los granadinos, tales como la lógicamente inicial «Vengo a terminar lo que empecé«, «Condenado«, «Mañanas de niebla en el corazón«, «Naves que arden«, «Por el camino que vamos«, «Soy el rey« y «Al final«.
Crónica concierto 091 (Sala Repvblicca de València, 14-2-2020) 3
Naturalmente los momentos más álgidos de la velada residieron en esos viejos clásicos, himnos grabados a fuego lento en buena parte de esa fiel concurrencia que, otra vez más, no llenó la sala tal y como sí que ha sucedido en otros lugares de la geografía española. Entre las míticas siempre son una garantía «El baile de la desesperación« o «Zapatos de piel de caimán«, mientras que la respuesta cómplice entre músicos y público resultó evidente en «Este es nuestro tiempo« y «Huellas«.
«Tormentas imaginarias« sirvió de nuevo impulso en el ecuador del concierto y, si tuviera que destacar una copla del setlist, esa sería «Cartas en la manga« con su extraordinario y afilado riff guitarrero inicial apoderándose del recinto y retumbando eso de «olvidé que el amor es como el filo de un hacha al cortar».

Crónica concierto 091 (Sala Repvblicca de València, 14-2-2020) 4
Salvando algún pequeño despiste del Pitos en alguna letra que lo suplió con gracia, ingenio y una voz prodigiosa, nos miró de cerca el amor en «Un cielo color vino«, resultó como siempre milagrosa «La canción del espantapájaro, apretaron el acelerador en «La torre de la vela« y nos pillaron confesados con «La calle del viento«.
Eso sí, el bis fue apoteósico en su recta final. Sopló el viento a nuestro favor en «Esta noche«, nos conmovimos con el vitalista recuerdo de «Qué fue del siglo XX«, nos regocijamos con los regalos de crisantemos en (precisamente) el día de San Valentín al compás de «Otros como yo« y nos regalaron un hombro en el que llorar con «La vida qué mala es«.  Por cierto, tuve delante a dos niños con su padre, de unos 10 y 12 años más o menos, cantando en primera fila al unísono muchas de las canciones de los Cero. Eso también fue muy emocionante, seguramente lo más emocionante.

* Todas las imágenes y vídeo del archivo redactor Juanjo Mestre.



Un comentario

  1. Me alegra mucho escuchar que los nuevos temas suenan más rockeros en vivo, echo de menos un poco de caña en su último disco, por lo demás el setlist es brutal, con los clásicos inmortales del grupo. Un puntazo lo de los críos, y que difícil de ver en nuestros días algo así.
    Abrazos

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