Pete Molinari – Just like Achilles (2020)

A este 2020 le está costando arrancar en lo que se refiere a discos que nos dejen en cueros. No hay ninguno, o casi ninguno (pero me están comenzando a llegar joyas…, huelen a casi POMs, a excitación, los nuevos de The Wood Brothers, A Girl Called Eddy y Andy Shauf…), que me haya robado el corazón todavía pero sí bueno discos, eso es inevitable pero la verdad es que he tenido que ir tirando de discos olvidados del año pasado. Por suerte, Charlie Sutton, Marcus King y Pete Molinari intentan llevarme la contraria. El de Sutton es un discón de tomo y lomo, y el de King es notable pero le falta algo, ese mojo indescriptible que le haga pasar a un nivel superior. Eso sí, es muy disfrutable. Hoy toca hablar del nuevo trabajo de Pete Molinari, su «Just Like Achilles», que sí es notabilísimo y que es su quinto o sexto de su carrera, y qué queréis que os diga, que es un trabajo de esos pop-rockeros con ecos inevitables a los sesenta, a la beatlesque, y qué un servidor disfruta sin esfuerzo alguno. Para ello Molinari cuenta con el archiconocido y reputadísimo productor Don Was (que deja su impronta), con el teclista de postín Mike Garson y con colaboraciones de lujo como la de Jakob Dylan. Así pues su vuelta al ruedo después de una retirada en L.A. y su dedicación al cine y teatro no ha podido ser mejor a pesar que nadie le ha hecho ni puñetero caso a su vuelta, nada en prensa, nada en ningún lado y eso que sus anteriores trabajos no bajaban del notable.

«Just Like Achilles» es para mi entender el mejor disco de Molinari de largo. Combina muy bien su sonido sesentero con una producción bastante actual que entronca con aquel sonido britpop de los noventa. Resulta una escucha excelente y rejuvenecedora. Escuchen ustedes sino me creen la excelente «Goodbye Baby Jane», con ese ritmo trotón y esa cadencia chulesca lennoniana que luego bien copió el inaguantable Liam de los Gallagher.  En «Steal the night» el pop supura por todas partes, boniquismo Brit al igual que «No ordinary world» en la que incluso hay toques a lo Supergrass…  El disco se dispara con «I’ll take you there» que es un despelote garagero, nos seduce con la excelente «Satisfy me» y nos remata con el single increíble de «Waiting for a train». Llegados al ecuador del disco nada que objetar, solo aplaudir, puesto que a cada escucha la adicción crece y el disco se hace tremendamente importante. Molinari lo consigue, hace lo que no imaginábamos, colocarnos su colección de canciones entre las favoritas del mes de Enero. «Colour my love» es muy Costello, y «You’ve got the fever» tiene ese toque pastoral que la hace fácilmente favorita personal. De lo que queda hay que destacar la espectacular «I can’t be denied» que es oro puro, de 24 quilates o más. Sin olvidarnos de «Born to blue» que es un caramelito o de la canción que da nombre al disco que es un despiporre absoluto. Contra todo pronóstico, «Just like Achilles» se convierte en un pelotazo de pop-rock con aromas brittish que pone el listón por las nubes. De verdad, no dejen de escuchar este discazo.