Discos Críticas

Que delicia escuchar los efluvios de las alcantarillas de la calle E en Traditional Village y comprobar que mientras el Boss se quita las legañas de buena mañana para hacerles fotos a sus caballos en la granja, esta banda ya se ha hecho el café con leche y está en la calle recuperando el tiempo perdido con rock de guitarras y mucha calidad
Vuelven The Hold Steady después de más un lustro desde su anterior disco. Regresan con este Trashing Thru The Passion, tiempo suficiente como para haber olvidado a la banda de Brooklyn, tiempo en el cual Craig Finn ha iniciado una carrera en solitario publicando cuatro discos notables del que me quedo con el primero sin lugar a dudas. Este disco tiene más particularidades, como el regreso a la formación de Franz Nicolay una década después de su marcha, teclista original y coescritor de algunas de las canciones junto a Finn y Kubler. Y además no es un nuevo disco al uso pues la mitad de las canciones ya han aparecido desde 2017 en EP’s.
Son muchos los reencuentros y las explicaciones, y la verdad es que no tenía puesta ninguna expectativa en este retorno, y más estando entre mis discos favoritos de la banda la tripleta inicial, cuando les pretendían como jóvenes relevos de Springsteen (junto a The Gaslight Anthem). Salvando las distancias si que tenían bastante del vigor rockero que antaño hizo grande al de Freehold. Pero su música siempre fue mucho más que un pretendido relevo, sonaban a bar un sábado por la noche, a rock a secas sin etiquetas, con la particularidad de llevarlo a un estadio más indie-rock guitarrero y sin concesiones, a veces más setenteros, a veces más new wave, y unas canciones desprejuiciadas y frescas.
Finalmente me ha sorprendido, y ahora este disco es uno de mis favoritos del año en curso y de la banda. El inicio con Denver Haircut y Epaulets no deja lugar a la duda, sus guitarras continúan afiladas y las historias de Finn adentrándose en los sustratos más bajos son mejores, eso por no hablar de la estupenda labor de Kubler y sus riffs de guitarra, se luce en T-Shit Tux y en The Stove & The Toaster, que guitarra!. El vigor aun está y la lírica fugaz también, es verdad que You Did Good Kid denota los años, y les sientan bien hasta cuando se acercan a la carrera en solitario de Finn y para prueba la fantástica Blackout Sam, teclados, sección de viento, guitarra, y un Finn en estado de gracia, favoritísima y para apuntar en un supuesto ‘Songs 2019’. Que delicia escuchar los efluvios de las alcantarillas de la calle E en Traditional Village y comprobar que mientras el Boss se quita las legañas de buena mañana para hacerles fotos a sus caballos en la granja, esta banda ya se ha hecho el café con leche y está en la calle recuperando el tiempo perdido con rock de guitarras y mucha calidad. Cierran con la incisiva Confusion in the marketplace estas diez canciones que pasan en un suspiro, que no aburren y que superan lo que esperaba.
Me reencuentro con The Hold Steady como no imaginaba pues para mi Thrashing Thru The Passion es uno de sus mejores discos, me entusiasma. Será que después de tanto tiempo sin saber de ellos el factor sorpresa se vuelve a confundir, será porque el regreso de Nicolay ha añadido más matices, que echaba de menos los riffs de Kubler, la rima despierta de Finn o quizás por esa sección de vientos callejera tan bien puesta, quien sabe. Ya no son jóvenes y se nota, pero los años no empañan ni un solo segundo de la música, les sientan bien y me alegra muchísimo. Con estas canciones dan unas ganas tremendas de verles en directo. Un muy buen disco de rock americano de guitarras. Un gran regreso. Muy recomendable y favorito del año en curso.
Por Chals Roig
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3 comentarios

  1. Les tenía perdida la pista, siempre me han parecido irregulares aunque tenían cosas que me gustaban y me caían bien.
    Escucharemos este nuevo disco.
    Abrazos.

    1. A mi tampoco me gusta todo lo que han hecho The Hold Steady, diría que de toda su carrera discográfica son 3 discos los que más me han impactado/llegado, y este es uno de esos tres. La madurez es sienta muy bien, o a lo mejor mi madurez lo quiere ver así.
      Saludos y abrazos.

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