Kevin Morby - Oh my God (2019)

Críticas Discos

Kevin Morby publica un arriesgado álbum doble.

Si la temática es muy concreta, el envoltorio que utiliza para hacerla patente no lo es menos: gospel, soul, pop, rock, jazz…

Nadie podrá decir que Kevin Morby es un tipo conservador, de esos que saben cuál es la fórmula a aplicar en sus trabajos para obtener un éxito más o menos seguro, y se mantienen fieles a ella. El último disco del texano así lo demuestra.

Ex bajista del grupo Woods, formación que abandonó en 2012 para buscar una mayor proyección de sus inquietudes musicales, cosa difícil militando en la misma banda que el omnipresente Jeremy Earl.

Kevin Morby
Kevin Morby

Hace apenas un mes publica «Oh my God», su quinto disco en seis años, que llega tras el magnífico «City music» de 2017 y que en formato de doble Lp nos acerca su visión sobre la fe, la perspectiva de la santidad y el poder de la oración. Se trata de un trabajo lleno de espiritualidad y mística, donde se pasean dioses y demonios, se alzan oraciones y plegarias y la música nos embarca en un viaje ascético y contemplativo.

Si la temática es muy concreta, el envoltorio que utiliza para hacerla patente no lo es menos: gospel, soul, pop, rock, jazz… Durante el recorrido nos encontramos con apasionados coros femeninos, vientos de diferente procedencia -quebradizos saxos especialmente- llegando en momentos a desplazarse por determinados cortes el sonido de una big band, variedad de percusiones, pianos y sintetizadores.

Las atmósferas acogen melodías de encendido apasionamiento gospel, riqueza coral que escolta la vocalidad de un Morby que emula a un Lou Reed de ascendiente místico, furias de vientos que encienden estribillos de fuerte sabor nuevaorleanesco, broncíneas jaculatorias y festivos salmos ceremoniosos.

Bajo este mantra, y gracias a la magnífica producción de Sam Cohen, el disco desglosa catorce temas de diversa inclinación sónica y estilística, donde un tono excesivamente homogéneo puede que sea el principal creador de conflicto a la hora de decidirse a dedicar al álbum el tiempo que necesita y merece, pues una vez sumergidos en su liturgia nos encontramos con momentos de recogimiento que son recibidos con creciente regocijo.

Bandcamp de Kevin Morby: https://kevinmorby.bandcamp.com/

Van surgiendo momentos especiales y las reflexiones que se urden en la oscuridad se desplazan hacia la luz en temas más diáfanos y luminosos, todo es cuestión de saber navegar en el agua bendita de «Oh my God».

Un disco que necesita paciencia y un posicionamiento muy concreto para no resultar plano y brumoso, cosa que puede resultar a la primera escucha, pero que con sucesivas audiciones va dejando ver sus bondades, llegando a revelarse como un hermoso glosario de canciones plenas de sentido y belleza. Merece la pena la penitencia.

Kevin Morby en el Exile (pinchar).


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