Especiales Críticas Discos

Me encantan los Stones. Me enloquecen. Es más, me la ponen dura para qué negarlo. Son el mejor grupo de rock de la historia. Vuelvo a ellos una y otra vez. Son la monda lironda en todas sus facetas, en los primeros sesenta con esos singles escandalosamente escandalosos. Durante el final de los sesenta principio de los setenta donde brillan por encima de todos construyendo un sonido que después mil veces se ha copiado, alargando su sombra hasta el infinito, marcando a fuego las bases del rock, influenciando hasta nuestros días. Tal vez es entonces cuando son mejores, es su época dorada, la verdad es que es la época dorada de la música y allí, en ese contexto, con los Beatles retirados, fueron los putos amos. Los auténticos Reyes del cotarro. Y hasta cuando esa resaca que no suele sentarle bien a nadie se presenta después de una tras otra puta obra maestra, parece no afectarles del todo a ellos, después de lo sublime siguen editando discos sobresalientes pero a los fans les cuesta asumir que están por debajo de sus anteriores trabajos (no demasiado). Un servidor se confiesa.  Soy un enamorado de “Goats head soup”, “It’s only rock’n’roll”, “Black and Blue” y por supuesto “Some girls”, uno de mis favoritos de todos los tiempos. Este póker de discos sí que es tal vez el último gran ramalazo stoniano. Canciones buenas siempre harán, pero discos enteros… Luego llegaron los odiosos ochenta para el rocanrol de toda la vida, y a los Stones como a cualquier banda o solista dinosaurio de largo recorrido les afecta de mala manera ya sea por los arreglos, la ropa hortera o el cambio de tercio musical. Nadie salió indemne, aún así sacaron enormes canciones aunque, como digo, ningún disco cojonudo a excepción de “Tattoo you”, obviamente. En los noventa y dosmiles sigue apareciendo material nuevo que cuando uno escucha después de dejarlo reposar durante años descubre que era mejor de lo que a priori le había parecido, mejor que muchos discos de las bandas mas “in” del momento aunque claro ya no sea tan moderno escuchar a esos roqueros carcamales.  Ya sean por poner ejemplos claros «Vodoo Lounge» (1994), «A Bigger Band» (2005) o «Blue & Lonesome» (2016), y se rumorea que este año podría llegar material nuevo. Sus Satánicas Majestades nunca descansan… Hace unos días, charlando con mi hermano, salió la conversación de la vuelta de muchos dinosaurios del rock, ya sea Kinks o Ray Davies en solitario, McCartney, Paul Simon, The Who… y lo poco críticos que somos los fans con sus nuevos trabajos, que a parte del cariño que les podemos tener no llegan al nivel de sus obras magnas como es bien lógico. Papá Bob, Tito Neil, y los Stones nunca se han ido del todo, así que no tienen que volver con nada. Siguen su evolución. A pesar de eso, y hablando de los Stones pensé después que el último gran disco de los Stones fue «Tattoo You», y de eso ha llovido mucho. Además, durante aquellos años los Stones no andaban del todo bien. Ni por dentro ni por fuera. Cansados y hastiados de ellos mismos, de lo que significaban, andaban haciendo el tonto por separado, lo que hizo que la banda descarrilara y las amistades estuvieran a punto de ser irrecuperables. Por suerte, y como suelen arreglar las cosas, decidieron sacar un disco, la otra opción para Keith siempre es una gira… que la hubo. Y contaron con Chris Rimsey en la producción junto a Keith y Mick, los Glimmer Twins. Del señor Rimsey fue la idea de rebuscar en el cajón de los olvidados, de los desahuciados, de los temas desechados ya que Jagger/Richards no pasaban por un buen momento ni de amistad, ni de creatividad. De allí repescaron unos cuantos temas que serían casi el 80% del cancionero final. Para darnos lo que siempre hemos querido, siempre hemos esperado… sólo rocanrol, del que nos gusta.

Este tremendo artefacto se conoce por comenzar con el temazo de “Star me up” con ese riff enfermizo y contagioso típico de Keith y la voz de Jagger buscando sexo por doquier. Simplemente cojonuda aunque demasiado radiada y por eso, tal vez, tan sobada y gastada pero eso no quita para que muchos matasen por una canción de esa guisa. “Hang fire” es un pelotazo descomunal que fue desechado en las sesiones del brutal y eterno «Some Girls».. rinde tributo al maestro “Chuck” y  contiene esos coros tan popis que me vuelven loco (chú-rurup-ru, chú-rurup-ru. Chúru, chúuuru). “Slave” podría encajar perfectamente en “Black and blue”, dicen que de allí salió la maqueta, me lo creo, me encaja, a mi me vale. Y dicen que sí, que contó con Pete Townshend, Sonny Rollins y Billy Preston…. Casi ná: Do it, do it, do it do it do it!. “Little T & A” es una pieza de Keith y es de lo mejorcito del disco, tiene ese sabor stoniano de toda la vida, esa picardía, ese puterío. Oh! Qué buena es la condenada!. Otro descarte más, esta vez de su anterior disco, el maltratado «Emotional Rescue». “Black limousine” es otra sobra de «Some Girls», un tema bluesero típico de la banda con Ron Wood como protagonista y luego “Neighbours” que presenta una estructura de rock que luego usaron mucho, tal vez demasiado, en sus siguientes trabajos. Abusando excesivamente de la formula fácil para conseguir un temazo. A mi me parece cojonuda pero entiendo que no es el rock de antaño, y se nota bastante que no es un rescate sino algo creado para el nuevo disco. “Worried about you” es una delicia, una delicatessen. Ese pianito, ese falsete, esos instrumentos que se van incorporando poco a poco y ese estribillo que te deja con el culo al aire. Como dije: deliciosa. A partir de este momento uno tiene que cogerle el punto a las canciones aunque no cuesta mucho. Tiene su punto de cocción, su dejarse engatusar. Una vez educado el oído uno puede disfrutar con la negritud de “Tops” proveniente nada más y nada menos que del «Goats Head Soup», “Heaven” puede que demasiado ochentera….  y “No use in crying” que para un servidor es una de las joyas ocultas stonianas, una de las canciones más ninguneadas de su carrera. Para finalizar por todo lo alto con esa canción eterna y bella que es “Waiting on a friend” también esbozada durante las sesiones del «Goats», y es que no hay vez que no escuche esta canción que me ponga los pelos de punta. Perfecta. Así pues, reivindico este discazo que un servidor tenía algo arrinconado, un discazo de los Stones, otro más, tal vez el último.

The Rolling Stones – Tattoo you (1981)

1.- Start Me Up/ 2.- Hang Fire/ 3.- Slave/ 4.- Little T&A/ 5.- Black Limousine/ 6.- Neighbours/ 7.- Worried About You/ 8.- Tops/ 9.- Heaven/ 10.- No Use In Crying/ 11.- Waiting On A Friend.


3 comentarios

  1. Siempre lo meto en la lista de los grandes discos de los Stones, no la termino con Some Girls. Aunque no tenga la grandeza de éste, si que es el último que suena realmente a Rolling Stones.
    Abrazos.

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