Críticas Discos

Siempre hay ganas de realizar la primera reseña del año y comenzar a probar los nuevos discos que se nos vienen encima, más aún si dicho disco es del enfant terrible Ryan Adams. Lo peligroso del tema es que precisamente se trata de él, geniecillo de culo inquieto y capaz de realizar joyas atemporales como auténticos pastiches representativos de décadas pasadas. Soy muy fan de Ryan Adams, lo reconozco, pero matizo que lo soy de aquel Ryan Adams de Whisheytown, de sus primeros trabajos ya sea «Hearbreaker» (aún hoy su mejor disco) y «Gold», y por supuesto de su faceta más americana/countril, lo que vendría a ser «Cold Roses», «Jacksonville city nights» y «Ashes and Fire». No me gusta tanto (y a veces nada) cuando le da por «ochentear» o ser más comercial, tal vez por eso no caí rendido a sus pies con el aplaudido y celebrado «Ryan Adams» del 2014 y mucho menos con su nuevo disco: «Prisoner» que oficialmente aparecerá en Febrero pero que ya hemos podido escuchar todos mediante diferentes vías y métodos (tranquilo Ryan, compraré tu disco, aunque sólo sea por el afán completista). Seré sincero, no le he dado todas las escuchas necesarias para realizar una crítica con cara y ojos, he preferido hacerla ya para no estar intoxicado por lo que leeré sobre el disco de aquí en adelante. Son mis primeras impresiones, mis primeras sensaciones y a pesar que el disco con las sucesivas escuchas me va atrapando, tiene ese sonido típico ochentero que particularmente no me convence, ese sonido que muchos artistas de hoy han recuperado, desde el propio Adams al mismísimo Springsteen. El propio Ryan admite estar influenciado en la creación de las canciones por su reciente divorcio con Mandy Moore e inspirarse en el sonido del Boss de los ochenta, y en los de la ELO, AC/DC y bandas heavy/gay permanentadas, para qué negarlo no? si es evidente. Pues bien, ese sonido me tira para atrás, pero es lo que ha decidido el geniecillo de Jacksonville y lo aceptamos, lo escuchamos y nos dejamos embaucar o no. 



El primer adelanto del disco es también el tema encargado de abrirlo. «Do you still love me?» desde el principio deja bien claro de qué va a ir esto, a qué va a sonar. Su organillo a lo «Whitesnake» le delata y le reafirma. La épica ochentera radiable aparece aquí orgullosa de serlo, y el tema, aunque fuera de mis sonidos favoritos es un buen tema, no diré que no, para qué negarlo?. El solo de guitarra central tiene ese toque de heavy-rock mariconcete de la época y de eso pasamos al tema que da nombre al disco, que es muy Adams aunque vestido con arreglos ochenteros, muy Springsteen porqué no decirlo también. Un tema correcto que tampoco pasará a la historia. con una guitarra a lo Johnny Marr aunque algo adormilada. Es un sí pero no, un está bien pero no mata, un lo escucho ahora pero no lo volveré a pinchar de aquí a tres meses….. Más épica springstiniana con «Doomsday», percusión enlatada (que aborrezco) y una estructura compositiva que me lleva a tiempos de hombreras, tejanos de colores y zapatillas J-hayber (para olvidar). «Haunted house» podría estar en «Demolition» perfectamente, algo de ese disco hay aquí, algo sí, pero poco. Y en «Shiver and shake» vuelve a aparecer la alargada sombra del Boss……. del Boss que ni fú ni fá, del Boss que no me da trempera…….. Y a todo esto llegamos al ecuador del disco con otro single de adelanto, con «To be without you», y qué queréis que os diga, pues que es el mejor tema del disco. Sí señor, es un temazo, porque Ryan sabe hacerlos, muchos y muy bien, aunque aquí también ha tirado de «inspiración ochentera» pero esta vez del más grande (perdóname Bob), de Tito Neil, del Young ochentero o más bien del principios de los noventa, de aquel delicioso sonido de «Harvest Moon», y es que Ryan tampoco ha escondido nunca que ama a Neil Young sobre todas las cosas (y quién no!). Y con este tema me reconcilio con el disco de Adams y me lo miro con otros ojos…. y después de eso «Anything I say to you now» me devuelve a la cruda realidad. Ochenterísmo radiofónico!!!! pero bien entendido… de cuando la radio era la radio, y de cuando se escuchaba buena música en ella. Este tema sí me gusta, con esas guitarras que recuerdan a Marr o Buck…. y mucho. Ya digo que el disco con las escuchas gana, seduce, engatusa, convence? eso ya se verá, pero desde luego, gustos y manías a un lado, no estamos ante un mal disco pero tampoco ante una obra maestra. Y no me voy a enrollar mucho más porque con las escuchas que llevo tampoco da para más. Sí quería destacar de lo que queda algún tema, en concreto dos: «Breakdown» y «Tightrope», que me las imagino a ambos con otros ropajes más acústicos y countrescos y me da la sensación que serían tremendos. Cierra con la U2-Bonera «We disappear» Ryan sin pena ni gloria, un disco interesante, con algún que otro destello pero algo decepcionante. 

Ryan Adams – «Prisoner (2017)»
7/10
01.- Do You Still Love Me/ 02.- Prisoner/ 03.- Doomsday/ 04.- Haunted House/ 05.- Shiver And Shake/ 06.- To Be Without You/ 07.- Anything I Say To You Now/ 08.- Breakdown/ 09.- Outbound Train/ 10.- Broken Anyway/ 11.- Tightrope/ 12.- We Disappear.


 


Un comentario

  1. Me identifico con tu primer párrafo en lo que respecta a Adams. Fan pero con matices. Si quieres que te diga la verdad me está dando una pereza de mucho cuidado. Pero me anoto esta reseña que es más o menos lo que me espero.
    Abrazos

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