Críticas Discos Especiales

Tras unos cuantos cafés y unas copas de más, a muchos apasionados de la música nos da por discutir a menudo en la sobremesa sobre cuales han sido las mejores bandas de la historia, y casi siempre hay un pequeño ramillete de grupos, tal vez media docena, que aparecen en todas las listas. A esos, no los vamos a nombrar ahora, bueno, ni a esos ni a ninguno, porque lo que me pasa por la cabeza ahora mismo es que para realmente llegar a ser una de las grandes bandas de la historia, además de lo que nos da el paso del tiempo, de su repercusión e influencia, y lógicamente de tener canciones y discos que quiten el hipo, es sin duda alguna el tener un sonido propio. A mi por ejemplo Wilco me parecen una banda soberbia, de las mejores de los últimos tiempos, una de mis favoritas, en cambio a Radiohead no los elegiría entre mis veinte favoritos, aún así y siendo justos creo que son más importantes que Wilco sobretodo cuando echamos la vista atrás. Los de Tweedy tienen más de una POM, no hay duda, pero los de Yorke, además de también tener obras maestras, tienen un sonido que de primeras les identifica, un sonido digamos que propio, que marcó tendencia e innumerables imitadores. Por ejemplo adoro a Jack White pero no deja de ser un plagiador ya sea de los Zepp, los Pixies o quienes se le pongan por delante, en eso del corta y pega es un maestro. The Decemberists serían otra gran banda que cada vez me suenan más a REM y por eso, aunque los adoro, no pueden llegar a cotas tan elevadas, y la banda de Athens es de esas bandas gigantescas con un sonido único y personal, como por ejemplo la Velvet, los Ramones, los Doors, Talking Heads… etc, etc.. bandas que no suelen aparecer en el podio pero que sin duda son esenciales. REM son en mi opinión la última gigantesca banda que ha dado la música, claro que hay grandísimos grupos, no jodamos, pero con ese nivel, no.

Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Berry formaron REM en 1980 y debutaron con «Murmur» en 1983, un disco que sin duda les coronó como reyes de la mal llamada música independiente o alternativa, qué más da. Y ese título se fue afianzando año tras año con disco como «Reckoning» (84), «Fables of the reconstruction» (85), «Lifes rich pageant» (86) y «Document» (87) disco con el que los conocí y me hice fiel seguidor aunque no fue ese año sino mucho más tarde. Después de aquello ficharon por EMI y nació «Green» (88) donde ya se percibían cambios, dejando un algo la austeridad y la electricidad por otras vías menos indies y más maintream como nos lo mostraron en 1991 con «Out of Time», un favorito personal de siempre por encima de su disco siguiente, sí, por encima del que todo el mundo opina es su obra maestra «Automatic for the people» (que lo es, no voy a engañar a nadie), pero es que «Out of Time» dejó huella en mi vida y cada vez que lo escucho se me eriza la piel y me vienen recuerdos hermosos de cuando no me afeitaba y pensaba en dejarme el pelo largo. Con los números en la mano «Out of Time» no tiene discusión, REM lo vendieron como churros, número uno en listas, había singles a cascoporro, vídeos promocionales que han quedado en la memoria del populacho. Tres años tardaron en retomar lo dejado en «Green», tres años que llevaron a la banda a un pequeño giro que les dio todo el éxito que parecían haber querido esquivar anteriormente pero al que estaban predestinados. con temas inolvidables con mucho gancho y que podemos acusar, a veces, de easy-listening, pero que esconden en sus letras un marcado tono de queja, de reivindicación política, aunque como digo lo que destaca por encima de todo son las guitarras acústicas, las melodías, la voz de Stipe. Todo eso haciendo magia, dando un tesoro.

El inicio con «Radio Song» es mágico, con un tranquilo y dubitativo primeros segundos que de golpe y porrazo se aceleran al mismo ritmo que la guitarra escupe riffs bañados en funk y con la inconfundible voz de Stipe y un delicioso órgano que marca la diferencia entre una notable canción y una magnífica. El segundo tema del disco es la increíble y mítica «Losing my religion» que no por escuchada en millones de ocasiones deja de ser una POM en sí misma. Un clásico instantáneo, una deliciosa canción por la que muchos matarían, donde destacan las cuerdas y sobretodo esa mandolina final que se grabó hace muchos años en nuestro cerebelo y que marca un antes y un después en la carrera de la banda, dejando claro hacia donde se dirigían. «Low» es un caramelito envenenado. Una joya. Una de mis favoritas de la banda con las congas marcando el ritmo y el órgano de fondo vistiendo la canción mientras Stipe casi fraseando y en un tono vocal más grave de lo habitual va cocinando el tema a fuego lento hasta que el estribillo saca la cabeza y entonces nos embruja con suma facilidad. «Near will heaven» es pura orfebrería pop, muy noventera ella, muy juguetona ella con mil voces empastadas a la perfección, recordando a los grandes Beach Boys. «Endgame» es muy bonica, bonica del to, y sirve de magnífico puente hacia otra de las joyas del disco, esa festivalera «Shinny happy people» a la que muchos le tienen rabia pero que a mi me parece soberbia, y que tiene varios puntos a favor gracias a la presencia de Kate Pierson de B-52s que influye en la canción brutalmente, tanto que incluso el videoclip parece más de B-52s que de REM. Fantástica pieza que divide el disco en dos partes. «Belong» abriría esta segunda parte, una canción muy muy REM. Preciosa de cabo a rabo. Otra de mis favoritas personales es «Half a world away», es escucharla y ver de donde sacan la inspiración The Decemberists, podría ser o no de ellos? «Texarcana» tiene un inicio muy «smithero», además creo que fue la primera canción compuesta y cantada pro Mike Mills. «Country feedback» es una delas mejores canciones de la histórica banda aunque en muchas ocasiones nadie se acuerda de ella, además cuenta con John Keane a la pedal steel…, casi ná. Finalmente cierra esta obra maestra «Me in honey» con algo más de energía pop, un riff magnífico del gran Peter Buck y otra vez la estupenda voz de Katie Pierson aunque con algo menos de protagonismo. A «Out of Time» a veces se le ningunea por ser el disco donde REM se abrió a mercados más accesibles y lógicamente por ser el disco antes de su «POM», su «Automatic fo the people», pero que no os engañen con críticas ninguneantes, con calificaciones baja. Sí, «automatic» es su Puta Obra Maestra, pero «Out of Time» también lo es, al menos para un servidor.

REM – Out of Time (1991)
9,9/10
01.- Radio Song/ 02.- Losing My Religion/ 03.- Low/ 04.- Near Wild
Heaven/ 05.- Endgame/ 06.- Shiny Happy People/ 07.- Belong/ 08.- Half a World
Away/
09.- Texarkana/ 10.- Country
Feedback/ 11.- Me in Honey.
 


3 comentarios

  1. Pues me ha gustado mucho el post, la primera parte y el comentario posterior,y eso que apenas me he acercado a REM, nunca me ha enganchado, aunque éste disco esta chulo.
    Abrazos.

  2. Pues para mí dista y fue un disco fallido si lo comparamos con cualquiera de los anteriores ochenteros donde está la mayor grandeza de REM(excepto el "Fables of the reconstruction" que todavía me parece más flojo) y peor que los tres siguientes discos, pero que supo estar en el momento oportuno para sobrevalorarse a nivel comercial y además contó con un temazo como "Losing my religion" que podía gustarle a todo quisqui y tararearse en cualquier garito. Con todo ello no digo que sea un mal disco ni mucho menos, ya les gustaría a muchos, pero ahora, con la perspectiva del tiempo es cuando mejor nos podemos percatar del enorme arsenal de una de las mejores bandas de rock de la historia. Gran post, my King, me ha gustado mucho leerlo. Abrazos.

    1. Sé que no es el mejor pero sí el mejor punto de inicio para redescubrir a una de las bandas más grandes de los últimos tiempos. Este disco es especial para mi, me acompañó en las duras y las maduras, aportando felicidad. El anterior y el posterior son definitivos.

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