Discos Críticas Especiales

Quien no lo conozca así de primeras habrá oído Ain’t no sunshine, canción universal, desde diferentes fuentes y puede que como a mí me pasaba sin conocer nada más del creador, moneda de cambio en toda clase de recopilatorios ya sean de soul, de canciones románticas o simplemente de clásicos de los 70. Hasta el día que me topé con este disco y me hizo ver que esta maravilla de canción es una arista más en la geometría de la joya a la que pertenece: Just As I Am.
La portada es perfecta en su auténtica normalidad, Withers apoyado en la esquina de una calle cualquiera, seguramente de Harlem, y con el maletín de los desayunos, como pillado en la salida del trabajo, confiado mirando a cámara con una sonrisa, quizás escéptico en cuanto la repercusión que podrían tener esas canciones, pensando tal vez que los grandes Sam y Otis ya lo habían dicho todo. Pero no, él puso la guinda al pastel, un matiz pequeño pero diferente a todo lo que se había hecho en el soul. Si alguna vez imaginaste como sería el preciso momento en el que los grandes del soul se enfrentaron por primera vez a sus canciones sólo con la guitarra de palo, tal vez se parecería a lo que hace en este disco. Y es que Withers no cuadra con el estereotipo habitual que suele proyectarse de soulman, más bien con el de cantautor, y no podía tener mejor título que este, es lo que su música transmite, sin grandes pretensiones pero de sinceridad abrumadora.

Comenzó en un sello pequeño, Sussex y tuvo la suerte de tener al ya consagrado Booker T Jones a los mandos de la producción y arreglos, con una plantilla de músicos de primera, allí estuvo Stephen Stills en la guitarra. El  resultado es inmejorable, sonido orgánico guiado por la rítmica de la guitarra acústica de Withers, pero lo que realmente me deja K.O. es la franqueza y la honestidad que transmite su voz, y no por ello menos potente que sus maestros, un contador de historias con sus experiencias como hilo conductor y que posiblemente desmonte por completo lo que para cualquiera signifique tanto la palabra cantautor como soul-singer.
Bill Withers es ambas cosas, el adjetivo para Just As I Am es transparente, escuchándo estas historias estás conociendo Withers, su vida, su pasado, sus sufrimientos y desgracias, y sus alegrías y amores, además a Withers le quedaba cerca la vida dura e ingrata de la mina en Virginia, experiencia que le da este grado de autenticidad que tienen muy pocos. Como muchos otros entró en contacto con el gospel en el coro de la iglesia, principal foco cultural de la comunidad afroamericana, allí aprendió lo suficiente para adquirir un lenguaje propio que siempre le recordó de donde venía, y así sin perder la perspectiva llevar este gospel a la gran ciudad, a Harlem, en su voz se manifiesta el sufrimiento de sus familiares, padres y hermanos, fue el único de seis hermanos que escapó del destino fatídico que le espera a un hombre de color en West Virginia, y cuando tuvo la oportunidad se alistó en el ejército como quien se agarra a un clavo ardiendo para salvarse de un destino fatal, y lo consiguió, escapó de la mina. Por suerte su pasión por la música y un buen puñado de canciones le hizo agarrar la sartén de su vida por el mango.

Abre el disco Harlem, una canción potente, poesía urbana, versos que se van tensando entre la vida y la muerte en sus calles peligrosas, imagino a Barry White frotándose las manos con las posibilidades de esta canción. Fue el primer single aunque no tuvo mayor repercusión que la de ser la cara A de Ain’t No Sunhine, historia de un desengaño explicada como pocas veces se ha oído de boca de un hombre abandonado, admitiendo su debilidad. Y aquí viene una de las curiosidades, la versión que llegó al máster fue una improvisación, esta parte con Withers repitiendo I know I know I know… realmente se le fue la letra de la cabeza, pero por sugerencia del sr.Jones se quedó como la versión definitiva por la intensidad alcanzada en la interpretación.

Grandma’s Hands es un sentido homenaje a su abuela y a todo lo que representaba su figura en la familia, uno de los puntos álgidos del disco, un gran tema, esta canción puede ser también un reconocimiento hacia sus antepasados ​​y el orgullo de defender lo que ellos consiguieron con tanto esfuerzo, memoria generacional no muy de moda por estos lares. Sweet Wanomi es un caramelo folky y soul, escuchándolo escucho a The Band, es el feeling que me da, Withers debería haber ido al mítico Último Vals, no hubiera desentonado en absoluto. Everybody’s Talkin’ es una de las dos versiones del disco, versión de la canción que popularizó Harry Nilson, diferente, con más groove, muy orgánica, esta introducción de guitarra rítmica con el riff de bajo te hace mover el pie.  Hope She’ll Be Happier es el amor después del amor, desearle lo mejor a tu ex aun sabiendo que será con otro, Withers llora, pueden escucharse el dolor, es un paraje devastador, de cabaña perdida en la montaña donde Bon Iver perdió las sandalias.
Me impresiona mucho la versión de Let It Be, me parece impresionante, yo sé que es difícil coger cualquier canción de los Beatles y hacer algo diferente, y es que la versión de Withers continúa reconocible en la melodía pero consigue algo que pedía a gritos desde que se popularizó, devolverla al gospel, lugar donde parece haber nacido, que no supera a la de los Beatles que es y será mítica, simplemente es otro matiz diferente, convertida en salmo para la misa de domingos perfecta para sufrir ataques de apariciones marianas. I’m Her Daddy es este punto que tan bien sabía dar Hendrix a canciones como Wind Cries Mary, imagino lo que haría Hendrix con esta canción, daría mucho juego. In My Heart, por favor, esta canción es la más austera del disco y la más sentida, es como la resaca, como el día después a Ain’t No Sunshine, es la voz de la soledad que provoca el amor cuando hace daño de verdad, y Moanin’ And Groanin’ es la renta de la que ha vivido Lenny Kravitz toda su carrera, el folk rock unido al soul, con el blues de pasta base, esta canción es de mis preferidas. Cierra el disco Better Off Dead con la percusión de las congas marcando el ritmo sugerente de un r’n’b, una joya, que en a penas dos minutos se despide con una historia tan de la workin’ class barriobajera con final tan duro como la vida misma.
Bill Withers tiene una carrera atípica, desarrollada en un intervalo de 15 años, desde el 71 que salió este disco y con un paréntesis entre el 78 y el 85, año en que decidió dejarlo todo por una vida más sosegada y dedicada a su familia, su mujer y sus tres hijos, Withers podría haber aguantado por los escenarios repasando sus éxitos a día de hoy, incluso me he imaginado lo bien que le quedaría la arruga del tiempo si volviera con un disco al estilo american recordings de Cash. Pero tomó una decisión drástica, el amor por los suyos, una vida tranquila lejos del éxito y de la frivolidad de la farándula. Dice Withers que ya no tenía nada que decir, pero imagino por lo que he leído sobre su vida que también tuvo que ver con su experiencia con la prensa «amarilla» que se cebó con él cuando se divorció de su primera mujer, la actriz Denise Nichols, pués encasillaron el cantautor en un perfil machista bastante alejado de la realidad, todo ello junto a una industria discográfica que lo mantenía más por el interés que despertaba en sus compañeros músicos a los que influenció, que por el interés que suscitaba su música en las listas de éxitos. Su siguiente disco Still Bill fue el que le dio el número 1, y que contiene Lean On Me, otra canción de las universales, sin embargo, en conjunto me gusta más este disco, un disco que hay que tener, soul urbano cantado desde la mina. Me gusta Withers. A 45 años de su edición Just As I Am suena tan vivo que parece grabado ayer.

Por Chals Roig
Publicado originalmente en NO SÉ VIURE SENSE ROCK

Bill Withers ‎- Just As I Am (1971) 10/10
1. Harlem / 2. Ain’t No Sunshine / 3. Grandma’s Hands / 4. Sweet Wanomi / 5. Everybody’s Talkin’ / 6. Do It Good / 7. Hope She’ll Be Happier /8. Let It Be / 9. I’m Her Daddy / 10. In My Heart / 11. Moanin’ and Groanin’ / 12. Better Off Dead


4 comentarios

  1. El disco es impresionante, uno de los hitos de la música negra y de toda la vida. Es verdad lo que dices que no es un soulman al uso; más sosegado e introspectivo pero con temas que podría poblar cualquier disco de stax o motown. Imprescindible

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