Discos Críticas

Cuando hablamos de Jim Lauderdale hablamos de un grandísimo músico en la sombra, un secundario de lujo que ha trabajado con todos los grandes de la Americana y lo que no es la Americana, siendo tal vez Buddy Miller, Elvis Costello y el ex-Grateful Dead Robert Hunter con los que ha obtenido mayores alegrías y buenos resultados, y con el señor Hunter con quién, en mi modesta opinión, ha entregado sus mejores trabajos en solitario como demuestran discos del nivel de «Patchwork River» (2010), «Reason and Rhyme» (2011), «Carolina Moonrise» (2012) y «Black Roses» (2013). Claro que lo de Lauderdale es una carrera de larga recorrido, sin prisa pero sin pausa a la que hay que añadir millones de colaboraciones y apariciones en grandísimos discos como un músico más, un lujo más. Podría decir que de Lauderdale me gusta todo, hasta los andares. Puede que mi única pega hacia su trabajo sea la elección de las portadas de sus discos, a excepción de un par de ellas todas me parecen horrorosas y como no, la que hoy nos ocupa ha luchado duramente por hacerse con el galardón a portada fea del año, sin glamour alguno.

Como no podía ser de otra manera el pasado año 2015 Lauderdale nos dio su ración musical del año, el artefacto en cuestión llevaba por título «Soul Searching» y estaba dividido en dos volúmenes o discos, el primero llamado «Memphis» y el segundo «Nashville», es decir, hablamos de un disco doble con todo lo que ello implica. Sacar al mercado un disco doble en estos tiempos de inmediatez es una absoluta temeridad, pocos pueden hacerlo, puede Lucinda y los Cracker, y que se nos haga corto. Pero en términos generales suele pasar que a los discos dobles, esta vez trece canciones en cada uno de ellos, les sobran temas por todas partes, hay relleno, repeticiones y se les suele ver las costuras. En el caso que hoy nos ocupa es precisamente lo que le pasa. Tras un primer disco excepcional, de lo mejorcito que ha entregado nunca Lauderdale, nos llega ese segundo volumen al que podríamos catalogar de irregular, siendo muy inferior en calidad al primer disco. Esto lo puedo decir ahora después de haber escuchado y disfrutado el disco infinidad de veces, disco que llegó a mis manos tarde, muy tarde, ya bien entrado diciembre y que no coloqué en la lista por no haber tenido tiempo de escucharlo como es debido, sobretodo por eso de ser doble, y no se injusto con él ni con el resto. Si sólo hubiese escuchado el primer disco, «Soul Searching vol I» hubiese estado entre los diez primeros, pero una vez catado y digerido el artefacto al completo, sí hubiese entrado entre mis treinta favoritos pero sin duda no entre mis veinte escogidos. Sí, así pesa el material del segundo disco que como digo no es malo ni mucho menos pero si hace que en global baje demasiado el nivel.

MEMPHIS: La primera parte de «Soul Searching» es de una calidad pasmosa y eso se puede apreciar desde la canción que abre el disco, «There’s no end to the sky», en ella como durante todo este primer episodio destacan los vientos, el órgano, preciosos acordes de guitarra un regusto a Muscle Shoals de espérame bonita… Sin duda de los dos volúmenes éste es mi favorito, creo que lo barre sin concesión. Escuchar por ejemplo «Way out is fine» es encontrar la felicidad, el puto hammond adornando el tema y Lauderdale vocalmente espléndido arropado por un coro femenino bonico del to. La bella decadencia de «There’s a storm out there» y la dulce «Thank you for saying hi» donde los vientos toman protagonismo son un ejemplo claro de lo bueno que es este disco, sobretodo en esta segunda canción donde pone los pelos de punta como canta Jim. Y podríamos seguir tema por tema pero claro, no lo haré por no ser pesado, porque hay muchos, y son demasiado buenos. Claro que no destacar «And it hurts», «Soul searching», «Sad bell» o «Superpower» me resulta imposible. Discón de dimensiones siderales.

NASHVILLE: Lo primero que quiero decir es que este «Nashville» es bastante inferior a «Memphis»,no con esto quiero decir que sea un mal disco pero sin duda hace que el conjunto baje el nivel. De canciones buenas las hay a cascoporro, porque Lauderdale es un artesano de la canción, de la melodía, de la calidad como la que aparece en el primer tema, ese vaquero «You were here», espléndido. En general y como digo al escucharlos seguidos tenemos un bajón anímico, pero joyas como la balada «What do I know about anything», la estratosférica «Black widow spider», la locura  rocanrolera de «Timing is everything» y la delicadeza bañada en whisky de «One big company» parece querernos llevar la contraria y reivindicar la calidad de este segundo disco.

En definitiva estamos ante un trabajo más de Jim Lauderdale, un clásico de la Americana, un auténtico maestro del género, un indispensable. Como casi siempre no falta a su cita anual y esta vez de no haberme llegado tan tarde y como dije anteriormente hubiese estado con seguridad entre mis discos favoritos del año pues «Soul Searching» es un tesoro que descubrir con paciencia y tiempo. La recompensa es, creédme, gigantesca.

Jim Lauderdale – «Soul Searching vol I & II» (2015):
8/10
MEMPHIS: 01.- There’s No End To The Sky/ 02.- Way Out Is Fine/ 03.- There’s A Storm Out There (But It’s Calm In Here)/ 04.- Thank You For Saying Hi/ 05.- Worth The Wait/ 06.- And It Hurts/ 07.- Soul Searching/ 08.- You’re The One Who Started It/ 09.- Sad Bell/ 10.- Super Power/ 11.- When A Game/ 12.- Don’t Be So Gone/ 13.- Mysterious.
NASHVILLE: 01.- You Were Here/ 02.- There Was A Mermaid On The Rocks/ 03.- What Do I Know About Anything/ 04.- All At Once/ 05.- Black Widow Spider/ 06.- Signals From Space/ 07.- Why Does God Let That Happen/ 08.- Water Water Please Come Back/ 09.- Timing Is Everything/ 10.- Plan B/ 11.- One Big Company/ 12.- I’m Just The Lookout/ 13.- Tarzan Houdini

*post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan


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