Críticas Discos

Muy bien chavalas/es, de verdad qué sí. Muy frecuentemente, casi siempre en realidad, me ocurre que al abrir ventanas -musicales- para dejar pasar ese tan pregonado «aire renovado» no me queda otra que cerrarlas de nuevo, de sopetón y a toda prisa. Por lo tóxico, el ominoso hedor (a refrito barato  de microondas cuando no a pura bosta) que inunda todo. Pasa que, siempre y de vez en cuando (valga la contrariedad y gracias sean dadas por ello al barbudo hacedor o a la proto-merluza aquella que se atrevió a tocar tierra firme por vez primera), aparece alguien que, coño what a surprise, parece echarle un poco (un algo siquiera, que a estas alturas con eso nos conformamos) de alegría, de nervio al tema… Hora pues para el «refrescante» (detesto ese tópico en el adjetivar pero es que calza de narices aquí) estreno de los jovenzuelos Adventures. -No confundir con los británicos The Adventures ochenteros… y aún menos con los cojonudos y aún más remotos Adverts, claro-.
Cuenta la -tan escueta por el momento- historia del combo que tras la separación con el guitarrista principal desde los anteriores Code Orange, la vocalista (e igualmente guitarrista) Reba Meyers se lleva a la base rítimica compuesta por Jami Morgan y Joe Goldman a la búsqueda de prados y pastos más melódicos. Al encontrarse éstos con la más, al menos en apariencia, gafapastera Kimi Hanauer (que además también compone, canta y teclea lo que delante le pongan) y el guitarrista Dominic Landolina, el asunto coge pues la forma ansiada y ya tenemos al quinteto presto a darnos finalmente lo que puedan y quieran dar. Y «Supersonic home» que se llama ello. Y, desde luego -quede claro de entrada-, lo que es cambiar la vida de alguien dudo que lo consiga, pero (qué narices) suenan honestos, libres… A aquellos Throwing Muses «first 90’s» de la Hersh en lo melódico, a los Superchunk de «no pocky» y demás cuando se encabronan, al estreno de la Phair las veces o, incluso (por qué no), a los tan apreciados para el menda Eleventh Dream Day. Buena mandanga, vaya y al menos para quien suscribe, de la del tipo de antes que el «indie» fuera una sección de búsqueda de grandes almacenes. Convenientemente acerado cuando procede y con la bonita voz, que además sabe gritar sin ser abusonamente «gritona», de Meyers como obvio faro-guía lo de Adventures se traduce en algo franco, directo, despojado de ínfulas de cualquier tipo y, sobretodo, muy orgullosamente conciso (media hora casi de reloj dispensada en diez canciones… y a qué más). Algo que rejuvenece, más allá de la edad que se gaste, por mero arrojo y muy plausible desparpajo, que huye en estudio de usos de chimes gratuitos lo mismo que de falsas austeridades sesudamente calculadas para colársela al pretendido purista (que en realidad raramente lo és tan a su pesar).
Es por todo ello, y más (y también menos),  que el estreno de Adventures me ha sorprendido tan para bien. Por esa sensación de «vamos para adelante con lo que tenemos», con buenas guitarras saltarinas y una inercia evidentemente melódica subrayada por una vocalista que retrotrae a mejores tiempos (tampoco especialmente lejanos, en realidad) donde importaba más el vaciarse cantando -por el sentimiento vertido- que no otras cuestiones. A partir de ahí, y ya en lo que al disco en si pertoca, dejar constancia que por supuesto que hay paradas del viaje prestas a ser especialmente aupadas por y para quien proceda: «Your sweetness», el postrero tema de cabecera o «Absolution, worth requited» son puro Superchunk, «My marble hole» con sus «paradiñas» intermedias es una obvia perdición para las querencias de base de uno (recordemos ahora por favor que el momento definitivo de la música -y de la humanidad, así en general- es la deceleración que precede al estribillo de «Walk all over you»), la entrañable candidez eléctrica de la inmediata «Pure» o  «Walk you to bed» con su guitarrita pixie de salida en segundo plano y demás, tampoco se rezagan un ápice… Y «Tension», claro… Lo más parecido a un posible hit-single aquí encabido (esa estructura L-Q-L que eternizara la ahora última banda apuntada en el texto hace ya un cuarto de siglo). Y és justo ahora cuando, en efecto, reparo en que las menté todas menos tres, claro. Y reparo también en que esas tres también merecen, al menos -por una u otra cuestión-, la misma consideración que las demás. Así, la conclusión final (y menos verbena) está clara: prometedor (¿ilusionante?) first step por parte de una muy joven formación a la que (me) conviene prestar especial atención de cara a ese segundo disco que, por lo general, separa pajas y granos. De no comulgar, lo que en un mundo libre resulta por supuesto reglamentario, pueden consolarse pensando que media hora dedicada  a una banda novel de guitarras (que a veces se desbocan sin complejo) y melodías (que con frecuencia son realmente buenas), sin trampa ni cartón, no és (no debiera serlo nunca) lo peor del mundo. A ver cómo nos crece/n la/s criatura/s, sea como fuere, que lo que és apuntar, por lo menos, se apunta.
 
Adventures – «Supersonic home» (2015) : 7 / 10
01. Dream blue haze/ 02. Heavenly/ 03. Your sweetness/ 04. My marble hole/ 05. Pure/ 06. Absolution, worth requited/ 07. Walk you to bed/ 08. Tension/ 09. Long hair/ 10. Supersonic home.

Por Guzz.

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9 comentarios

  1. Voy a arrimar el oído que no la cebolleta a este artefacto aunque creo que no es de mi gusto, lo haré por usted, ya que para una vez que habla de una "novedad"…pues probaré lo presentado en el plato…. eso sí, espero que no sea una estratagema para que paremos el disco en el segundo corte y nos pongamos Superchunk…. que nos conocemos….

    1. Es que como alguien se saque ahora del badajo, tal como está el patio, un "No pocky for kitty" yo me busco una ermita y me borro de todo… No es el caso, claro, pero como estreno (para quien comulgue con aquellas maneras) lo de estos chavales resulta, como poco, bastante ilusionante… Y escucha a los Superchunk, coño, ponga usted algo de distorsión melódica en su vida !

    2. Jajaja… Es como cuando eructas en clave de fa o se deja a los instrumentos sonar libres para que reverberen desbocados, aún en estudio, y que no suele todo como hilo musical de ascensor del Corte Inglés (rollo "Seven nation truño" y similares "proezas neomilenarias"…).

  2. Vaya!, solo ver el 2015 en una reseña tuya da para que la curiosidad más que un picor produzca escozor y ganas de rascarse a tope, así que voy a por esto Adventures que ando un poco "hastiado" con las novedades, solo contarte que de lo poco que me ha gustado está en edad de jubilación. Que no se hable más. A por ello, gran reseña. Saludos

    1. Sin tener la entidad, para mi, de las novedades de Two Gallants o Great Lake Swimmers, si me los hacen especialmente apreciables por el desparpajo y la falta de "embalaje innecesario" (un buen debut, en definitiva)… Eso sí, para buscar "el disco del year por el momento", lo del gigante arenoso de verdad que es canela muuu fina (y aunque se viera venir, si). Abrazo Maese Chals.

  3. Pues vamos a probar, apetece a veces dejar las ventanas abiertas, y no para que salga el olor a fritangas y aceites usados mil veces. Un poco de frescura y nervio viene bien de vez en cuando.
    Abrazo.

    1. Está claro, se insiste, que no es un "imprescindible" lo del estreno de estos imberbes pero extrapolando a lo que pueden lograr partiendo de aquí (reparando en su juventud), con ese arrojo que demuestran y tal, merecen al menos cierto crédito… Si ahora se disuelven o lo que sea mala suerte, pero como punto de partida me parece, cuanto menos, reseñable lo suyo (o sencillamente es que "me los creo", vaya… y todo un qué a tenor de como va hoy por hoy la merluza).
      Abrazo, Addison.

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