Críticas Discos

Andrelo tiene tanto talento como grande es su bocaza, es por eso que tiene tantos seguidores como detractores no dejando a nadie indiferente. Particularmente me considero seguidor absoluto de Calamaro, desde sus inicios en solitario, su paso por Los abuelos de la nada, los geniales Rodriguez y por supuesto su última época en solitario, aunque en esto tengo que matizar un algo pues hubo un momento de locura, un momento donde Andrés además de dejar de excitarle cagar en el mar decide ir contracorriente como su querido salmón con la publicación de un quíntuple disco de rarezas, caprichos y alguna gran canción, un disco totalmente indigesto que nos dejó la sensación de habernos tragado una bolsa de cemento. Quién puso algo en su vaso? el que hable que mienta. Allí con el «Salmón» le perdí la pista hasta su maravilloso directo, aquel «El regreso» que me reconcilió con su arte, con su magia y con su espléndido cancionero, además claro del estupendo «El cantante» que sin tener el mojo sí era un notabilísimo disco. Claro está que un tipo que es capaz de escribir canciones tan gloriosas como «Estadio Azteca», «Mi enfermedad», «Alta suciedad», «Palabra más, palabras menos», «Crímenes perfectos», «El día de la mujer mundial», «Engánchate conmigo», «Los aviones», «Sin documentos», «Clonazepán y circo»… bueno, podría citar tantas y tantas…. nunca puede dejar indiferente a nadie. El bonaerense es un genio, un loco que se dio cuenta que el tiempo es muy poco y que ha decidido vivir porque tiene muy poco que decir…

La etapa «Rodriguez» con sus tres magníficos discos de estudio y sus dos primeros en solitario hasta «Honestidad Brutal» son francamente imprescindibles. «Buena Suerte» (91), «Sin documentos» (93) y «Palabras más, palabras menos» (93) forman una tripleta mágica, un trocito de la historia de rock en España, tres grandiosos discos se pongan ustedes como se pongan… y joder, el doble «Honestidad Brutal».. pues eso, es brutal, sin más. En medio de todo esto Andrés Calamaro firmó tal vez su obra maestra, su POM que dicen algunos, ese disco que conjuga el talento con el aplauso unánime de crítica y público, sin duda un disco redondo, casi irrepetible por el firmante, hablo claro de «Alta Suciedad» que desde su portada «dylanesca» hasta su última nota nos presenta a un Calamaro en estado de gracia, mostrando orgulloso todo su repertorio, toda su clase para dejarnos con el culo prieto. Un disco al que siempre acabo volviendo, un disco maravilloso que merecía pasearse por el Exilio y además, aunque muchos no lo sepan, no es el primer disco en solitario de Andrelo, sí su primer disco en solitario de los noventa (el primero post-Rodriguez), no es el primero, es el quinto, antes disfrutamos (algunos) con «Hotel Calamaro» (1984), «Vida cruel» (1985), «Por mirarte» (1988) y «Nadie sale vivo de aquí» (1989). Si podéis escuchar su primera etapa acabaréis entregados a él, a su clase, a su ingenio, a su rock. Vamos pues con la «Alta suciedad» de Andrelo que nos golpea en el culo, golpea y nada más.

Después del «Hasta luego» con los Rodriguez a Calamaro se le presentaba todo un nuevo y excitante mundo a sus pies donde podía hacer lo que le diese la real gana y desarrollar a sus anchas todo su universo creativo. Decidió grabar en la Gran Manzana con el productor Joe Blaney y darle a sus nuevas canciones un sonido americano. Los acompañantes de Andrelo eran auténticos dinosaurios, gente que había grabado con Lennon o Tom Waits, gente como Steve Jordan, Chuck Rainey y Hugh Mc Cracken, todos ellos muy grandes y muy caros, sumados al productor y al estudio…. Andrelo grabó en dos semanas y se ahorró una buena cantidad de dólares, el resultado como comprobamos después no se resintió y personalmente creo que salió reforzado pues se nota cierta frescura y espontaneidad en los temas. Las canciones rompen con su antiguo sonido y se abren a muchos otros, la verdad es que toca todos los palos: rock, funky, pop beatleliano, ranchera, sabinadas, soul, popazos, baladones y deliciosas frikadas… Sí, Calamaro al cuadrado todo en uno. El disco da su pistoletazo de salida con riffs ardientes, contundentes y sin florituras. «Alta Suciedad» es un tema rock increíble, En «Todo lo demás» Calamaro se luce con una letra repleta de dobles sentidos, romanticismo argentino, y bajo esa capa de optimismo una tristeza supina. Delicioso tema: «.. puedo presumir de poco porque todo lo que toco se rompe…». El disco está repleto de grandes temas como este «Donde manda marinero», el único que, tal vez, recupera claramente el toque «Rodriguez». Y entonces llega el subidón del disco, clase por doquier, genialidad por todos los costados. «Loco» es un tema sencillo con unos arreglos, unos coros y un bajo descomunal… puro single radiofónico y seguidamente nos remata con «Flaca» y la partida es suya. Estamos ante un himno del desamor, un tema maravilloso grabado a fuego en mi corazón pues por aquella época yo también sufrí alguna puñalada trapera. Cuando llega «Quién asó la manteca?» estamos entregados totalmente al disco y a Andrelo, pero este tema además de ser uno de mis favoritos muestra claramente el nivel de la banda que le acompañó en la grabación. Sin disimulo alguno el espíritu de Bob está presente, a veces podríamos acusarle de plagio pero como él muy bien dice, el delito sería no copiar a Dylan. «Media Verónica» cierra magistralmente la primera parte del disco, poesía del desamor.

La Sabiniana «El tercio delos sueños» es la encargada de abrir la segunda mitad del disco. Nada que no hayamos escuchado antes más y mejor, tal vez, lo único interesante es demostrar que puede hacer un tema de Joaquín con los ojos cerrados. Y de Sabiniana a Lennoniana, pues «Comida china» tiene mucho de John, de sus arreglos (siempre magníficos) y de sus letras extrañas y descarnadas. La frikada de «Elvis está vivo» confirma que en esta segunda parte Calamaro se destapa con sus experimentos, no le sale mal el invento, canción divertida y pegadiza. Por suerte llegan dos temazos como la copa de un pino. Primero el rock clásico de «Me arde» que vuelve a la esencia Rodriguez y segundo, la magistral «Crímenes perfectos», puede que sea el mejor tema de este disco, emocionante poesía con un piano superlativo. La paranoia no podía faltar en un disco de Calamaro, y nos llega con «Nunca es igual», un tema larguísimo, medio reggae medio rapeado que nos habla de drogas y que tiene por en medio un recitado de Antonio Escohotado. Finaliza con la tristona «El novio del olvido» que cumple con creces la función de bajar el telón. Sin duda «Alta suciedad» es el  mejor disco de Andrelo, una obra redonda, atemporal, su obra maestra llena de canciones impresionantes y con mucho de autocontrol por su parte antes de la diarrea creativa en la que se vio inmerso.

Andrés Calamaro – «Alta Suciedad» (1997)
8,5/10
01.- Alta suciedad/ 02.- Todo lo demás/ 03.- Donde manda marinero/ 04.- Loco/ 05.- Flaca/ 06.- Quién asó la manteca/ 07.- Media Verónica/ 08.- El tercio de los sueños/ 09.- Comida china/ 10.- Elvis está vivo/ 11.- Me arde/ 12.- Crímenes perfectos/ 13.- Nunca es igual/ 14.- El novio del olvido.


9 comentarios

  1. No he seguido mucho a Calamaro, sí a Los Rodríguez, pero este disco en concreto, "Alta Suciedad", sí lo he escuchado y me gusta, me gusta. El juego de palabras del título describe inmejorablemente a las altas esferas, ¿dedicado al club Bilderberg? Muy buen texto, Niko.

    Un abrazo.

    1. Lo de los Rodriguez es de traca Gonzalo. Luego Andrelo tiene cosas magníficas pero también idas de olla bastante imperdonables. Supongo yo que son cosas de genio.

  2. Siendo este un gran disco que lo es, a mi me enganchó ya con el primer single, aquel Loco… "yo soy un loco que se dio cuenta, que el tiempo es muy poco…" sin duda para mi su obra maestra es Honestidad brutal, dónde da rienda suelta a su creatividad después de una ruptura sentimental y simplemente lo borda.

    Abrazos truferos perico del espacio.

  3. Este disco y Honestidad Brutal han sido tan importantes en mi vida, y soy tan fan de Andrelo que nunca me he atrevido a hablar de ellos, este es bueno, buenísimo pero Honestidad es POM.
    Gran entrada Niko.
    Abrazo.

  4. Reconozco mi debilidad por este tipo. Como tú, tras el Salmón me desligué de él y no he conseguido recuperarlo del todo, salvo por alguna canción suelta. Tenía un punto de genio que le hizo fabricar algunas obras imperecederas. Buen recuerdo.

  5. Excelente entrada ! felicitaciones ,en un hipotetico top veinte de los mejor del rock argentino el Salmon metio tres entre los diez primero sin dudar .
    Un saludo

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