Críticas Discos

Hay personas con un gusto musical innato y cultivado, dotadas de esa elegancia caracteristica del que conoce donde se compra la madera noble que ardiendo da calor y luego está, fuera de categoría, mi querido amigo Iñaki Hanky Panky, todo cariño, un heart of gold, de esos que tan poco abundan.
Por su consejo musical sería capaz de comprarme la discografía completa de Lolita pero, no os preocupeis, eso nunca pasará.
 
Coincido con él en muchas cosas, somos practicamente vecinos (qué suerte tengo) y más en una esencial, compañeros de una profesión que nos pega menos que Tom Morello a Bruce.
 
Nacimos para algo relacionado con el rock&roll pero somos demasiado panchitos para dedicarnos a ese mundo,  en el que si te ven un poco generoso con tu tiempo y esfuerzo, siempre te van a exprimir.
 
Hay días en el que hacer una incursión en su oficina, rebuscando entre los restos de las referencias de su mítico sello discográfico (Hanky Panky Records) se vuelve una aventura fascinante de largo recorrido y huella profunda. Una recarga de pilas por la buenísima música que siempre Iñaki te vas a agenciar (lo de Pete Dello, Colin Hare y la saga Honeybus no tiene adjetivos suficientes para piropearse)
 
Uno, que se queda con las coplas, ya sabía de su amor incondicional hacia esta banda de honky-tonk angels de Camden Town y de sus escapadas a Londres para verles en su habitat natural y, en definitiva, de ese impulso irracional compartido que produce la pasión por las canciones y los que las tocan.
 
Pero todo tiene su momento y aunque reconozco que he llegado tarde a los Rockingbirds, la dicha ha sido buenísima.
 
Se trataba de hablar en esa cita de Alvin Tyler  y pillar alguno de los discos que no tenía y que ellos editaron. Alvin era el vocalista de los Rockingbirds y siguió con otro combo más ortodoxo, sus aventuras de country-rock de pub inglés, los The Lost Sons Of Littlefield pero, sin embargo, hoy tiramos para atrás en el tiempo.
 
«Joserra pilla los tres de los Rockingbirds de un tirón , están en amazon.uk y el primero, la POM , en una reedición maravillosa«
 
Ipso facto y justo antes del verano, me hice con los tres y me los reservé para esas curvas de las carreteras alentejanas y esos días de sol y playa en libertad con los tuyos que este año han resultado para mi cruciales.
Y si Iñaki, si, los tres son alucinantes y los Rockingbirds tan esenciales como los Jayhawks por esa bonita cara de la moneda UK que representan y que siempre ha dado tanto juego en la historia del rock.

Y si me centro en su debut ( y no en los otros dos que son muy buenos, sobre todo el segundo) es porque es EXTRAORDINARIO.
 
Razones:
 
1. Es el hermano gemelo inglés del Tomorrow The Green Grass de los de Minneapolis (y eso que es más joven) 
 
2. Está plagado de gemas y más todavía en la edición doble especial.
 
3. Es absolutamente embriagador, de llorar.
 
4. La voz de Alan Tyler es como la de los legendarios outlaw-cowboys de Nashville, sublime.
 
5. Las segundas voces de la Karen de turno,  te ponen los pelos en punta en sus intrincados puentes y estribillos.
 
6. Tiene ese punto justo entre el country-rock canónico de Gram Parsons y sus diversas formaciones y el country post-punk de nuestro amado Nuevo Rock Americano vía Long Ryders, Green On Red, Rain Parade o incluso REM.
 
7. Su alto componente emocional de passion country-rock le convierten en un artefacto eterno. No te arrepentirás un gramo si al acabar de leer esto te lo compras de la misma. Obedece. Admito devoluciones, no vaya a ser que el mio se raye.
 
8. Es un grupo ÚNICO y aunque domine la steel, ellos roquean. Searching por ejemplo, camina desbocada. A tete Johnny, nuestro insigne redactor,  le gusta mucho Cracker no?, pues le van a flipar.
 
9. Tiene un HIMNO: Gradually Learning (mencionada en una canción de nuestros queridos Danny & The Champs, herederos de su tierno legado cuando se ponen en esa vena vaquera) aplicable a lo que viene todo este rollo: aprendiendo gradualmente  de los sabios consejos. Mil gracias Iñaki.
 
10. Pianos, hammonds, steels, guitarras, armonías celestiales (Restless), descaro rocker (Time Drives The Truck) como en el Ten Little Kids de los Jayhawks; Halfway To Comatose tiene el gusto del old time whiskey y te imaginas a esas altas horas de madrugada en el pub del norte de Inglaterra con todos los losers reunidos en torno a sus Hillbillies favoritos.
 
En definitiva, diez razones y una sola: en la eterna tradición de los cantes de ida y vuelta, el country-rock de los noventa tuvo también su POM en la Pérfida Albión y se llama The Rockingbirds-The Rockingbirds.
 
No hay estrellas en el firmamento alentejano para valorar semejante regalo del cielo. 

He encontrado con él la paz honky-tonk, como siempre al Oeste, esa paz que nos alucina desde los Byrds y Dylan, para atrás y para adelante.
 
Y mientras se escucha todo, Bobby Gentry nos susurra al oido eso de: somos y seremos hanky panky tonk angels forever my friend!


Por Joserra

Esta entrada se había publicado en rockandrodri land.



 

The Rockingbirds – The Rockingbirds (1992)
9, 5-10

1.Gradually Learning/2.Further Down The Line/3.Standing At The Doorstep Of Love/4.Jonathan Jonathan/5.The Day My Life Begins/6.Searching 7.Restless/8.Time Drives The Truck/9. Halfway To Comatose/10.In Tall Buildings/11.Only One Flower/12. Drifting



*la versión doble tiene un segundo disco soberbio y esencial.


5 comentarios

  1. Gracias por el envío, lo estoy escuchando ahora, no los conocía y la verdad es que la dicha será buena. Gram Parsons y buenas melodías, y mucho antes que los hermanos Avett, si es verdad que las canciones, o muchas, tienen ese regustillo nashville, pero el punto pop-rock los hace muy frescos, gran descubrimiento, lástima no conocerlos en su momento, más vale tarde…. Saludos

  2. Este artículo debería estar entre los seleccionados de los que ya sabes, tete. Me gusta mucho, mucho y el disco pinta muy bien. El tema este de Richman sí que es el que había escuchado, lo único creo de ellos. Por cierto, los Rockinbirds han retwitteado este artículo, no me extraña. Abrazo.

  3. Lo he recuperado, desde mis vacaciones del año pasado que no pararon de sonar en mi coche no lo había vuelto a tocar, son totalmente imprescindibles.
    Fuerte abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar