Críticas Discos

The National, la banda de Ohio y residente hace tiempo en Brooklyn, editó el año pasado Trouble will find me, su sexto trabajo largo de estudio. Después de dos primeros discos enormes en una independiente, pasan a multinacional y realizan dos joyas del calibre de Alligator y Boxer. De Alligator a Boxer el grupo se enriqueció muchísimo y su música añadió matices, sonoridades y texturas realmente apabullantes. Después en 2010 llegó el éxito, las alabanzas más alucinantes, los vítores y jaleados por parte de crítica y público con High Violet. Cuando sucede algo así, muchos nos distanciamos un poco, y pensamos que eso no se va a poder superar por los mismos que lo han parido.
Ese fue mi problema inicial al escuchar el nuevo artefacto, que me costaba cogerle el punto a la primera escucha, pero sucedió algo extraordinario, y es que me venían frases de canciones del disco a la cabeza y el propio álbum había crecido en mi, algo difícil de explicar, pero que luego por si fuera poco, se vió aumentado a la enésima potencia al verlos en directo, cosa que repetí este fin de semana por segunda vez. Y lo más curioso, es que desde entonces me pongo el disco del tirón, desde I should live in salt hasta Hard to find.
No voy a descubrir América si digo que esta es una banda melancólica, si lo es, claro que si, pero hay muchas maneras de transmitir la melancolía, y como lo hacen Matt Berninger, los hermanos Dessner y Devendorf es algo tan sublime, que sólo cabe aplaudirles y reverenciarles.
Mi dilema se había resuelto, este trabajo era otra obra maestra, con otras características, con otras apariencias, pero un disco que se te mete de tal manera adentro, que ya no se va, como una mujer que te deja huella.
I Should live in salt abre la maravilla, con esa estrofa que dice: «Don’t make me read your mind, You should know me better than that, It takes me too much time, You should know me better than that»… con la entrada de la guitarra acústica, la voz de Matt, como si escuchásemos una sonata de Mozart, pero esa voz de barítono puede con todo, y esa melodía que es pura delicia, sólo hay que dejarse llevar. Demons sigue por la línea trazada, la voz de Matt me mata directamente, esa oscura melancolía bien entendida, me lo meto en vena y no puedo parar, ese juego a dos voces es colosal. Don’t swallow the cap es una obra maestra en si misma, un tema que suena moderno por los cuatro costados pero manteniendo las coordenadas que hace tan grande a esta banda, coros, melodía, ese batería que lo clava… locura, las guitarras gravitan sobre el bajo… Y viene Fireproof y me desarma, qué belleza en menos de 3 minutos, esa nana la puedo estar cantando toda la vida, y me sigo dejando llevar. Sea of love… con ese comienzo arrebatador de toda la banda unida, para luego ir teniendo un increscendo que va convirtiendo el tema en una amalgama donde cada miembro se luce, es como un estallido contenido. Heavenfaced es otra pieza de cristal de bohemia, lenta pero abrumadoramente bella. This is the last time me vuelve a dejar sin palabras, una melodía brutal que empieza lenta para ir subiendo más y más. Graceless tiene un ritmo vocal descomunal y tiene un rollo post-punk que me encanta. La desnudez de Slipped es un contrapunto perfecto para la traca final que queda. Pero llega I need my girl y se me pone la carne de gallina, madre del amor hermoso, esa guitarra elevada a los altares, en estado de gracia y esa voz… cantar este tema en directo ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, esta canción es simplemente perfecta. Humiliation es otra joya, la manera dramática en que Matt canta la letra, el desarrollo bello… Pink Rabbits es de corbata de seda, hay que ponerse el traje, ese piano que introduce la melodía, la voz de Matt destaca de manera sublime… en fin otra pasada. Hard to find es una despedida agridulce, es un temazo como la copa de un pino, pero su letra algo amarga provoca ese estado.
En definitiva un compendio de canciones exquisitas, soberbias, llenas de matices de una banda que sigue avanzando en su sonido sin perder su esencia y que consiguen que conviertas sus canciones en tu propia banda sonora de tu vida. Canciones que una vez interiorizadas, te derriten una y otra vez.
Qué madurez tan bien llevada y tan bien entendida…
Os dejo con I should live in salt interpretada en directo.
Por Savoy Truffle
The National – Trouble will find me (2013):9’5/10
1.I should live in salt/ 2.Demons/ 3.Don’t swallow the cap/ 4.Fireproof/ 5.Sea of love/ 6.Heavenfaced/ 7.This is the last time/ 8.Graceless/ 9.Slipped/ 10.I need my girl/ 11.Humiliation/ 12.Pink Rabbits/ 13.Hard to find


6 comentarios

  1. I confess!!!. No he entrado aún en el mundo "The National". Ahora mismo me estoy flagelando. No porque me sepa mal sino porque me gusta, me excita, bueno, pero eso no os interesa y no viene al caso… A lo que voy, me da pereza meterme a fondo, y lo jodido es que seguro que me gustan y me engancho, pero no sé, no sé porqué, me resisto… tanto halago me tira pa'trás.

    1. Nikochan: Hermano, el día que entres me lo agradecerás, porque caerás rendido y no podrás parar de ponerte a los fadistas de Brooklyn (como los llama Joserra) a todas horas.
      Nunca es tarde si la picha es buena… así que ya sabes.

      Abrazos truferos.

  2. Ya sé que te gustan mucho, brother. A mí también pero no tanto como a tí. Esos detalles que se aproximan a unos Joy Division en otra onda me atrapan. Para mí es un buen grupo que va perdiendo fuelle en cada nueva publicación. Si "Alligator" o "High violet", o incluso "Boxer" que es el que más me gusta no sé si llegaría a un 9 imagínate lo exagerada que me parece tu puntuación que le has puesto a este artefacto que para mí dista bastante de esos tres. Recibe mi brazzzzo.

    1. Johnny J.J.: No es solamente que me gusten mucho, es que es pillarles el punto. Como dice Joserra es cuando Leonard Cohen se encuentra con Joy Division… y no le falta razón, pero también son ellos mismos.
      Pues para mi están en su mejor momento, que llevan alargando años.
      Este disco, y te lo digo muy en serio, me temo que no lo has oído lo suficiente, y de verdad, déjalo nacer en tu interior… fliparás.

      Brazzzzzzos truferos.

  3. Muy bonita reseña. Mira a mi me pasó como a ti, este disco le di un palo en la Land tremendo pero luego en directo ha cambiado el concepto que tengo sobre él. El otro día en el BIME Pink Rabbits o Graceless me gustaron mucho, aparte del resto. Eso si, con la puntuación no estoy de acuerdo. Esa la tiene la Violeta o el Boxer , pero este disco como mucho llega al notable pero no sobresaliente.(es mi opinión claro) Yo creo que se han entregado más al rollo indie con él, antes eran más fadistas, jejeje. Anyway, me ha encantado esta entrada y tus razones expuestas. Bravo. Como dices madurez bien llevada. En directo son un cañón.Un abrazo!

    1. Joserra Rodrigo: Gracias, pero de verdad que yo nunca llegué a despotricar de el disco, lo que yo decía el año pasado (y si no recuerdo mal estaba en el puesto 5 de mejores discos de 2013 de mi lista) es que me tardaba en llegar, pero fue verlos en directo y entendí muchas cosas, y ésta segunda experiencia con ellos en vivo, me ha hecho ver la luz definitiva, son grandes, muy grandes, y este disco una obra maestra que escucho con devoción en el coche, maravilla atemporal, y la nota creo que merecida.
      Es que en serio, pocos grupos llevan tan bien la madurez.

      Abrazos truferos.

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