Discos Críticas

Sin duda la música popular bebe o absorbe (y en algunos casos determinados refresca) de revivales nostálgicos durante los últimos tiempos. El soul, el folk, el pop, el rock en líneas generales, con su amplitud de estilos, de misceláneas y también, por qué no, de curiosas combinaciones, vive desde hace bastantes años (me atrevería a elucubrar y apuntar que de forma más descarada desde finales del segundo lustro de los noventa) una tendencia a revalorizar géneros, modas o estilos del pasado. Parece que todo esté inventado, que todo suene a algo, y es muy posible que ello sea tan obvio como irrefutable.

¿Y qué hacer? Dejando a un lado ese importante y mayoritario sector al que le importa un bledo o un comino el mundo de la música, o consumen productos mediocres, anodinos e insignificantes, existe la posibilidad de dedicarse a escuchar los clásicos y pasar olímpicamente de las novedades, algo así como vivir de las rentas del pasado, cosa que no es mala opción, pero tampoco resulta mala alternativa la de explorar novedades al encuentro de saludables tesoros que no sean una reproducción casi exacta o rigurosa del pasado y, sobre todo, que alimenten el alma de los que estamos más necesitados.
En ese último grupo ubicaría a NICK WATERHOUSE que, cual si fuera físicamente un nuevo Buddy Holly, es portador de un gran carisma y ha vuelto a publicar un nuevo disco en el 2014 después de aquel interesante “Time’s all gone” del 2012. Y claro, no resulta ninguna sorpresa que este artista angelino repita aires retros.
NICK WATERHOUSE

El nuevo álbum se titula HOLLY y la sensación es que el soul y el rhytm&blues suenan modernos, refrescantes, incluso lozanos y muy saludables, quizás no tenga tanto efecto refrigerante de lo vintage como John Paul Keith pero a mi gusto podría estar a la altura de brillantes trabajos editados en los últimos años de gente como Eli Paperboy Reed, Imelda May o incluso Amy Winehouse.

Abre fuego con High tiding que, junto a It no.3”, “Let it come downo Hands on the clockincluyen un seductor ritmo percusivo junto a teclados de sonidos suaves y guitarras acompañantes que son una gozada espiritual de alto nivel. Por otra parte This is a game”, “Sleeping pills”, “Dead room o Ain’t there something that money can’t buy ponen las pilas e incitan a lanzarse al mundo del baile.
Mención especial para “Holly”, el tema que da título a este trabajo, también para saltar a la pista con la sección de viento como gran protagonista conforme avanza el tema en cuestión, o para Well it’s fine, mi preferida, qué gustazo de canción, ayer, ahora y siempre.
En definitiva, que hay algunas cosas que gustan al que suscribe para mirar por el retrovisor porque tienen efectos retroactivos pero también presentes, vigentes y venideros. Ah, y además me parece guapísima la chavala de la portada.

 publicado originalmente en el siguiente enlace del Espacio Woodyjaggeriano.

NICK WATERHOUSE - (2014) Holly

Nick Waterhouse – Holly (2014) – 7’5/10
1. High Tiding / 2. This Is A Gam / 3. It #3 / 4. Let It Come Down / 5. Sleepin’ Pills / 6. Sleepin’ Pills / 7. Dead Room / 8. Well It’s Fine / 9. Ain’t There Something That Money Can’t Buy / 10. Hands On The Clock





6 comentarios

  1. Es un buen disco brother, pero con el paso de los meses no vuelvo demasiado a él, quizás porque no me engancha tanto como pensaba.
    Quizás sea yo que lo he dejado en el tintero.

    Brazzzos truferos.

    1. Me pasa como a tí, Mr.Truffle, con el paso de los meses no me ha dejado el poso que pensaba pero es un buen disco. Quizás sea que hay demasiado buen material este año. Recibe mi brazzzzzo.

  2. Para mi uno de los descubrimientos del año, no me alcanza al nivel mastodontico de LaFarge pero me gusta, hace tiempo que no lo pincho lo tengo que recordar haber si me ocurre como a vosotros.
    Abrazo a ambos.

    1. Mi teoría de lo que pasa, mysuperfriend, es que hay algunos discos con tanto sabor revivalista que nos impactan de forma rauda porque son buenos, nos creemos que… y después ya no tiramos de él como pensábamos y recurrimos más a clásicos. Por supuesto siempre hay excepciones, en mi caso incluiría a John Paul Keith en ellas por ejemplo. Abrazo.

  3. Muy buena tu primera reflexión, estoy contigo y eso que a mi me cuesta muchísimo valorar un disco en poco menos de un par de meses o menos, hay mucha sobreoferta y a veces refugiarse en lo bueno conocido alivia, pero no, creo que ser un amante del rock/música debería incluir por lo general un mayor apoyo a los artistas de ahora, sean de aquí, de allí o de la conchinchina, es primordial que no pare de rodar, rolling rolling rolling down the river. Dicho esto, no conocía a Nick Waterhouse, a juzgar por el video suena a muchas cosas ya escuchadas, revivalistas, eso si, la canción está muy bien, y al final que haya buenas canciones es lo más importante. Lo escuahré. Saludos

    1. Si no recuerdo mal me inspiró una charla que mantuve con un amiguete. Amén en todo lo que dices. Lo de valorar un disco todo depende, a mí muchas veces con una o dos audiciones es suficiente para saber si me va a interesar y luego a atrapar, luego es un proceso de asentamiento aunque a veces hay sorpresas en el tiempo y aquel pierde interés y el otro gana, para mí es como un juego apasionante. Creo que te gustará este disco. Abraçada.

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