Conciertos

La noche de ayer en la Sala Arena (otra vez se llama así) de Madrid fue muy especial, ya que la misma se abarrotó para escuchar a una mítica banda de culto del post-punk como son los Chameleons, comandados en la actualidad por su líder Mark Burgess que interpretaron entero un disco mítico como es Script of the bridge de 1983. De las muy diferentes tribus urbanas que anoche estaban de espectadores, destacaban esos flequillos post-punk, algunos/as góticos y gente cuarentona con bakeros que se sabía los temas de cabo a rabo. La palabra más repetida por todo ese público que tenía a mi alrededor fue «nostalgia». Mark, ha reclutado para la causa una banda remozada con el apellido Vox incluído, por aquello de los derechos y tal, sin ilustres miembros fundadores como Reg Smithies o Dave Fielding, pero siendo muy respetuosos con el sonido y la esencia de esa primara trilogía que les hace únicos.
Y es que es ahí, en el muy destacable sonido, con esas líneas de bajo, esas guitarras envolventes, la voz de Mark que está perfectamente conservada (a pesar de que el hombre anda bastante más gordete) y un batería que es un absoluto machaca, dónde beben de la mejor influencia de Joy Division y de lo que su larga sombra les dejó como camino para seguir avanzando, es decir ese lado oscuro, donde también se emparentaban con los Smiths menos coloristas, pero no por ello menos gloriosos. Ataviados, Mark y uno de los guitarristas con camisetas de Madrid (torito de osborne incluído) dieron rienda suelta a Don’t fall, temazo sideral que abría el disco en cuestión. Así fueron cayendo Here today, la maravillosa y alucinante Monkeyland (para mi, un himno absoluto) que me puso patas arriba, Second skin otro tema devastador, Up the down escalator con ese riff de guitarra tan mítico, y su melodía de otro planeta, ese Pleasure and pain que es un escándalo, de esos temas que definene un estilo, a una generación, y que se canta a coro como pocas veces he visto con tanto sentimiento. Thurday’s child, As high as you can go, A person isn’t safe anywhere these days o Paper tigers dejaron claro, que este es, sin temor a equivocarme quizás uno de los mejores discos de la década de los 80.
Los bises, intercalados con algúna fanática que se subió al escenario y abrazándose a Mark montó un pollo estilo fenómeno fan de Los Pecos, fueron pocos pero míticos con temas como Swamp thing, Perfume Garden o Singing rule Britannia (While the walls close in) con pequeñas cuñas del White riot de los Clash o el Transmission de Joy Division, y también The Return of the Roughnecks, con la que se pudo comprobar la efectividad de las guitarras, y lo engrasada que está la nueva etapa de The Chameleons Vox.
 
Había oído de todo acerca de este concierto, pero no sólo por la insistencia del brother Johnny, sino porque además adoro este disco, quería y tenía la necesidad vital de oírlo en vivo, y os puedo asegurar que ha sido todo un acierto, mientras Mark Burgess mantenga ese nivel en la voz y la banda que lleve, suene así de bien, merece y mucho la pena.
 
Os dejo con el Don’t fall interpretado en vivo en 1982.
Por Savoy Truffle


4 comentarios

  1. Qué cabrones los madriles, un segundo bis con "Nostalgia" y "Tears". La que nunca les he oído en directo es "Mad Jack", no sé que diablos les pasará con ese ultramegatemazo. En fin, a los Chameleons se les perdona todo. Ya no se hacen discos como su primera trilogía. Aquel britpop sí que molaba, ese que nunca será cansino para una minoría privilegiada. Recibe mis brazzzzos.

    1. Johnny J.J.: Bueno, ya me entran dudas de si Nostalgia fue al final de la primera parte o en los bises, pero sonar sonó. Si es cierto, Mad Jack no sonó, pero mientras te toquen Script of the bridge de cabo a rabo eso es para salir con una sonrisa de oreja a oreja.

      Brazzzzos truferos.

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