Críticas Discos

Me consta que algunos de mis ilustres compañeros en el exilio no están mucho por el tema este de calzar más de una entrada al día. Y tienen razón. Todo va muy deprisa y arrancar tiempo para leerse siquiera una reseña diaria ya tiene lo suyo (el tiempo de ocio va muy caro, se tiene muy presente, y por ello se agradece lo indecible todo el tema de las visitas, comentarios y demás). Sin embargo, hoy apelo a su generosidad, pues me hallo en una necesidad imperiosa de esas que se dicen, se comentan… La cuestión es que al haber posteado esta morning el tremendo «Painful» de los YLT, he caído en cuentas que de ese repóker de grupos del indie-rock yanqui surgido en los 80’s (y en adelante, y hasta hoy en algunos casos) que tanto me agrada, y que de hecho ubico como lo último real y personalmente necesario -así, en bloque de artistas- en la historia del medio, solo queda una banda por hacer acto de presencia en este lugar… Cuando empezó el chiringuito, y se tenía que hacer algo de poso sobre el que arrancar, algunas de las primeras reseñas que me traje de casa propia fueron determinados trabajos de Replacements y Pixies, con el tiempo, el amigo Mr. Truffle tuvo a bien dar tremenda cuenta del cojonudo «Dirty» de los Sonic Youth, y finalmente, tras despachar hoy a los YLT reparo en que solo queda dar cancha al melenudo Mascis y cia para rematar el asunto con sus, para mi imprescindibles es poco, Dinosaur Jr… Hay muchas otras cosas dando vueltas alrededor de ese «concepto» de bandas, por supuesto (especialmente tanto Mould y Grant como cierta gente de Athens, que son los que me siguen en querencias a ese quinteto), algunas más conocidas, otras menos (y no me lio a poner nombres que se nos pica la fruta), pero lo dicho: para allá que vamos con los Dino Jr y gracias mil por su paciencia y comprensión.
¿Y por qué «I bet on sky», último disco de estudio del combo hasta fecha presente, puestos a dar primera entrada a esta formación en el Exile?. Se juntan dos conceptos básicos: a) ya tengo la reseña escrita en blog propio desde ago/2012 (se actualiza alguna parida, se poda algún hierbajo de más y para adelante) y b) persisto que, amén de ser un trabajo de narices, es su álbum más accesible de primeras para aquellos curiosos que, aunque hartos de escuchar trompetas, nunca les dio por asomarse a este jurásico ventanal por una u otra razón. Así pues ahí vamos con dicho disco no sin antes recordar que, en efecto, tenemos aquí a una de las formaciones (la que más a mi humilde entender) que más clara y directamente proyecta el legado del creador de «Zuma» en su vertiente más electrificada… De hecho, y más según van pasando los años, me resulta extrañamente fácil considerar que Sonic Youth es a la Velvet lo que Dinosaur Jr a NYCH (los alumnos más atentos de la clase, para quien lo quiera niquelado)… Y tan pancho que me quedo.
Lo primero que choca tras unas primeras escuchas (además de la tremenda portada) es que estamos mucho más que posiblemente ante el disco más «alegre» de Dinosaur Jr en sus tres décadas de vida (con sus separaciones y reuniones y tal). Más inmediato y concreto que «Beyond» o «Farm» (que a la postre los tres son de traca, ni qué decir -y que elija otro que yo me quedo con todos al mismo nivel-), tiene pinta que quizá sea éste el que más altas cotas de consenso crítica-público alcance de los tres discos ofertados hasta hoy y desde la celebrada Reunión del combo original, ya hace algunos buenos años. Pero, cuidado, que puse «alegre» entrecomillado por alguna cosa… Y es que esto no deja de ser un disco de quien és, conviene aclarar desde ya (quien se espere radio fórmula o tontuna modernera más le vale hacerse con un butacón confortable). De cara a los fans decir que, atención, en palabras del propio Jay en las promos nos encontrábamos (con su habitual «clarividencia» a la hora de expresarse en palabras) con que: «mmm, no sé, hay quien me ha dicho que le recuerda bastante a «Where you been»… Hostias, que ese disco del 93 es mi predilecto de la formación !. Y ahora, tras tanto exprimir como loco el álbum, solo cabe admitir que: sí, desde luego, es una virguería, un lujo de long play… Desde el ya mencionado «Farm» del 2009 que hacía dupla con aquél acojonante «The eternal» de los SY (que cada vez huele más a coda y espero que no, no fotem), que no escuchaba nada que me entrase en vena a este nivel. Aclaro que hace más de dos décadas que me cuento como incondicional de los de Massachusetts pero, y aún  prefiriendo alguna otra referencia de la banda a los puntos, este disco combina con especial enjundia y como ninguno la doble cualidad de poder «adoptar nuevos miembros a la familia» y, igualmente, de poner pelos cual escarpias a los fans de siempre. El «where you been» en efecto o, al menos, el «green mind» de ésta impagable y excelente regeneración de los Dinosaur que empezara hace ya bastante más de un lustro. Y sin más jerigonzas vamos ya con el contenido que, no se dude, es recomendable no, lo que sigue a lo siguiente.
01. «Don’t pretend you didn’t know«. Siempre ha empezado sus discos muy fuerte, muy arriba, esta gente. Que no solo a las aún relativamente recientes y tremebundas «almost ready» y «pieces» se limita el tema. Quitando su estreno (con producción pseudo-amateur), todos su/s demás discos (todos indispensables para mí -añadiendo los dos firmados como JMascis+The Fog-) empiezan con un castañazo emblemático importante. Y esto no va a ser una excepción, claro. Arranca a saco, más melódico desde luego y si se quiere, pero también guitarra en ristre como siempre (que esto ha sido, és y será un engendro de guitarras y guitarrazas, sean más aceradas -mayormente- o más folkies, nadie se engañe) acompañando para la ocasión con unos teclados espectrales inéditos en la singladura del bicho… La cosa va creciendo sin perder adictivo ritmo hasta que se nos planta un piano sobreponiéndose al todo hacia el final que se acaba mezclando con unas partes de guitarra que hacen llorar de alegría a los fieles del combo sin remisión que valga (atención con ese par de pasajes donde el putas de J caza la sencilla melodía «pianil» sin dejar de fuzzear como un bendito -piel de corral entero-). Temazo, de verdad de la mejor.
02. «Watch the corners«. El single de adelanto. Me recuerda bastante por momentos al sonido de los primeros temas de su «Hand it over» del 97 y fue una buena elección, sin duda, a modo presentación. Con esa garra que los puñeteros imprimen antes del «chorrus» y el fade in hippiero repitiendo el título de la canción antes de, cómo no, otro solo final de esos del caerse del culamen varias veces. Leí en un blog de un tipo que tiene una banda en León como éste se refiría a los Dinosaur Jr como «la mejor banda de guitarras del mundo»… Si nos ceñimos a la música rock de los últimos cinco-siete años el tema roza lo evidente, vaya qué sí… Y si nos ceñimos al último trio de décadas pues casi que también solo con el permiso de Thurston y cia, qué cojones.
03. «Almost fare«. Ésta no me la esperaba. Enorme. El «D’yer mak’er» particular de los Dino, cambiando poso reggae por otro happy y hippie de la muerte, y qué buen rollo transmite la puñetera. Solo que a estos, por sus giros y tal, les pega bastante más esta canción que aquella, también cojonuda perse, a los Zep (sin comparación que valga -y cuidao que yo por los sacrosantos Zep mato las veces que se requieran-). Genial para empezar el día o arreglar, en la medida de lo posible, ánimos truncados. Y el doctor, además, me ha dicho que cojonudo si la escucho después de aquella «see you» del anterior disco…
04. «Stick a toe in«. El primero de los tres momentos «where you been»… Repito que, atendiendo especialmente a esa vital e imparable tripleta inicial, este disco gustará bastante a casi todo aquél que tenga a bien acercarse (generalizando o es fácil de imaginar al menos). Pero, al loro, es en este tema y en el otro par que ya veremos, donde los seguidores que tenemos el disco antes mentado en un pedestal sacamos especial tajada. Esto es como lo de los veteranos de guerra… Hay que haber superado muchas penurias de muy distintos tipos cogido de la mano de las «what else is new», «drawerings», «get me», «goin’ home»,etc, para apreciar esto en todo su esplendor… O tampoco hace falta qué narices, que es un temaco en definitiva y cualquier fan del tito Neil que se precie -por poner el recurrente pero más claro ejemplo acostumbrado- se las pasará teta con esto sin duda que medie.
05. «Rude«. La primera de las dos aportaciones de Barlow, que se sigue superando el cabrito. Ya las dos de «farm» superaban, al menos para mí, a las dos de «beyond». Y aquí vuelve a la carga, dando además nueva pulsión al álbum con tan vivaracho tema y su bajo metralleta. No sorprende ya el nivelaco del pájaro, que este hombre hizo «Bakesale» coñe, pero hace que uno se pregunte porque narices se cansó Lou durante tantos años de sus Sebadoh… Hoy (menos mal) también felizmente recuperados merced a ese, muy apreciable para los fieles cuanto menos, «Defend yourself» del pasado año.
06. «I know it oh so well«. Estos (o este tipo si prefieren) ya se atreven con todo. Saltarina pieza (¿»Dino Funk Jr»?) con más pistas guitarriles que el copón entrecruzándose como Peter por su casa y unas percusiones de lo más fetén (nunca sabremos del todo si J le «dicta» las partes a Murph o si es todo leyenda pero ahí queda eso en cualquier caso). Cuantos giros, solos y medio solos tiene esta canción, caray… Muy cachonda ella en cualquier caso.
07. «Pierce the morning rain«. Invencible total. Parece una típica y rápida pista de indie rock (que no pop) de los primeros noventa pero, faltaría, en un momento dado se le/s hinchan y empiezan a hacerse cambios y juntarse overdubs a toda pastilla. Encantará a todos los fans de Superchunk del planeta (ante los que me saco el sombrero y les aplaudo el gusto hasta hacerme daño). Además es la canción más corta del disco de las de Mascis (escúchese dos veces seguidas si procede, que esa melodía de entrada merece eso y mucho más).
08. «What was that«. La «segunda» que nos retrotrae al álbum del 93. Caviar absoluto. Lo mejor de Mascis como guitarrista o, al menos, esas partes en que más y mejor logra emocionar pulsando cuerdas, aparecen siempre inefablemente en este tipo de discursos (de ahí que los fans de «WYB» seamos una pequeña secta que no bajaremos del burro por mucho que críticos e historiadores varios y de a granel o no se enperren en recordar siempre que «you’re…» y «bug» son las «masterpieces» por sus huevos y sin debate a valer). Son canciones paridas desde una desesperanza que se aparece fragmentada para irse acercando, sus distintas partes, en unos finales de viaje de difícil abarcar. No falta el solo de quilates hacia el final, innegociable y además. Y es que son estas canciones/construcciones de Mascis (las que no entran de primeras pero te van calando un poco más y más cada vez) las que dan sentido a aquella afirmación de Ignacio Julià del Ruta, que acababa desesperado por el el poco feedback del pollastre en una entrevista telefónica de tiempo ha: «Por qué molestarse en hablar si uno puede expresar lo inexpresable pulsando seis putas cuerdas». Ni más ni menos.
09. «Recognition«. La mejor composición de Barlow para estos «renacidos» Dino Jr, para mí. Tal cual (y que tampoco es poca cosa). La canción donde finalmente secuestra al greñudo golfista-esquiador para llevárselo a los terrenos de los mejores Sebadoh. Una virguería de pieza con ecos del mejor lo-fi de los primeros 90’s donde aquella, su banda, fue piedra angular (como Pavement o los Guided by Voices) pero con producción «no tan low» y bastante más punch. No tan «agradable» como la anterior «rude» quizá pero, como seguidor de la obra de Lou con su otra banda -o la que más trasciende de sus bastantes otros proyectos, matizo-, pienso que algo de oscuridad siempre le cae mejor al muy honorable bajista gafotas.
10. «See it on your side«. Magnífico broche de Mascis con una canción que crece cada vez más que la escuchas (la tercera y definitiva, para los que sigan la «saga de ecos del Where you been») y seguramente la más desgarrada en lo que a interpretaciones guitarriles refiere… y seguramente también la que después de todo acabará siendo la predilecta del disco, o una de ellas, para un ingente importante. Aquí está el Mascis que sangra, el de abismos y tempestades, el de su mítica versión del «Maggot brain» de Funkadelic, el del descenso a los infiernos de «Alone» o el de la épica del segundo solo de «Get me», entre tantísimas otras cosas que, por fortuna, se podrían mentar. Genial y «mascistático» al fin. Y por no poner de puta madre que es muy ordinario.


Dinosaur Jr – «I Bet On Sky» (2012) : 9’2
 01. «Don’t pretend you didn’t know»/ 02. «Watch the corners»/ 03. «Almost fare»/ 04. «Stick a toe in»/ 05. «Rude»/ 06. «I know it oh so well»/ 07. «Pierce the morning rain»/ 08. «What was that»/ 09. «Recognition»/ 10. «See it on your side».
Por Guzz
(Esta entrada ha sido convenientemente tuneada desde el texto original aparecido en ago/2012 en el espacio Citizen Guzz)


3 comentarios

  1. Grandísimo disco Don Guzz, la paleotología de un lustro hacia acá debe estar contenta de verdad. Yo soy fan tardío de la banda, no tengo la prfundidad y conocimiento de causa de haberme escuchado toda su discografía, pero es indudable de que los Dinos es de los grupos que más en forma se encuentran en la actualidad. Aquí siempre aprendiendo, Muy bueno.
    Saludos

  2. No pienses ni por un momento Maese Chals que se me olvida el que fuiste tú quien me dio el notición de su lanzamiento (joder qué alegría me diste). Y sí, sin duda, esta trilogía beyond-farm-sky de los Dino Jr es la muerte por placer desmesurado tanto para los fans de toda la vida como para los amantes del rock clásico-guitarrero en crudo y sin maquillar… A ver si se animan este año again y no lo dejan para otro (de momento sigo rascando en el regreso de los Sebadoh del pasado año a modo compensación -que a mi me parece fetén-… y a ver si al menos el nuevo Built to Spill deja de insinuarse para cristalizar de una vez y me ayuda también a pasar el dinosáurico mono). Abrazo guzzero.

  3. Ostras Don Guzz, se me había pasado esta reseña. Ando últimamente muy entregado nuevamente a la causa de este disco. Fíjese Vd que lo encumbré entre mis mejores del 2012 pero es que en los últimos meses no puedo pasar sin él día sí y día no. Me parece la más fina de las rehostias dinosáuricas y uno de los mejores discos de lo que llevamos de década 10. "Where you been" también era mi preferido y ahora tengo dudas, curioso que esas dudas me asalten con una novedad de una banda de largo recorrido. Su análisis pormenorizado de las canciones es exquisito. Si le sube dos décimas estaría más encantado. Abrazo.

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