Discos Críticas

Lo que si que es un delito a día de hoy, es que en el Exile Subterranean Homesick Magazine, al que pertenezco muy orgulloso, no se haya escrito una sola nota o referencia a uno de los grupos más grandes que ha parido la galaxia, los británicos Pink Floyd. Y es precisamente en eso, en crear universos o incluso sistemas solares enteros a través de su música, dónde cada creación, cada disco, era un nuevo planeta en ese universo y lleno de vida, mucha vida. Nunca he entendido a gente que habla de esta banda como demasiado lisérgica y que hay que estar fumado para entender su música, yo particularmente no he necesitado meterme sustancias psicotrópicas para adorar sus composiciones, que además en mi caso, forman parte de mi propia vida. Todavía recuerdo la época del instituto, cuando un buen amigo de aspecto rockabilly, con zapatos de gamuza y tupé, compartía conmigo el gusto por este grupo, de hecho fuimos conociendo todos sus discos casi a la par. «Ojalá estuvieras aquí» es uno en el que siempre coincidíamos… en su grandeza.
Esta obra maestra de Waters, Gilmour, Wright y Mason, tiene dos características fundamentales, una de ellas es que es el disco posterior a The Dark Side of the moon, un álbum que hizo a la banda megafamosa, cosa nada fácil de superar, pero que como poco está al mismo nivel, sino más, utilizando también efectos de sonido más sintetizadores, y por otro que su temática abarca la industria musical, y los problemas mentales del miembro fundador del grupo Syd Barrett. Las sesiones de grabación, en los Abbey Road estudios, fueron arduas y complicadas, ya que hubo discusiones en torno al tema Shine on your crazy diamond y su división o no en partes. Shine on es un claro tributo a Barrett, quien curiosamente se presentó en los estudios en plena grabación (5 de junio del 75) mientras a todos les costaba reconocerle por su peso ganado y cambio de aspecto.
Abre el álbum Shine on your crazy diamond (Partes 1 a la 5 unidas), la pieza de la discordia, con esos etéreos sonidos de sintetizador, que se hacen clásicos en la banda. La temática conceptual de las letras de Waters, hace que Gilmour exprima sus sólos de guitarra, que particularmente en esta suite son de los que tienes en la cabeza siempre, inolvidables. «Remember when you were young, you shone like the sun» («Acuérdate de cuando eras joven, brillabas como el sol«), letras que hacen siempre referencia a Syd.
El final del primer tema se junta con Welcome to the machine, que comienza con una apertura de una puerta, contado por Waters como «símbolo de un descubrimiento y progreso musicales traicionados por la industria musical que está más interesada en el éxito y se muestra avariciosa», y que demuestra lo asqueado que estaba el grupo con la industria después del éxito reciente, en el tema Wright es el auténtico protagonista al manejar los sintetizadores de manera bestial, mientras que Gilmour canta de vicio. Have a cigar es otra crítica feroz a los peces gordos, que casi no saben quien son ellos mientras se benefician de sus ventas de discos, al mismo tiempo que musicalmente la guitarra de Gilmour se muestra rockera y omnipresente desde el principio, a la vez que Roy Harper (músico invitado) es la voz en la canción. Y llega el tema que da título al disco, un tema folk antológico, esa tonada campestre y bucólica, dónde Waters muestra sentimientos de alienación hacia otras personas y él mismo, así como la desilusión por la música (desde el punto de vista de la industria que odia), a la vez que el riff principal es aporte de David, es en esta canción dónde la fusión de ambos daba frutos gloriosos. El discazo, se cierra con las últimas cuatro partes de la suite inicial, devastadoramente hermosas, pocas veces he oído acabar un disco de manera tan antológica, con melodías unidas y entrelazadas, dando una sensación atmosférica de desierto, viento, y soledad verdaderamente abrumadora.
Qué puedo decir, ante una de las obras maestras más grandes que se han hecho, llena de acidez en las letras, de una música maravillosa, de pasajes melódicos que se me han incrustado en mi cabeza para toda la vida y que jamás se irán, y lo que es mejor, se anticiparon a muchas cosas, sobre todo líricamente a cosas que luego explotarían en The Wall, es de esos escasos momentos en la historia del rock en el que cada verso, cada palabra… tiene un sentido, un significado o un concepto.
Y por último hacer reseña a la portada, hecha por el grupo Hypgnosis, unos artistas gráficos británicos de tomo y lomo, especializados en ilustrar las cubiertas con este tipo de imágenes asépticas, frías, que en ese caso representan a dos hombres que se dan la mano mientras uno de ellos se quema.
Os dejo con la interpretación de las primeras 5 partes de Shine on your crazy diamond en el Festival de Knebworth, en 1990.

Por Savoy Truffle
Pink Floyd – Wish you were here (1975): 10/10
1.Shine on your crazy diamond (Parts 1-5)/ 2.Welcome to the machine/ 3.Have a cigar/ 4.Wish you were here/ 5.Shine on your crazy diamond (Parts 6-9)


21 comentarios

    1. 21st Century Schizoid Man: Estamos de acuerdo amigo. Es que la banda creo que quiso reflejar eso, y lo consiguieron de verdad, que Syd estuviera pululando por todo el disco. Es que el disco es melancolía gloriosa.

      Abrazos truferos.

  1. Amén. En los últimos meses vuelvo a esta sinfonía, a que me dé paz.Lo has hecho de vicio, traer al exilio el mejor disco de los Floyd, con permiso del anterior, describiéndolo a las mil maravillas.Es un trabajo que como bien dices, está tanto en el subconsciente de todo aquel que ame el rock que , a veces, lo subestimamos por estar demasiado oido cuando en realidad siempre te dice cosas nuevas. Quizás la magía del Wish resida en el protagonismo vocal de David que lo endulza y lo hace especialmente melancolico. Esas noches estrelladas del verano de Frías, finales de los setenta, tumbado viendo las estrellas con ese primer joint compartido.Eso no se olvida, eso es Wish You Were Here. Ahora te lo puedes imaginar.Bravo Savoy! Un abrazo.

    1. Joserra Rodrigo: En efecto amigo, tu lo has dicho, es una sinfonía, partida en multitud de pedazitos enlazados de manera gloriosa, labor de orfebrería musical de altura. Es que es una decisión muy difícil decir cual es mejor, si la Cara oculta de la luna o éste, y sinceramente un día es uno y otro es otro.
      Éste álbum es muy recurrente para mi, no puedo dejar de oírlo cada cierto tiempo, y siempre me deja muy satisfecho. David tanto con la voz como con la guitarra está excelso.
      Madreeee Frías… finales de los 70… uhhhh… mucha tela… Rock and roll!!!

      Abrazos truferos.

  2. Nunca he sido mucho yo de Pink Floyd, esa es la verdad, aún reconociendo su calidad sólo en contadísimas ocasiones he conectado con ellos. Si soy del todo sincero no es un grupo que suela escuchar, ni que me vengan ganas de poner ese o aquel otro disco suyo. Es así, qué le voy a hacer. Y que creen universos o sistemas solares me jode lo que no está escrito, me da trabajo, porque yo acostumbro a destruirlos ja ja.. y sí, algo de LSD hay que tomar, claro que tu Savoy caíste cual Obélix en la marmita del famosísimo ácido lisérgico…. así estás! A pesar de toda esta tontunada este disco es la leche. Este sí.Este me gusta y el otro también, sí el negrito, el que todos pensáis, pero este tiene esa "Wish you were here" que me derrite toa toa toa….

    1. Nikochan: Ja, ja, ja eres grande. Es de mucha grandeza reconocer que el Fluído Rosa no te la pone dura, pero también lo es que sepas ver que es un discarro sideral… Esos universos y sistemas solares, es mejor disfrutarlos que destruirlos hermano extraterrestre, hazme caso.
      Y si, yo me he caído en muchas marmitas, pero afortunadamente me mantengo cuerdo (cosa que no puede decir por ejemplo Mario Vaquerizo, que se cayó en la marmita de speed y no se ha repuesto de aquello aún).
      Ambas joyas, son incalculables, pero métele mano a Meedle, a The Wall… y a aquel primer disco psicodélico con Syd Barrett del 67… te aseguro que tu también irás a la marmita.

      Abrazos truferos.

  3. No me gustan Pink Floyd aunque en su día les dí muchas oportunidades. Aunque debo confesar que este disco es el que mas me gusta de todos. Bastante mas que el sobrevalorado Dark Side, del dificil a mis oídos Animals y del excesivo The Wall. Creo que Wish You Were Here es su mejor disco.

    1. Mansion On the Hill: Pues a mi me chiflan desde hace muuuchos años. Ya digo que para mi éste y The Dark side of the moon son muy parecidos de nivel, no creo que un disco que vende tantos millones de copias pueda decirse que está sobrevalorado, porque además es un discarro. Animals, en la tirada setentera es el que baja un peldaño, sin ser un mal disco, pero The Wall vuelve a ser una gozada en toda regla.

      Abrazos truferos.

  4. Qué espera uno de un disco?. Escuchar buenas canciones. Buena música. Y en mi caso sobre todo, que me toquen la fibra. Que haya emoción. De todo eso hay, y mucho, en este disco. Su comienzo, sin ir más lejos. El momento en que entra Gilmour con la guitarra es mágico. Pelos de punta. Y qué decir de Shine On You Crazy Diamond y Wish You Were Here. En la grabación de su último disco (2006) y la consiguiente gira, Gilmour contó con la colaboración de David Crosby y Graham Nash. Al que escuche sinceramente y sin prejuicios la música de Pink Floyd ( y particularmente las aportaciones de su guitarra), no creo que le sorprenda.

    1. Javier Poyatos: Buena reflexión, es evidente que este disco cumple con creces esos parámetros que dices, y para mi este disco tiene momentos de tocarte la fibra muchos. De hecho para la reseña me lo volvía poner y siempre descubres cosas nuevas, matices, este sonido aquí, este otro allí, esa voz secundaria que no prestabas tanta atención… miles de cosas.
      David Gilmour es un enorme guitarrista, lento técnicamente, pero muy bueo.

      Saludos truferos.

  5. Desde luego, y tú Savoy lo sabes muy bien, este fluido rosa es para mí como agua de mayo. Pink Floyd es un grupo que me encanta escuchar. He de reconocer que el Ummagumma es un disco que no puedo digerir en estado normal, aunque existen alguno más de difícil entendimiento como A Saucerful of Secrets, disco que tengo en mi colección y del que me gusta escuchar temas por separado, pero nunca he sido capaz de hacerlo de un tirón.
    En cambio, existen numerosos grandes discos que hacen de este grupo uno de los grades de la historia. Por ello, merecen ser mencionados en cualquier blog, publicación o foro de música.

    1. Gonso: Totalmente, yo no podría vivir sin ellos. Es curioso lo de Ummagumma, un disco de estudio que no hay por dónde cogerlo, pero que sin embargo su disco de directo me parece sencillamente brutal. A saucerful of secrets es más ameno desde luego.
      Ya sabes, el primero, y todos los de los 70, incluso incluyendo Atome Heart Mother, me parecen discos muy buenos, incluso el denostado Obscured by clouds.

      Abrazos truferos.

  6. para mi los Floyd se reducen a Dark side, Wish i Animals, The Wall a parte que me gusta pero és más Roger Waters. Ojo a Animals, un grandísimo disco que quedo a la sombra del punk que venía cargándose dinosaurios del rock. Mi preferido el Dark Side, y a unos milímetros este disco, también grandioso, y ojo, para mi Pink Floyd además de texturas y sonidos suspendidos en el espacio, son unas letras a las que casi nunca se las ha dado importancia y que son todas de actitud insurgente ante las premisas de una sociedad en claro desbarajuste ya a esas alturas de la historia. gracias por redimirnos de tamaño delito para con los Floyd. Grandísimo post como siempre. Saludos

    1. Chals: Yo no los reduzco tanto amigo, como he dicho antes, tanto Atom Heart Mother (muchos momentos), Meedle (que me parece grandioso entero), Obscured by clouds (otra joya), The Dark side of the moon y Wish you were here en un pedestal, Animals (un escalón más abajo, pero gran disco) y como no The Wall, hacen que los discos de los 70 de Pink Floyd sean gloriosos.
      Exacto, y eso he querido recalcar en la entrada, sus letras y sobre todo en este disco cobran una importancia tremenda, por su acidez y crítica bestiales.

      Abrazos truferos.

  7. Que pedazo de disco por dios …. Como tu tampoco puedo entender a quienes cuestionan algo asi. Ni por lisergico, ni por pretencioso ni por nada de nada. Esto junto a Dark y The Wall es la Biblia en pasta. Saludos

    1. J Aybar: Pues si, es un discarro de tomo y lomo. Es que he oído a la gente que no los traga decir barbaridades… que si hay que estar fumado, que les duermen… tonterías… son enormes. Esos tres discos deberían ponerse en las escuelas como referencia.

      Un saludo trufero.

  8. Una obra maestra absoluta, totalmente de acuerdo con tu texto, Savoy. Las etiquetas están de más. Yo me pongo éste y el "Never Mind The Bollocks" seguidos y disfruto como un animal, me la suda que uno sea progresivo y otro punk: ambos son música honesta, coherente, creativa, emocionante y nada afectada. Los punteos de Gilmour en “Shine” son extraordinarios, un orgasmo continuo.

    Abrazos, figura.

    1. Gonzalo Aróstegui Lasarte: Totalmente de acuerdo en que es una obra maestra absoluta. En efecto, da igual la etiqueta, aunque no hay que engañar al personal y decirle más o menos que va a oír, antes de que se meta en vereda. Pero es cierto, que cuando la música, sea del tipo que sea, es honesta, es muy creativa y te hace sentir en el espacio… no se puede pedir más.
      Los punteos de Gilmour son gloria bendita.

      Abrazos truferos egregio amigo.

  9. Pues prefiriendo otras gentes avezadas al prog, lo de este disco, "Animals" y, especialmente, "Piper" me parece a mi lo de indiscutible es poco… Y sin drogas, ojo. El problema que siempre he visto con esta histórica formación es que, por la razón que sea, alguien decidió en algún momento que o bien tenían que ser una de tus bandas favoritas (sino la que más) o bien tenías que detestarlos… Falacias !. Pink Floyd es una de las más grandes bandas de esto del rock (y de las más osadas) pero para mi, como para muchos, tienen discos intocables, discos con grandes cosas pero que no nos acaban del todo o, directamente que no gustan… Y digo más, pienso que ese maniqueísmo extremista no ha remado en favor de una banda que debiera estar, por un u otro camino, en toda casa rocanrolera que se precie… Todo son opiniones anyway. De traca, again, Mr. Truffle (que esto ya no es opinión, es así y punto) y abrazo guzzero.

    1. Guzz: Mejor, sin drogas mucho mejor. Pues mira, de hecho yo lo dije comentarios atrás, que sus discos de los 70 son gloriosos, eso si el Ummagumma de estudio ni fumado me lo trago, que todo gran grupo tiene siempre un desbarre. Para mi Atom heart mother, Meedle, Obscured by clouds, The drak side of the moon, éste, Animals y The Wall, además de Piper deben ser imprescindibles en cualquier discoteca que se precie.
      Gracias amigo guzzero.

      Abrazos truferos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar