Críticas Discos

Cosas o discos para el caso que me gustan la de dios, que me traen loco, a los que recurro veces mil según estado anímico concreto y por los que me parto el cobre y hasta el zinc (en resumen), los hay a cascoporro, sí… Pero, ojo… Discos que, además de todo eso, me parezcan absolutamente im-pe-ca-bles de cabo a rabo (sin mácula, bajada de nivel por leve que sea,  ni pero que valga) quizá no serían pocos tampoco -ok- pero, gran matiz, ya no son tantísimos realmente y  si es que soy mínimamente honesto conmigo mismo.  Que de ello se trata, al fin, esto que pretendo referir… De cara al resto y tal todo el mundo tiene derecho a vender las motos que le salga del hinojo (que todos «semos fans» de lo que toque, faltaría y qué cojones), pero opino que, al final y en las últimas de Cuba,  todo cristo atesora un pequeño o mediano rincón propio donde solo caben sus más definitivos y veritables «intocables de Eliott Ness» (más allá de puntuaciones o martingalas infinitas por mediar y/o disponer en esa dirección)…  Y así, y no quepa duda pues, el «Electric warrior» de Bolan, como «rubber», «New York», «on the beach» o «marquee» y una cifra indeterminada de otros  trabajos (donde también está el «slider», claro) , es en definitiva un claro caso de ello para el que suscribe… Y descrito todo este rollo macabeo de salida, al tanto, para tratar que quede lo más clarinete posible que estamos ante uno/otro de esos trabajos sobre el que me la trae bien floja si para uno es un «puro 10», para otro un 9’1 y/o para el de más allá un 4’5 o un 14… Para mi es, puramente y sin más, otro de los de Eliott Ness que pongo arriba.
Ay, Bolan, qué cabrón… Pero vamos a pieces, faltaría. Primerísimos 70’s, Zep y cia dominando el cotarro, Bowie reinando, el prog desplegando sus tentáculos en mil direcciones, Stevie empezando a enseñar al mundo de que va esto del groove, catedrático-rockero etc… Y así, por en medio de tan gloriosa maraña, llegamos a los T. Rex y su «eléctrico guerrero» de hoy, segundo disco tras la leve cirugía aplicada al nombre original del proyecto. Y ahora, cómo no, la ya cansina comparación con el Duque… Lo resumo rápido: Bowie es un genio que es capaz de fagocitar lo que le salga de las retinas y dejar ahí su impronta forever, esto és, utilizó el glam rock (como lo hará con el soul, el kraut o los cantos gregorianos si algún día le da por ahí) y nos dejó -para lo que aquí toca pero hay la de dios más, claro- un trio de discos lentejueros que nos dejará a todos ojipláticos hasta las puras cenizas… Bolan, por su parte y primordial diferencia, no lo utilizó meramente: ÉL ERA EL GLAM ROCK. La cabeza más visible (y militante) de aquel ilustre listado de bandas y artistas abducidos por el espíritu de la Dietrich, Hendrix y Chevalier que arrasó con todo a su paso en los albores setenteros. Y ahora es cuando, sin cortarme en lo más mínimo, les pregunto además: ¿tiene mucho o tanto qué envidiar el hat trick «electric-slider-tanx» al compuesto por «hunky-Ziggy-Aladdin»?… Exactly, y no disimuléis que un microsegundo ni que sea os lo habéis tenido que pensar… Bien, pues en esa duda es donde Bolan deja palpable su indebatible e indiscutible grandeza e importancia. Esto es así. Hoy le toca al «electric» porque a alguno le tenía que tocar del mentado y glorioso tríptico tiranosaúrico pero, perses, lo mismo (todo ese talento incontestable acuñado en mármol para la historia rockera y regocijo de todos) es para mí aplicable al «slider» y a la ninguneada hermana pequeña de ambas dos virguerías: ese «tanx» al que si se deja crecer como procede, un mínimo a decir verdad, descubrimos luego que está igual de buena y lozana que sus dos egregias y más famosas sisters (y con perdón por el lio de géneros… aunque, ojo, aquí -precisamente- cobra ello jocosa ambigüedad).
Aunque también, y siguiendo, de acueeeerdo, vaaale… Llegado ese punto utópico en el que uno se juega la crisma de tener que decir uno solo (y lo admito): «Electric warrior», sí. Y de esta forma me agarro por cojonésima ocasión mi «apañaica» reedición vinilera y…
«Beneath the bebop moon, i want to croon – with you…»
Él lo sabia, el mamonazo lo sabía. Se puede electrificar, ya sin compasión ni miramiento alguno, el soul y, de hecho, si se hace bien como hasta que se puede poner el mundo a tus pies… y hasta abierto de patas y todo, en verdad. Ya no queda nada en «Electric warrior», definitivamente, de ese folk alucinógeno y aullado a la luna que precedía… De hecho, pocos discos tienen un nombre tan acertado acorde a lo ofertado sónicamente en su interior. Por no hablar de la descomunal frescura que sigue gastándose ya pasadas las cuatro décadas de vida… Y «frescura» de verdad, palabras de honores, no es aquello de: «fresco acorde a sus tiempos», no… Es que lo pones y te sigue pareciendo actual y vital como grabado anteayer (y a pesar de lo utópico porque, obvio, no hay nadie a día presente que pueda hacer algo así -una burrada de semejante calibre en similar dirección musical- ni en el más loco de nuestros sueños). Sin más: «mambo sun«… Con toda la chulería, al tran-tran, casi susurrando… Y esos coros… Joooder. Un pedazo de historia rockera del más elevado copete que resulta, a su vez, «otra más» en una colección ya de por si preservada en formaldehído en los más elevados altares. Y ese soul eléctrico, al que etiquetaron «glamerísticamente» (como sabemos, pero que en síntesis es eso), que el canalla se sacó de la guantera ya golpeándonos de inicio. Gloria sónica… Me cago en diez, si es que lo del 10/10 me parece de chiste de Lepe para lo que logra aquí Marc Bolan. ¿El resto del grupo?, ¿por qué no hablo de ellos?… Pues porque esto es un grupo-eufemismo de todas todas (esta banda es Marc y quien tuviera la potra de «estar por ahí» cada vez -y lo siento por los mitómanos varios que en justicia y desde luego merece y tiene la marca T.Rex y que por esto se puedan cabrear-… por encontrar un ejemplo similar actual, sin entrar en comparaciones, ahí tenemos a Everett con sus Eels). De tener que destacar a alguien que no sea Bolan, antes lo hacía con el gran Visconti cuyas producciones resultan tan impecables como reconocibles (también aquí, sí). Sigue el asunto con «cosmic dancer» con sus cuerdas de fondo que suenan a impagable manjar y ese proceder de Bolan que deja de nuevo claro que estamos ante uno de los cantantes con mayor talento y personalidad ever. Otro escuadrazo imparable en cuanto a calidad del que siempre sospecho Bowie tomo muy buena nota para su también inmortal «soul love» del siguiente año. Se acelera algo para la inmediata y muy popular «jeepster» que es un blues rock de carretera de manual convenientemente «amarcianado» para la ocasión y donde por atreverse hasta se atreve ya el granuja con las formas habituales del gran James en la parte final. Saltarina y emblemática como pocas. Desde ahí nos vamos a la preciosa «monolith«, cruce imposible pero felizmente logrado entre el soul «agospelado» y los Zep menos bronqueras… Magistral contención y, de nuevo, esa sensación de que Ziggy cayó del espacio exterior sin duda pero, antes de darse a conocer y eso sí, se pasó una tarde de visita a tomar el té con este «electric warrior». Échenle la culpa a Visconti si quieren, que por otro lado yo no veo problema alguno (soy fan de ambos genios así que, qué más me da en realidad… gracias por todo), pero es lo que hay. Aunque para blues, el tan arrastrado de esa «lean woman blues» que despide la primera cara analógica del álbum y donde, nuevamente, Marc se encuentra como pez en aguas… Un aullido por aquí, un punteo deslizado por allá… Y se alcanza la calma necesaria, sin perder autenticidad rockera alguna, para darle la vuelta al galletón y… «Geeeet it oooooon»… Eterna e indebatible leyenda del rocanrol y, seguramente, una de las canciones más plurirradiadas por nunca jamás (de hecho hay un ingente, una mayoría en verdad, que ubica el auténtico pistoletazo de salida del glam rock en el momento que aparece T. Rex tocando «Bang a gong (get it on)» por la tele, en un programa de la BBC y en el mismo año de edición de este álbum). Y como esta te la canta hasta el gato, su popularidad es aplastante a todos los niveles, seguimos con «planet queen» que no es tan famosa pero si igual de necesaria y cojonuda. Vuelta de tuerca a la propuesta del mambo solar de inicio y primera ventana abierta a esos coros épicos, a su tan personal manera, del tipo «niños de la revolución» y demás…  Aunque atención a esos otros coros, secuestrados del mismo «Shaft», a modo despedida… Enormidad manifiesta, k.o. imparable. Más cuando aparece una de mis dos predilectas del sacrosanto ramillete: «girl«, con sus apagados pero icónicos vientos de compañia… Qué bonitez más extrema, la madre que lo parió… Lo dejo no sin añadir, y me caeran tiestos por la calle por esto, que encuentro en ella el motivo por el que la segunda mejor canción (cancionaca) habida jamás con dicho título es la de Lennon… Para mi, que para más cojones tengo en los Beatles a la banda más enorme que existió y existirá jamás, primero va e irá siempre ésta, la de Bolan. Pero es que el hijo de la Gran Bretaña este no para… «The motivator» y su aparentemente sencilla y vacilona estructura de afirmación y respuesta coreable en clave de calmado bogey te derrota one more time. Y lo más sonado de todo es que parece que el tipo ni se esfuerce. Llegados a este punto, creo está claro, ni se puede ni debe  esperar paso en falso que valga… «Life’s a gas«. como «monolith», «cosmic» o «girl» es otra hermosa nana extraterrestre en la forma y manera (perfecta) que nadie jamás ha sido capaz de repetir a este nivel (salvo, esporádicamente, el otro pollastre y volvemos a lo de siempre, vaya) y que nos deja en las postreras orillas de mi otra querencia absoluta en un disco ya adorado para el que suscribe en su totalidad y de base:  «rip off«. La chulada final. Parece una de esas benditas chaladuras que se marcaba de vez en cuando Rundgren en la época… Y es el mejor final posible o imaginable para este discazo, sin duda. Si tiras de la cadena de «Electric warrior» inefablemente suena «rip off» aunque, de forma engañosa, parezca de entrada una pieza menor tras la decena de majestuosidades que la preceden… Concretado en tres minutos tienes toda la fuerza, el lirismo, los vientos, los coros, el vacile… Qué narices queremos más…
En fin, leyenda lo mismo que historia lo de este «eléctrico warrior» de Don Bolan que, para más inri, tenía al mismísimo «metal guru» aguardando a la vuelta la esquina y con todas las ganas e intención de seguir con la brisca… Imprescindiblemente imprescindible y como para seguir canturreándolo a su lentejuera luna bebop hasta el fin de los tiempos, sin más.
 
T. Rex – «Electric Warrior» (1971) : 10/10
01. «Mambo sun»/ 02. «Cosmic dancer»/ 03. «Jeepster»/ 04. «Monolith»/ 05. «Lean woman blues»/ 06. «Bang a gong (get it on)»/ 07. «Planet queen»/ 08. «Girl»/ 09. «The motivator»/ 10.»Life’s a gas»/ 11. «Rip off».

Por Guzz


12 comentarios

  1. Un disco querido Guzz de los que da gusto oir, porque está tan bien compuesto, tiene tantos momentos deliciosos, que nunca dejaré de oírlo con devoción, hasta Lennon adoraba a Bolan. Como anécdota te contaré que el tema Get it on, que ya sabes lo que significa… puso tan cachondo al personal que fue el causante del aumento de natalidad en Inglaterra en 1972… no me extriñe.

    Abrazos truferos.

    1. Pues esta no me la sabía y… qué menos ! … Y "bien compuesto", sip, es para mi la clave Savoy y coincidimos de pleno… Me mola la de diosescristo este disco por ese punto canalla, virtuoso, de Bolan recubierto por algo que es pura orfebrería negroide (las voces secundarias y los vientos de este álbum merecen un espacio solo para ello)… Caos gamberro y talento contenido, medido al nanometro en superburraca pugna de sesión continua… Imaparable el electric !!

      Abrazo guzzero.

  2. Una obra magna, sin duda. Ese comienzo con "Mambo Sun" juro que me pone los pelos de punta, incluidos los del escroto. Yo no sé si al final e Exile va a ser tu/vuestro blog principal…

    Abrazos, Guzz.

    1. Y qué me dices Gonzalo de ese acabar "rip off" y, al hacerte la sesión doble con el otro, dejar arrancar "metal guru" con el gritillo ese y toda la perifolla que sigue… Dios es Hendrix en travestí-zorrón mode !… Joder, ahora mismo me estoy escuchando la del "20th,,,"… Este tío es uno de los más grandes ever, por mucho que lo patrocinase lacas pepeluí, y se acabó el misterio,sí.

      Abrazo guzzero.

  3. Me encanta Marc Bolan, curiosamente le conocí gracias a un disco póstumo que a día de hoy aún me parece reivindicasble, el Dandy, que tendría que haber sido su regreso al redil después del desparrame. Genial, coincido contigo en coger esta obra como representativa, su Ziggy, su relación con el Visconti es curiosa en su total desarrollo. Cagüen el árbol ese que se puso por medias. Grandísimo post, necesario y certero. Saludos

    1. Altamente reivindiscable ese álbum que mentas para mi también Chals. Aunque siempre he opinado que quizá se fue pelín cafre con Bolan tras su "lote dorado" (vale no es lo mismo… pero aquellos discos no son la hez que se vende en demasiados sitios). Genio, grande, Visconti… Y como me fastidia, particularmente, cuando se omite a Bolan como gran influencia hasta para los Calatrava… Beatles, Velvet, Zep, Bowie,.. etc ilustre pero siempre… "Y Bolan, coño !". Thanks mestre.

      Abrazo guzzero.

  4. Pero escúchalo by the night y sin testigos, que ya me contaste que cuando te pones con esto te calzas también todo el atrezzo (con el make up, las lentejuelas, las mallas y el sombrero de copa, etc) y ahora, a falta de una, tienes dos princess a las que dar ejemplo… Bandarra !

    Pd. Arrozacooo !!

  5. Obra maestra sin duda, y texto apasionado, Don Guzz, sin duda también. Me atrapa este disco pero incluso más "The slider". Un abrazo, megacrack.

  6. Y es que vaya par de discazos para un desfile Johnny !! Aunque, aprovecho para reivindiscar "tanx" ya por inercia y aunque no haga falta."The Slider",,, "telegram", "rabbit"… La madre que lo trajo al Bolan. Ya es lo que explica Chals que es como para maldecir el arbolito los cojones forever, sí… Abrazo guzzero Cosmic Master !

  7. Se respira la pasión que siente usted por el amigo Bolan, por el disco en cuestión y por el camaleón, además de afinidades hacia el señor Visconti que hacía algo mas de pasar por allí.
    POM y a mi me gusta su siguiente pelotazo aún mas que este.
    Abrazo.

  8. Gracias Addison. Pues sí, me ponen la de dios esos tres discos seguidos de Bolan y me ocupan un sitio de honor en las querencias propias… Me conocía bien esa sacrosanta época de Bowie y pensaba que en esos registros, por mucho que hayan cosas que me gustan la de dios, nadie había volado tan alto… Descubrir de golpe, hace ni me acuerdo, a T. Rex (no sus hits sino los discos) fue el segundo advenimiento, ya te digo… Electric-slider-tanx del tirón es uno de esos autohomenajes que todo cristo debiera pegarse cada tiempo para recuperar la fe rockera aunque no la haya perdido… Abrazo guzzero !

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