Especiales Críticas Discos

Siempre he pensado que me hubiese gustado vivir en el San Francisco de 1967. Seguramente, de haber sido así, hoy no estaría vivo, estaría felizmente muerto, pues sin lugar a dudas todos los vicios existentes hubiesen acabado conmigo al unísono. Sabréis los que me conocéis un poco, un mucho o un algo que soy un ser rendido a la British Invasion: The Rolling Stones, The Beatles, The Who, The Kinks, The Small Faces, The Animals, The Dave Clark Five, The Yardbirds, The Hollies, Them, The Herman’s Hermits…., y todo lo que huele, sabe o se parece a aquello o hacia lo que evolucionó todo después, desde lo mod al garage…. Se me entienda. Claro que quién me conozca, por poco que sea, sabrá también que me pirro por la respuesta del otro lado del charco, joder, es que a mi me va todo!. Por eso creo que de vivir en ese final de década en yanquilandia estaría tomándome algo con Jim, Jimi y Janis en algún hardrock-café del infierno. Ostias Pedrín, cuanta buena música en América por esa época, casi tanta como en las Islas. Allí estaban por ejemplo los Beach Boys pero su primera época me la suda bastante tampoco os quiero engañar, yo soy más de los Loving Spoonful y no escondo para nada mi amor eterno a los Buffalo Springfield, los Doors, a Janis y a Hendrix. Y claro, el hippismo es el hippsimo, y allí, en mi top destacan los Grateful Dead y por supuestísimo Jefferson Airplane. Oh! posiblemente esta última banda tiene en su poder el mejor disco del hippismo se pongan ustedes como se pongan. «Surrealistic Pillow» es ese disco y de él quería hoy hablarles.

Jefferson Airplane se formó en San Francisco en 1965 gracias a quién sería uno de sus vocalistas, Marty Balin, quién rápidamente se haría con los servicios de Paul Kartner que sería esencial en un futuro no muy lejano de la banda. Kartner era un músico experimentado, había tocado con Crosby, Jerry Garcia y Janis Joplin. Al grupo se fueron incorporando nuevos miembros, finalmente el batería Jerry Peloquin y el bajista acústico, Bob Harvey, completaron la formación original. Su sonido bebía de los primeros Beatles, del folk, de los Spoonful y claro, de los Byrds. Tocaron ya como «Jefferson Airplane» en 1965 junto a esos grupos que adoraban pero el resultado fue la salida del bajista y el batería porque no acababan de sonar con decencia. Fueron sustituidos por Skip Spence (de los Moby Grape) quién más tarde fue a su vez sustituido por Spencer Dryden, y por Jack Casady, mejorando los directos un mucho. Ese año fichan por RCA y en el 66 aparece su primer disco «Jefferson Airplane takes off» con la señorita Signe Anderson completando las voces, ésta abandonaría el grupo poco después ya que al dar a luz no tuvo el ánimo suficiente para continuar, fue sustituida por la ex-modelo y cantante de The Great Society, Grace Slick. Su presencia escénica, su vozarrón y su fácil adaptación al grupo facilitó el giro hacia sonidos más eléctricos y poderosos, sin olvidarse de las melodías folk, obviamente, aderezadas con un poquitín de LSD, para darle gusto y poco más. En 1967 el grupo participaría junto a otras bandas en el evento «Human Be-In», convirtiéndose en el estandarte hippie, en el del sonido San Francisco y su música en la banda sonora del verano del amor. En 1967 y a pesar de la gran competencia musical existente los Jefferson Airplane se imponen con «Surrealistic Pillow», un disco que nos teletransporta a otra época, a otra vida, a otro estado espiritual hayas o no hayas tomado antes LSD.

Un sonido de tambores indígenas abre el disco, enseguida se escucha una panderetea de fondo, la sección rítmica es de aúpa pero cuando entra la eléctrica me desarmo. La voz de Balin es exquisita, puro 60s!. La canción frena y entra la señorita Slick en las segundas voces y uno queda directamente enamorado de los Jefferson Airplane. De nuevo la electricidad de la guitarra que sube y baja sin cesar nos devuelve a la melodía inicial y and I know…, and I know, and I know… Después entra a todo trapo uno de los singles del disco, una de las canciones de la época. Eterna, puro paz y amor, puro Woodstock, puro hippismo. «Somebody to love» es para mí un himno, un estandarte de otra época. La canción es perfecta de cabo a rabo, su fuerza y su energía te contagia sin compasión, y la voz de Slick simplemente es inigualable. La parte central, ese puente, es la repanocha. Slick te lleva al huerto, te seduce, te desnuda y te hipnotiza, tal vez sí quiere alguien a quién amar, será a mí? me hablará a mí? Después de este subidón nos regalan la dulce y americanísima «My best friend», sonido San Francisco a tope! las armonías increíblemente bien empastadas nos sirven perfectamente de música de fondo mientras nos fumamos uno de aquellos cigarrillos risueños que tanto se llevaban entonces. Es un tema que me encanta y no me canso de escuchar, claro que la siguiente, «Today» es una de mis favoritas del artefacto. Baladón intergaláctico donde Balin se luce en una atmósfera de amor y paz con la pandereta resonando en nuestros cerebelos. Please, please listen to me. It’s taken so long to come true and it’s all for you, all for you…., all for youuu…. Después de este baladón nos rematan con otro de traca para cerrar lo que vendría a ser la cara A, «Coming back to me» es otro impresionante tema con una entrada dulce de flauta, y sí, otra vez Balin regalándose: I saw you, I saw you.., coming back to me! 

Para abrir la cara B nos tienen preparado otro tema movidito, de esos de puro despelote, de locura total. Pura psicodélia. «3/5 of a mile in 10 seconds» es un pelotazo descomunal del flower-power, es imposible no desmelenarse con ella, no volverse loco escuchándola, no.., no…, sí, es cojonuda!!!! perdonad, pero es que ahora mismo canto a pechopalomo eso de «Know I love you baby, yes I do. Know I love you baby, yes I do!» Con «DCBA-25» vuelven a las armonías psicotrópicas de ensueño, de endrogarse de buen rollismo, de folleteo libre y sin complejos. Joder, qué tema! qué disco!. El sonido de San Francisco nos golpea como un huracán en «How do you feel», bonica del to. Preciosa, muy Crosby ella. Luego una increíble instrumental, un diamante, una joya, una preciosidad muy cuca de nombre «Embryonic Journey», me encanta escucharla y durante mucho tiempo cerraba siempre mis compilaciones en cinta tdk de 90. Antes de acabar la señorita Slick nos ofrece un tema de esos que no se olvidan, temazo diría yo. «White rabbit» es increíble. Cantado y compuesto por Slick es un tema que resume la hipocresía de la sociedad americana frente a la nueva sociedad creciente. Temazo, temazo y retemazo. Cierra de manera espléndida este grandísimo disco el señor Balin con ese «Plastic Fantastic Lover» que suena a Dylan que ni os cuento.

«Surrealistic Pillow» es sin duda el mejor disco de Jefferson Airplane, es, «el disco». El disco del verano del amor, el disco del flower-power, del good morning Vietnam, del sonido San Francisco, del hippismo en todo su esplendor. Una maravilla sonora que atesora innumerables joyas de otra época, sonoridades que nos hipnotizan y teletransportan a otra dimensión, a otro tiempo, a otro estado del alma. Os lo prometo, así me siento yo otra vez mientras lo escucho totalmente desnudo, con una flor en mi oreja, mi canuto soplando al viento y mi zumo de naranja natural. «Surrealistic Pillow» es el disco. Paz, terrícolas, Paz y Amor.

Jefferson Airplane – «Surrealistic Pillow» (1967)
10/10
01.- She Has Funny Cars/ 02.- Somebody To Love/ 03.- My Best Friend/ 04.- Today/ 05.- Comin’ Back To Me/ 06.- 3-5 Of A Mile In 10 Seconds/ 07.- D.C.B.A. – 25/ 08.- How Do You Feel/ 09.- Embryonic Journey/ 10.- White Rabbit/ 11.- Plastic Fantastic Lover.


7 comentarios

  1. Si si si… el verano del amor… el hipismo… la generación de las flores… necesito alguien a quien amar… ¿dónde está el LSD? Mecagüen… lo tienen ellos… ¿nos vamos a Woodstock? Joder que colocón… si este disco es la repolla… dale al volumen y que siga sonando… vamos… vamos…

    Abrazos truferos.

  2. Primordialísima elección archienemy ! Por comentar algo, que no añadir, solo que a pesar del gran arranque con superhitazo de por medio para mi la magia total de este disco esta en la tripleta "How Do You Feel" (que huele a pachuli directamente), la instrumental que con tanto tino destacas (me recuerda a alguno de esos intermedios acústicos de Page que tanto me gustan) y, of course, el grandioso "conejo blanco" que si es un micropunto más solemne le ponen un país a posta solo para aprovechar el himno… Big work assface !!

  3. Este va a ser un finde del amor en mi casa. Tremendo post. Yo tengo dos localizaciones para reencarnarme, una para vivir la primavera del amor, y la otra para vivir la primavera anterior de la Swiggin London (y ya de paso me renuevo el armario que me hace falta). Los tenía olvidados y mira que me gustan, esa instrumental me pirra desde que la colgaras por la "cara". Gracias Guzz por ese enlace, me voy a montar un avi que se va a cagar la perra. Saludos

  4. Pues fíjate, my King, que yo no lo tengo tan valorado. A ver, me gusta mucho, me lo compré en vinilo y me parece fundamental pero tanto, tanto. Necesitamos más veranos del amor.

  5. Y los Groovies…aquel San Francisco tubo que ser la pera…Yo no puedo decir que adore a Jefferson Airplane, lo que si adoro es Surrealistic Pillow, discazo.
    Peazo entrada.
    Abrazo

    1. Mucha razón Addison. Lo de San Francisco fue la repera, y sí, a mi me pasa igual. El disco, Surrealistic Pillow, es inmensamente mejor que el grupo, pocas veces pincho de ellos otra cosa que no sea esto. Esa es la verdad verdadera, con este tocaron el cielo pero no tienen nada que se le aproxime ni un poquito. Saludos.

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