Críticas Discos

Al comentarme el querido archienemigo Nikochan lo de este proyecto «Exile» lo segundo que hice (que lo primero fue aplaudirle la idea) fue empezar a darle al corta-pega desde el espacio propio con algunos de los álbumes que más rápidamente identifico como símbolos definitivos de mis creencias y querencias rockeras (y que ya habían sido ahí reseñados en algún momento, ni que fuera fugazmente, of course). Sin embargo, al no ser uno el cuchillo más afilado del cajón, me costó un algo caer en la cuenta de la -auténtica y wonderfulera- oportunidad que con esto se ofrecía: podía volver a reseñar nuevamente, «de 0», aquellos trabajos musicales que más me gustan (y necesito). Que no me es poca cosa y, sin duda, es por ello que estas primeras reseñas que «la exiliada  hermandad» me permite publicar aquí son, de momento, un consabido carrusel de impepinables 10/10 (o 9/10, pero no menos) en mis cuentas. Para el caso, otro más, la que nos cae hoy. Porque, veamos, partiendo de la base que en esto del rocanrol (y si de bandas hablamos) el reino de los cielos es eternamente regentado por los angelicales escarabajos de Liverpool y, a su vez, las llaves de las puertas del averno las guarda el puñetero Kiz en alguna parte… ¿Quién manda en nuestra vieja, querida y  mundanal tierra que nos queda en medio y que pisamos de a diario?… Pues ni reputísima idea, oigan. Pero, mucho ojo, entre las mentadas y celestiales nubes biteleras y esa superfície planetaria sin banda regente clara, aún nos queda otro espacio… El cielo físico y real. Ese que podemos visualizar. El obvio en el que podemos ver volar pájaros y pájaras y en el que, incluso, podemos viajar… Sea en avión, helicóptero, globo aerostático, propulsado por catapulta a tomar pol saco, etc… A no ser, primordial y por supuesto, que uno sea amante del mundillo rockero ya que entonces, evidentemente, el vehículo a elegir como primerísima opción solo puede ser uno… (y si esto fuera el prólogo de un rockumental al uso, en vez de esta banal y gratuita jerigonza que me traigo entre teclas, ahora sonaría «immigrant» a toda castaña enlazando con imágenes de archivo de algún directo de Bonzo, Jones, Plant y Page…  y, ni qué decir, sería del tocarse uno mismo con el asunto). Y es que no me puedo detener ahí con la percepción y admiración que siento hacia esta formación. De verdad que lo siento. Pero es que, ruego se me entienda, habiendo nacido en plena mitad de los 70 el único disco de hard-rock vivido en 1st person que REALMENTE (entiéndanse las mayúsculas como algo que pasa por encima de las subjetividades varias) resultó una revolución, algo que se comió el mundo entero de un zarpazo, fue el estreno de Axl, Slash y cia del 87… Y ahora, en este preciso momento… ¿nos imaginamos media docena de «appettites» seguidos que hubieran salido del 69 al 75?. Pues no, que hacemos corto. Porque ahora toca comentar lo de que esa manera de proceder era entonces algo nuevo, fresco, que tomaba de lo mejor de cada casa ya existente y lo transformaba en el acabose definitivo. ¿Recordamos también que los Zep eran reacios a la cultura del single y/o qué no daban entrevistas?… ¿qué son la segunda banda que más ha vendido de todos los tiempos aún a pesar de ello?. Y aunque nunca habrá (que de todo tenemos) quien les perdone el haber «abierto» (o ayudado a hacerlo, al menos) las puertas al metal, o no trague con los tonos agudos logrados por Plant o el impostado rollo pseudosatánico de Page, etc, ese descubrir a esta banda en la adolescencia (o aprox.) para caer rendido a sus pies forever es una de las cosas más recurrentes y enormes a atesorar del mundillo rocanrolero («no sabía que tenían también ese rollo acústico», «hostia, ¿ésta canción es suya?», «¿quién cojones es este batería -por dios-?», otro -largo- etc). Led Zeppelin son, finalmente y para mí, la «banda terrenal» más enorme e incontestablemente burraca (por su tensar el blues hasta lo desconocido, por su elevar el folk-rock hasta la luna) que jamás existió ni existirá. Hala, incluso.
Como uno es así de puñetero, y encarando ya al fin lo que procede hoy y tal, de entre sus imprescindibles seis primeros studio albums me quedo, por media micronésima (o aprox.), con «Houses». No sin dudas, claro, que (sin ir más allá) mientras estoy escribiendo esto suena en el plato la segunda cara del «I» y jooooder… Pero, que no me disperse again, ¿por qué «las casas de lo sagrado» del 73?. Pues, principalmente, por aquello que explicaba no hace tanto tiempo en el otro lugar: me resulta el muestrario más conciso, sintético y bien medido de la formación. Y me repito pues, en cursiva mode, desde ahí (con perdones mil por lo facilón del recurso -y, para más cojones, contradiciendo con ello, aunque sea parcialmente, todo ese rollo macabeo del primer párrafo sobre el escribir sobre mis discos predilectos partiendo «de 0» y tal- ): « los que quieran a los Led Zep directos y sin ambages de siempre ahí tienen “dancing days”; los que se decanten por esos Page y cia más esquivos y menos inmediatos (pero igualmente imprescindibles a la postre) el rollo prog  de “no quarter” o “the rain song” les parecerá el acábose; por supuesto los amantes de esos Zep más cercanos y mundanos, los que se lo pasarán siempre de coña con “immigrant”, aplaudirán a rabiar el devaneo reggae de la archifamosa “D’yer Mak’er” por su cachondo descaro… Hasta se atreven ya los canallas, sin máscaras a valer, con las maneras del gran James en el R&B negroide de manual que és  “the crunge”. A sumar, faltaría, lo más grande que ha parido madre o poco menos con la tripleta formada por la inicial “the song remains the same”, “over the hills and far away” y el cierre con “the ocean” (mi canción favorita del combo) que, directamente, parece que las parieron a las tres antes de pillar la stairway de vuelta del heaven«…  Y me quedo/quedé tan ancho. Aunque, es de recibo y lógicamente, esa desmembración de temazos resulta igualmente impactante y satisfactoria desde el «I» hasta el doble del 75 (que lo que le sucede no es la peste del oeste como he leído en algún lugar ni mucho menos, al tanto, pasa que para alguna gente ese pasar del «cumlaudismo» en sesión continua al «mero notable» es pecado gordo e inexcusable -peor para ellos, está claro, que aún queda por pescar, y pesca mayor a pesar de sus más cicateras dosis, por ahí en medio-). Pero, eso sí, se insiste con especial hincapié en el «factor diversidad total » (que en todos sus discos la hay de una u otra manera, en definitiva y de ahí lo de «total») del houses, tan irrepetiblemente resumida y gloriosamente encerrada ahí para los restos. Page le dejó la técnica a Beck y el oficio a Clapton pero fue este yardbird, al fin, el que más nos invitó a soñar; Plant, con esas octavas alcanzadas que a algunos/as tanto molestan, llevó al rock a lugares aún salvajes y sin explorar que de ninguna manera hubieran admitido otro faro guía; Jones, siempre a la sombra con sus cuatro cuerdas, se sigue reivindicando/revalorizando año tras año como uno de los más mejores arreglistas que ha dado esto del Rock (investiguen y flipen damas y los otros si es menester, que es de gratis por el momento); y Bonham, claro… Sí vale, están Moon, y Baker y/o también Bozzio pero, ay caray, este hombre es el que tiene mayor número de himnos intocables, de los de verdad de los que más cuentan, en su haber (obviando que para mí es «el mejor y punto», claro, que se lo juro por «la hija de Melville»). Todo ello (ni qué decir) queda perfectamente también palpable en este, su quinto álbum de estudio, al fin. Aclarando, por vez enésima pero ya postrera, que la primera media docena de zeppelines son -para mí too- el maldito Dorado del rock (que ya le pueden poner el «hard» -o no- delante si les hace ilusión), solo me queda ya espacio para la última andanada/chulada… Y es que muchas veces leeremos, leerás, lo de «las grandes bandas de los 70». Bien, esta fue (de larguísimo) la mejor de ellas. Quien te diga lo contrario puede que sea una persona infinítamente más cultivada que el que suscribe (no es difícil) pero, ay, estáte atento, porque sin duda ese alguien te estará engañando con total impunidad y, además, in your fucking face… Long live to R’n’r y que el eterno y más que holy Zeppelin nos bendiga a todos y nos siga dejando «singing in the sunshine, laughing in the rain» forever y más.

Led Zeppelin – «Houses of the Holy» (1973): 10/10
01. «The Song Remains the Same»/ 02. «The Rain Song»/ 03. «Over the Hills and Far Away»/ 04. «The Crunge»/ 05. «Dancing Days»/ 06. «D’yer Mak’er»/ 07. «No Quarter»/ 08. «The Ocean».

Por Guzz


18 comentarios

  1. Pues sí querido Guzz, una banda de esas imprescindibles. Un combo demoledor con cuatro bestias pardas de aúpa. Del "Led I" al "Holy" casi casi inigualables. Rock de altos vuelos. Joder. Qué grandes los Zepelines.

  2. Y el pshysical Archi, no nos lo dejemos, que es la dick también !. Que por mucho que en buena medida sea un recuperar y registrar cosas ideadas antes es ahí donde al final se quedaron. Únicos e irrepetibles los Zep (ya sabes que son mis terceros en discordia tras los dos de siempre), of course.

  3. A ver , a ver querido Guzz, no sé si algúna vez hemos debatido sobre el tema, pero si a éste gran disco le pones un 10, al I, II, III y IV que les pones un 11? Discrepo, éste es un enorme disco, pero enorme, aunque en mi modesta opinión le pondía un 9 o 9'5, simplemente porque los 4 primeros son eso… Obras maestras, además y ahí si que te doy la razón, para mi es mejor el Physical Graffitti, que es donde realmente me dejan con la boca abierta y vuelven al 10.

    Un abrazo.

  4. Partamos de la premisa dear friend que para mí toda la obra de Zep hasta el doble grafitero es 15000/10 (como apunto arriba tras fab 4 y stones ya van estos en mis cuentas -aún a pesar de, por ej., mi eterna devoción clashera-). A partir de ahí todo es cuestión de que a uno le guste un puntillo más tal o cual virguería. No secundo esa carencia en el houses hacia los otros cinco… Es más, aplaudo su osadía (por lo diverso) y concreción (es granito armado puro, sin fisura que valga -es tan solemne como descarado, el jodío.). En fin, que en el debatir está el gusto también , claro, y abrazo guzzero Mr. Truffle. Pd. The oceeeean… por diox !

  5. Cierto y es de admitir, que en su día fue el disco que más me costó, pero quizás con el paso del tiempo se le va cogiendo cierto cariño al artefacto, no lo niego. Y en ese cariño que digo, la canción que más me ha ido calando, por el ritmillo algo reggae… es D'er Mak'er.
    Abrazos truferos.

  6. Me ha encantado el texto , perfila muy bien la sabia demoledora de Zep .
    Es curioso , siempre que sale a relucir cualquiera de los primeros discos parece surgir el debate ( siempre bueno y enriquecedor , siempre en la más respetuosa discrepancia ) sobre cual es mejor ; yo los veo , uno tras otro , como una unidad ; me es muy dificil pensar en uno sin relacionarlo con otro ; de todas formas , creo que si Physical Graffiti se hubiese desprendido de alguna salida fuera del tiesto e ida de olla de algún pasaje del segundo disco sería el gran disco ( 1) de los Zep si lo hubiesen reducido a tan sólo un disco .Granito armado puro , sí.
    Abrazos a todos !

  7. Yo que soy un txiflado tarao de los Zeppelines estoy con Savoy, este es un discazo de cojones pero para mi, por detras a, por lo menos un paso largo, de I, II, III, IV y Physical…Saludos a todos y abrazos varios.

  8. Los Zepps, palabras mayores. Del I al Houses y sin olvidar el Physical Graffiti, un doble digno de análisis. Mi preferido es el III por conexión emocional, porque por lo demás una ristra de POMs irrefutables. Dioses terrenales, adjudicado. Y club de fans guzzeros ya!!!! . Postarro, y a escribir de cero se ha dicho. Saludos.

  9. Savoy. Y es que esa es otra (más). Son la gran banda de hard rock y se marcan una canción pop-reggae del copón (varios años antes de que clashes y polices -y demás, cada uno a su manera- empiece a picotear de ahí)… Y el riffazo de dancing days… Y esa manera de cambiar el registro ya a lo burro, puro R&B a lo Brown, para "the crunge"… Y el guiñazo prog de "no quarter" que no falte… Este disco es un puto escándalo para mí querido Mr. Truffle (no me bajarán de este zeppelin ni a punta pistola).

    Jesus. Eres un crack Jesus. Siempre que acabo de escuchar el pshysical me queda la misma sensación de "no sé si es el mejor de los seis de largo o el más malo (o ambas son correctas)"… El final hawainano de "down by the seaside", precedido por la delicia acústica de "bron-y-aur" y sucedido por esa catedral que es "ten years gone"… Si Zep son una de las grandes bandas del exceso tenían que tener su disco del exceso, claro. Joder… me lo pongo ya mismo y sanseacabó.

    Addison. Es que no le pusieron V para evitar la rima de las narices, ojo… Parihuelas al margen Addison, creo que es, claramente, un disco menos inmediato (como ya apunta Savoy) pero que a la larga acaba derrotando sin remisión como mínimo al mismo nivel que sus ilustres compañeros. El momento definitivo, el de cuelgue inmediato y ya para siempre, está en ese arranque de "over the hills…", tras la arrastrada intro y cuando se arranca… Ahí encuentro yo "el momento", "la iluminación total": eso es (para mí) Led Zeppelin en esta puro.

    Chals. Jeje, ya tengo un club de fans. Lo componen mi madre, mi sra y mi hija (pero las dos primeras "están en papeles" para borrarse las puñeteras… cagonlamar). El otro día, coincidiendo en parte con el escribir esto, me embutí del tirón del I al III y después, como siempre master: (brazos en alto y…) "Si es que han pasado más años que la viruela y aún son los mejores, coño !". Superioridad abrumadora la de los Zep para mí dear Chals (sí, y aún a sabiendas que lo digo desde la perspectiva del fan… intento ir más allá -a ver si me sale lo de ser objetivo y tal- y al llegar lo sigo pensando ídem de todas todas).

    Abrazo guzzero a mansalva !

  10. Ojo Guzz, en esa grandilocuencia… si también No Quarter me fue ganando con el tiempo… pero ojo yo soy de los que dice una y otra vez que el mejor disco de Led Zeppelin es el II porque simple y llanamente es un catálogo de rock and roll fabuloso e insuperable, hay ciertas cosas a partir de éste disco en que se les nota algo pomposos… pero nunca faltos de calidad. Quizás, y no tan quizás siga prefiriendo el doble del Physical Graffitti, pero discrepo de Jesús… no le sobra tanto al disco del 75, ese si que me caló desde el principio, el riff de Kashmir es algo único e irrepetible (también con esas pomosidad de la que hablo), pero qué temarraco coño.

    Abrazos a todos.

  11. Es imposible no ser grandilocuente con esta gente en su periplo 69-75 (coño, de hecho pienso que es hasta obligatorio serlo). Sale de natural y es inevitable ("el mejor disco de Led Zeppelin es el II porque simple y llanamente es un catálogo de rock and roll fabuloso e insuperable", olé, y vaya como ejemplo). Cabe comprensión (las diferencias son más pequeños matices que diferencias). Esa frase del paréntesis resulta perfectamente válida, según lo veo, si en vez de II, se pone I, III, IV, houses o el graffiti. Hablamos del animal del rock setentero más enorme a nivel de bandas en definitiva. No problem, my friend, porque ya te adelanto que, si no media hecatombe, lo de la semana que viene más que de grandilocuencia será el festival de la lisonja absoluta (además con toda la intención). Graaaaaan abrazo guzzero.

  12. Glorioso post, don Don Guzz. Mira, a mí este disco no me chifla como los cuatro anteriores pero estoy seguro que si lo hubiere grabado otro grupo lo tendría en lo más alto de mi altar. Recuerdo que me compré el vinilo en su día porque me moló la portada. Bueno, y porque me atrapaban los 4 anteriores. Abrazo.

  13. Honestamente, Maestro Woodyjaggeriano, yo estoy firmemente inscrito en eso que señala Jesus (me identifico al 200%) a la hora de ver los Zep 69-75 como una unidad brutal y acojonante (e incontestable). La devoción especial por el houses es porque me parece el más difícil de vender, el menos obvio, y a su vez el más valiente y descargado de complejos. ¿El mejor?, Pues yo qué se… ¿quién pintaba mejor Leonardo o Rembrandt?, en definitiva… Lo que si tengo claro, y por ello me parto el cobre y hasta el zinc es que de "peor" nada de nada, mis estimados compinches. Abrazo guzzero, Johnny

  14. Guzz, te doy la razón. este disco con el III siempre fueron los más atayentes para un servidor aunque eso no signifique que el resto desmerezca, para nada,lo que ha dicho Jesús, una roca sólida que se fue formando y se quedó de un continente. Si bien al principio, era una banda de blues rock con canciones de corte clásico la cosa pasó a ser de dimensiones batalla final de Mordor.Pero cada cosa su tiempo y su momento , todo lo que hiceron fue apoteósico.Yo ,a veces escucho canciones de los Zeppelines y me parecen milagros marianos, en serio, tipo Pitita Ridruejo. Y bueno esa delicia que es Over the Hills and Far Away, como una Joni Mitchell acompañada por los Free, bufff, muy grande Houses of The Holly, Sagrado, como su nombre indica, cinco jotas, cavier beluga. Su groupie bilbaina le dice de nuevo: Hatts off Mr Guzz. Saludos landeros pero tengo muhcas ganas de verle reseñando un disco de 3,75 porque seguro que nos ibamos a reir un montón. Por cierto The Crunge es puro Prince. Soulatómico tema.

  15. Ahí le diste en la cocorota Master Joserra ! Debe recompensarse forever la valentía del houses y ese querer tocar todos los palos que oferta. Y ya te digo que yo estoy a full contigo y Jesus a la hora de considerar a los Zep como un castillo descomunal, único y ultrasólido (todo es requetefetén, al fin) pero mira, es que le tengo especial cariño a éste (viaje a la diversidad total y con la chirigota final de the ocean a modo "cigarro de después" sónico -"houses del tocarse", se tendría que llamar-). Y ya te digo que la semana que viene, que es xmas, me tengo reservado un disco que de tan lisonjero y pelota va a reventar los antivirus pero, ojo, que en efecto recuerdo algún posteo de blogs pasados donde me dedicaba al mundillo del "descuartice" y, en efecto master, me lo pasaba como un enano o dos… De hecho ya tengo alguna víctima propiciatoria en mente, ya… Abrazo guzzero, Joserra !

  16. El I y el II son obras maestras. El III, pilló a muchos un poco descolocados (¿demasiado blues?, el blues en el año 73 no estaba tan de moda como ahora), me parece una apuesta arriesgada y muy meritoria del grupo, sin llegara a la fortaleza de los dos primeros. Con el IV creo que se consagran internacionalmente, y con un material más cercano a los dos primeros. Obra maestra también. El "Houses Of The Holy" es el que más me gusta, junto al II. Solo ver la portada me pone la piel de gallina. Es un 10 "pata negra"
    Felicidades por esta iniciativa proyecto del "Exile".
    Saludos,
    JdG

    1. Yo soy muy mucho del I, las cosas como son, luego me rindo al IV, lógicamente. Luego el III, el II y el Houses…. si es que….. eran mu buenos coñe!

      Pd: Gracias Javier, esperámos dar mucha guerra desde el Exilio y que siempre que puedas nos visites…

  17. Y con esto se finiquita del todo el debate que algunos ven con las casas de lo sagrado (aunque escape ello del todo a mi comprensión): "Es un 10 "pata negra"… Si eso lo dice Mr. Fuzzy (en comándita con Joserra)… Acuñado en mármol forever !. Abrazo guzzero, Javier.

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