Críticas Discos Especiales

 
Me ha llamado poderosamente la atención que las dos biblias referentes de la música que nos gusta por estos foros, Mojo y Uncut hayan elegido como reedición del año 2013 o box-set,  el nuevo Bootleg Series de Bob Dylan, el Another Self Portrait. Por algo será, creo que lo merece.
Dentro de esa nueva caja de goodies del nuevo volumen de Bootleg Series hay muchas cosas y sobre todo, nos sirve como un archives en toda regla del que sacando de unos lados y metiendo de otros, podemos hacer experimentos, conjeturas y discos imaginarios, que siempre resultarán menos cuesta arriba que escucharlo todo del tirón (cuestión tampoco difícil porque son canciones muy amables, muy bonitas y muy cortas) o por lo menos, conseguir otras perspectivas.
Lo más interesante de la edición a mi entender, aparte de completar la verdadera historia, es que mediante ese procedimiento sacamos un disco missing link con cierta autonomía propia, entre Nashville Skyline y Selfportrait, quizás el más interesante de todos los que podemos construir, por ser el más conceptual, con menos sirope, no tan country arquetipo y que hubiera supuesto, sin duda, en caso de haberse editado, otro enclave de belleza en una discografía ya bien cargadíta de remansos de gloria.
 
Bob Dylan siempre ha confesado que si se tuviera que reencarnar le gustaría hacerlo en la persona de su camarada, el songwriter canadiense Gordon Lightfoot, la devoción es mutua, en John Wesley Harding la influencia reconocida por Bob desde el minuto cero. Os puedo decir que Bob sabe lo que dice , Gord es grande entre grandes.
 
«I heard the sound that Gordon Lightfoot was getting, with Charlie McCoy and Kenny Buttrey. I’d used Charlie and Kenny both before, and I figured if he could get that sound, I could…. but we couldn’t get it. (Laughs) It was an attempt to get it, but it didn’t come off. We got a different sound… I don’t know what you’d call that… It’s a muffled sound.
 
Escuché el sonido que sacaba Gordon Lightfoot con Charlie McCoy y Kenny Buttrey. Yo ya les había utilizado antes como músicos e imaginaba que lo podría conseguir pero no pudimos (Risas) Fue una intentona, fallida a todas luces. Conseguimos un sonido diferente…no se cómo llamarlo…un sonido sordo».
(Bob Dylan hablando de la grabación de John Wesley Harding)
 
 
Por eso, no es de extrañar que su cover del canadiense,  Early Morning Rain , incluida en Autorretrato pudiera ser el arranque de una segunda intentona, como queriendo volver a conseguir ese sonido de Gord, mucho más norteño de lo que al final resultó todo. 
Dylan , musicalmente hablando, estaba hecho un lío. Es lo que tiene desaparecer de la escena siendo el rey del cool , luego no sabes cómo volver y lo que quería era epatar al respetable con sus ediciones (su única forma de comunicación con el exterior), alejarse del hippismo reinante y vivir una vida llena de niños gateando, cruzándose debajo de sus piernas sentado al piano con los mocasines blancos crujiendo en la tarima vintage de su refugio en las montañas.
 
Play it again Robert
 
Lo titulo Days of ´49 porque el tema es una composición propia extraordinaria y por ser , éste imaginario álbum, un intento claro de reproducir un sonido antiguo , de décadas pasadas, del viejo folk campestre, de tono religioso,  un poco western y con un marcado carácter austero y colono. Ya sabemos que los límites de la clasificación en la gran música norteamericana ( una gran melting pot , reflejo de su cultura hecha de idas y venidas) son muy difusos. Sobre el papel el proyecto era sencillo: un combinado de canciones favoritas publicadas en la revista Sing Out y alguna balada de amor eterno pasadas por su inimitable turmix e idiosincrasia,  crear su propia Harry Smith Anthology.
 
Vamos con el set:
 
Del propio Selfportrait , el oficial, se puede seleccionar alguna (Gotta Travel On, por ejemplo, quedaria muy bien añadirla pero sería ya demasiado largo para ser sencillo y no queremos un doble)  pero el grueso está en éste nuevo cofre de delicias recién editado éste año, en las tomas sin el azucar de Nashville, en las demos con David Bromberg y Al Cooper grabadas en Nueva York, músicos a los que estas Bootleg Series nº 10 pone aun más en su sitio, ambos trascendentales en la época family man de His Bobness y en otras, fieles escuderos, ambos musicos sublimes; así como el guitarrista eléctrico Ron Cornelious quien luego formaría el magnifico pero efímero grupo de country-rock armónico West , con dos referencias pero ambas esenciales.
 
Con ellos, el bardo de Minesota cocinó los enfoques de las covers (numerosas) o sus canciones propias (escasas) que luego entregó, sin misericordia, al Imperio mainstream de Nashville para que éste les pusiera camperas, camisas de cuadros y demasiados flecos. Él quería presentarse como el nuevo Elvis del country para dar un asco terribe a la proguesía pero, lo cierto y aunque no lo hizo nada mal, aquello no era del todo creible.
Realmente más que jorobarlas, se transformaron en algo muy diferente a pesar de que defiendo el Selfportrait como un disco de countrypolitan notable y muy entretenido, prueba a hacerte un viaje en coche con el sonando y ya verás cómo te lo pasas.
 
Los session-men de los estudios de la Columbia se las vieron y desearon  para incluir violines y coros de chicas ya que los contra-tempos que tiene el bueno de Bob con su voz, las claves y melodías de estas demos, les volvieron locos del todo, como antes en persona les pasó con Blonde on Blonde con aquel hipster de pelo acaracolado y ojeras pronunciadas, de ahí que las estropearan un poco o ,mejor dicho, las maquillaran demasiado en la capital del country más vaquero. 
Digamos que les pusieron tetas de silicona a las muchachas de pueblo y quedo la cosa kitch y , con el paso del tiempo, encantadora del todo. 
Selfportrait , el oficial, tiene el embrujo de ser una caja de hilos de diferentes colores y grosores pero se le nota algo forzado, como pegando tiros sin diana y ahora, justo ahora, es cuando nos hemos enterado del porqué de todo ese gran lío, al conocer estas incunables grabaciones sin artificios. Había madera y nunca mejor dicho, madera de guitarras acústicas sencillas y sosegadas, era otro disco que seguramente no hubiera arrancado la proclama de Greil Marcus de What is this shit en la Rolling Stone.
Vistas así , las canciones desnuditas,  las que se quedaron en las cajas del almacén de los estudios, observamos un mundo totalmente diferente, fascinante, muy cercano al bíblico de John Wesley Harding y al folk estepario de las tierras del Norte, algo más Gord.
Lo que le distingue a Days of ´49 del disco de All The Watchtower es un tono más encantador o amable o como le queráis llamar, más Lonnie Johnson, entendámoslo,  él estaba viviendo el family man period y con una Sara con los ojos brillantes ¿quién no pudiera ser feliz de esa manera?
 
Si John Wesley es el antiguo testamento con atalayas y tormentas, siervos y caseros inmisericordes, emigrantes pobres, malandros y santos , Days of ´49 es más una contemplación del amor puro de los abuelos,  hay más ganas de oler a pasteles recién cocinados, de decir cosas bonitas a la persona amada pero el tono musical es similar en ambos discos , incluso en la forma de cantar y las estructuras ( I´ll Be your baby Tonight  en John Wesley , ya marcaba el rumbo, las últimas canciones de sus álbumes siempre lo hacen y repiten el ciclo del cambio continuo) 
Nashville Skyine quedó emparedado entre ambos y qué bonito es soñar en que eso hubiera sucedido…
Cara A: 
 
             Alberta #3
             Little Sadie
             Pretty Saro
             Days of 49´
           Thristy Boots 
            Only a Hobo
            These Hands
 
 
 
           
 
Cara B: 
 
  In Search of Little Sadie
      House Carpenter
     Cooper Kettle
          Belle Isle
       Tattle O´ Day
        Railroad Bill 
  This Evening So Soon
 
 
 
 
Si hacéis la prueba y os grabáis un cd con la secuencia ( prometo,  a todo aquel que ponga un comentario y su email, se haga seguidor del Exile y diga que le apetece escucharlo, mandarle el invento via wetransfer, no os cortéis un pelo) , la perspectiva de Another Self Portrait 1969-1971, el nuevo volumen de las Bootleg Series del más grande compositor de canciones de la cultura popular de la segunda mitad del siglo XX, cambiará por completo porque siempre habrá quienes piensen que es una mera colección de descartes sin sentido y que no aportan demasiado.  
No es cierto, históricamente éste Another Self Portrait (que debería haberse titulado The Family Man Years) demuestra que Bob Dylan tenía en mente un disco de estándares folk, componiendo incluso alguno de su puño y letra, en una vena otra vez John Wesley Harding, es decir, vuelta al sonido de las historias de bosques, de contenido bíblico y moral y a la austeridad amish, algo que ya apuntó en su teatro del absurdo genial de las sagradas grabaciones del sótano de la casa rosa de West Saugerties, llenas de personajes freaks, íntegros o malvados, buñuelescos, esos que luego aparecerían de manera estelar y en plan John Ford en las obras maestras de The Band.
Así escuchado, justo en ese orden que propongo,  tenemos el disco imaginario que nunca existió y que de haberlo hecho, hubiera resultado una especie de Nebraska, las canciones que los abuelos y las abuelas lloraban y gozaban desde tiempo inmemorial, las tragedias, los amores y los infortunios cantados a la luz de la luna debajo de los inmensos campos américanos.Sólo por eso y si te gusta Bob Dylan, ha merecido la pena esperar tanto tiempo para escucharlo.
 
La trayectoría de His Bobness pasa por el chaqueterismo militante y a mucha honra (añade un servidor) para las mentes más obtusas y con pocos discos en sus estanterías y demasiados en discos duros o para nada variados; sin embargo, el hilo conductor , su compromiso ha estado casi siempre muy cerca de la old time music haya hecho country , folk , gospel, blues o soul, con sus clásicos temas, actualizados en las letras , reciclados a su tiempo o incluso más viejos que el presente.
 
Con mucho, este ejercicio de frikismo compilatorio casero tan entretenido dentro del ya realizado por Jeff Rosen, su mano derecha para estos menesteres, es lo que se me antoja más atractivo de estas nuevas Bootleg porque sale un disco completo maqueado, bonito, rústico, sentido y con sentido, algo enamoradizo y a veces dulzón. Thirsty Boots de Eric Andersen la hace tan emocionante, Pretty Saro con su precioso falsete, This Evening so Soon tan super dylaniana, escucha, nunca una voz nasal ha cantado como un ruiseñor como aquí, Belle Isle con unos arranques plenos de amor o preciosidades como Tattle O´Day que nadie hubiera imaginado que existían acumulando polvo en las estanterías.
Escuchamos este Days of ´49 y se ve ese hilo invisible: el Pat Garrett en el horizonte cercano e incluso Desire, en el intermedio , pero si me apuras también Tempest, en el lejano. Fiel al folk ancestral, a las canciones que le cantaba su abuela y las de los viejos discos, las que a la larga, permanecen en la tradición popular y el tiempo. 
 
Él, a su peculiar manera, ha permitido que no se extingan unas canciones en peligro, nos ha regalado mantener la llama sagrada y se ha ganado el respeto o se lo debería ganar , de todos aquellos que dicen que canta como un asno y toca la armónica como el afilador. 
Exacto, Bob Dylan lo hace natural, como le sale, como un asno, como el afilador pero siempre afinado en el rebuzno o atento en la armónica y la guitarra; él se dio cuenta que la imperfección es una costumbre inmemorial de la expresión humana que se transforma en arte, lo cual todavía nos sigue pareciendo un milagro.
Él es la hermosa y sabia voz de nuestros abuelos y eso es lo que puedes comprobar otra vez en este imaginario Days of ´49.
Ser él mismo, en movimiento constante pero sin final, sería la frase que si me dejaran pondría en su lápida , la cual, ojalá nunca tenga que colocarse.
Keep on keeping on, like a bird that flew, neverending Bob.
¿O era una fiesta de disfraces, o un concierto de los Dead  o Bob Dylan también fue un hippie? Será farsante.



Bob
Dylan – «Day of  ´49» (Disco
Imaginario-Columbia 1969)
8/10
01.-
Alberta #3/ 02.- Little Sadie/ 03.-  Pretty Saro/ 04.- Days of
49´/ 05.- Thristy Boots/ 06.- Only a Hobo/ 07.- These Hands/ 08.- In Search of
Little Sadie/ 09.- House Carpenter/ 10.- Cooper Kettle/ 11.- Belle
Isle/ 12.- Tattle O´ Day/ 13.- Railroad Bill/  14.- This Evening So
Soon


9 comentarios

  1. Espeleología zimmermaniana ! Soberbia manera de acercarnos a algunos (que lo necesitamos) al Dylan de esa etapa, el de entre dos aguas (el que queda entre los grandes íconos culturales -más que discos- 60's y el "reflote" con "blood", el encuentro con los geniales canadienses y "desire"), Sí, soy de los que tiene esa (entre muchas otras) lagunas inexcusables… Por eso te agradezco, amén de aplaudir, tan nutricional propuesta y texto. Greatest ! Y abrazo guzzero !!

  2. Que gran post! la leche! A mi "Nashville" y "John Wesley.." me parecen sublimes así que espero esta compilación como agua de Mayo….. ya sabes mi mail… je je….

  3. Fabulosa revisión del Boootleg. Hare la cinta pese a que no soy tan apasionado por esa etapa Dylaniana ni me gusto el Self portrait. Igual cambio de opinión. Lo mejor del año , en reediciones la mia no pero puedo entender que se escoja más con algo tan documentado como tu post.

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