Críticas Discos

Me sentí muy deprimido el día que me enteré de la separación de los Pixies. La primera vez que escuché Nevermind me enojé muchísimo. La dinámica de las canciones era un robo total a los Pixies”. (David Bowie)

Aprovechando lo conocido del disquito en cuestión vamos directos al catre sin toqueteos previos que valgan y… La primera en la frente: mítica «debaser» con sus obviamente buñueleras referencias y ese berrear de Black, la intro al bajo de Kim y el célebre riff del siempre brutal Joey Santiago. Es una canción-terapia, que invita al grito, a la liberación. «Debaser» es abrir una lata de pura adrenalina y congelar el tiempo al hacerlo atendiendo a que además, y lo mejor, nunca caducará la muy puta. «Tame» coge el testigo tan ricamente. Simple línea rítmica y de repente, sin saber que narices pasó, estamos en el impagable infierno pixeliano… «taaaaaame», qué bueno pardiez. Giro hacia terrenos más melódicos y newavers con «wave of mutilation»… Que la versión surfera está muy bien, no diré lo contrario, pero siempre me quedaré con esta. No paramos y llegamos a «I bleed» donde de nuevo el cuarteto deja constancia de que si los realmente buenos son aquellos que logran hacer fácil lo difícil no hay bastantes estrellas para poner en el suelo para ésta formacion. Realmente se me antoja algo chorras rebozarse a estas alturas con un listado de canciones tan sobradamente manido y reconocido. Pero hay que seguir, y para el caso con otra virguería como lo fue y és «here comes your man». Otro de los singles y donde a parte de llevarte de nuevo al huerto los tipos siguen ampliando registros como les sale de la bone machine. Tremenda. Como todas. Como por ejemplo «dead» que sigue perpetrando esa ladina cadencia calma-aceleración que les copiará hasta Manolo el del Bombo en la siguiente década. Y así arrivamos al final de la cara A con «monkey gone to heaven». Posiblemente su canción más conocida que, en verdad, tampoco «está mal»… Cuarteto de cuerda de fondo para la ocasión, estribillo que repite el título de esos que se te quedan grabados a fuego y un bridge berreante marca de la casa que no hay quien se lo salte… Rock me, Joe… If man is 5 (x3), and the devil is 6 (x3)… La madre que los parió.
La segunda cara, por sus partes, se inicia con la vivaracha y coñona en su marchamo (y más que adictiva -como todo el maldito disco salvo «silver», en verdad-) «Mr.Grieves» que, además, logra un contraste cojonudo viniendo de la solemnidad del mono de los sielos. Más a saco va incluso lo de «Crackity Jones» y su minuto y medio sin tregua (de nuevo gran Joey)… Y está también lo de Paco Picopiedra que me ha fascinado siempre. El cachondo de Lovering sale momentáneamente de su baterista rol secundario habitual para cantarse la muy vacilona y silbante «La la love you». Y no se puede sonar más puramente «pixie» que en «No.13 baby» en su inicio… porque la breve parte final instrumental es una de esas cosas que te las hacen estos y cuatro más… Uno de esos factores diferenciales que estos tenían y los que vinieron después, mangándoles registros, no. Para «there goes my gun», otra de las canciones más breves, vuelven a esa «no-estructura» extraña suya y característica (como en «vamos» de surfer o la anterior «dead» ya mentada) que te atrapa como sin querer. Y qué decir de «hey» (y huelgan chistes chorreros con Julio Iglesias de por medio que ya está muy visto)… El «where is my mind» de «Doolittle» cuya repetición del «we’re chained» en los conciertos de la época (y con el tema algo más acelerado) era, por lo visto, el pandemonium total del bolo. Me costó, por otro lado, acabar apreciando el rollo stoner de «silver» la canción más (pretendidamente) árida y lenta del disco con diferencia… Pero al final lo conseguí porque, al fin, se acaba por comprender que lo único que no cuadra es lo descontextualizado al resto que és… solo aparente. Porque al terminar empieza a saco «gouge away» (poco dura la calma siempre con esta gente -y por suerte-) con uno de esos finales de disco que és, directamente, uno de los mejores finales de disco de all the times. Y ese cambio de paisaje, sin pausa y de sopetón, de verdad que te mata. Como haría, o poco menos -y ya al cierre-, el que suscribe para con cualquiera que se pretenda amante del mundillo rocanrolero y no tenga el monolítico mono pixieliano en el altar que eternamente le corresponde por derecho propio. Básico es poco.

Pixies – «Doolittle» (1989)
10/10
01. Debaser/ 02. Tame/ 03. Wave Of Mutilation/ 04. I Bleed/ 05. Here Comes Your Man/ 06. Dead/ 07. Monkey Gone To Heaven/ 08. Mr. Grieves/ 09. Crackity Jones/ 10. La La Love You/ 11. No. 13 Baby/ 12. There Goes My Gun/ 13. Hey/ 14. Silver/ 15. Gouge Away

Por Guzz

*post aparecido originalmente en Citizen Guzz


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